Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tentación Oculta

No iba dejarlo ir tan fácil. Él era lo mejor que me había pasado en mi vida. Había cometido el error de ser descuidada, nos habían descubierto por mi culpa y él lo estaba pagando. Los buitres habían comenzado a dar vuelta alrededor de nosotros. Ahora todos estaban susurrando a nuestras espaldas, esa era una mala señal. Ellos tienen jaulas, pero no voy a dejar que nos cacen y nos encierren como zorros. Mi amor, tú y yo correremos y nos esconderemos. Ellos no podrán encontrarnos. Lo prometo.

Hace tres semanas que no veo ni tengo noticias de Gianna. Por más que lo intento no puedo dejar de extrañarla. Ella me lastimó y sé que debería odiarla, pero no puedo. Lo único que hago es amarla más y más cada día.

Era un día muy gris en la ciudad de Londres, curiosamente, todos los días habían estado así desde que ella me dejó. Sé que el clima nublado y lluvioso en Londres era algo común, pero nunca había sentido que el clima estuviera tan acorde a mis emociones. Reí sin ánimos y me abroché el último botón de mi gabardina mientras bajaba las escaleras de manera tranquila. Al fin, después de toda la ola de reporteros que había acampado en mi puerta día y noche preguntándome sobre mi antigua relación con Gianna había cesado. Las preguntas aún seguían. Si iba alguna entrevista o si me veían saludar a una fan, inmediatamente algún paparazzi me atacaba preguntando si era mi novia o si era su amante. Sacudí la cabeza para apartar aquellas ideas de mi mente. Pulsé el botón para quitarle la alarma a mi auto y me dirigí hacia él.

— ¿Señor Hiddleston? —escuché que alguien me llamó y me giré.

— ¿Sí?

Un hombre en traje elegante se acercó a mí y fruncí el ceño al ver que entre sus manos traía un paquete.

—Le envían esto.

Miré la caja con curiosidad y tomé esta entre mis manos. No venía el remitente, solo venía mi nombre en letras mayúsculas: TOM HIDDLESTON. ¿Será algún regalo de mis fans? Pero esos normalmente los dejan en el correo.

— ¿Quién lo manda?

Alcé la mirada y aquel hombre trajeado ya no estaba. Fruncí el ceño, me sentí como en una película de espías. Sacudí la cabeza mientras reía. Y así es como queda tu cabeza después de ser un actor. Entré en mi auto y dejé la caja en el asiento del copiloto, estaba por arrancar, pero mi mirada volvió a caer en aquel paquete. Detuve lo que hacía y tomé la caja para ponerla en mis piernas. Abrí la caja y sobre el contenido de esta había una nota. La tomé y la leí: »Úsame«. No pude evitar reírme, parecía una orden al estilo "Alicia en el País de las Maravillas". Miré la nota por ambos lados, pero no decía nada más que una dirección. Saqué el contenido de la caja. Era una gabardina, un sombrero estilo Sherlock Holmes. No pude evitar pensar en mi amigo Benedict, ¿será alguna broma de él? En el fondo venían unos lentes oscuros. Me puse todo lo que había encontrado en la caja y puse la dirección en mi GPS. Arranqué el auto mientras seguía las indicaciones.

—Viejo, ¿dónde estás? —Luke me había llamado. Llevaba ya dos horas conduciendo y por ende había llegado más que tarde a nuestra cita.

—Lo siento, tuve un imprevisto.

—Tom, eres el protagonista de esta película.

—Uno de los...

—Tú nombre es el primero en la lista, viejo.

Suspiré pesadamente y rodee los ojos.

—Aún queda una semana antes de ir a México. Reprograma la entrevista, por favor.

—Te encanta meterme en aprietos.

—Por eso te pago.

—No tanto como debieras.

— ¡Oh no! Acabo de borrar "accidentalmente" un cero de tu cheque.

—Hiddleston, eres un...—entre risas colgué la llamada.

Volví a suspirar con pesadez, el trasero me estaba doliendo por llevar tanto tiempo sentado.

Finalmente, el GPS me había llevado a un... ¿rancho? Continué conduciendo hasta detenerme frente a una casa colonial. Era bastante hermosa. ¿Quién rayos me citaría aquí? Bajé del auto y vi que los trabajadores pasaban por mi lado, ellos estaban sumergidos en sus quehaceres, era como si yo no estuviera ahí. Me detuve frente a la enorme puerta de madera y pulsé el botón del timbre. No tardaron demasiado en abrir la puerta y al encontrarme con quien me había citado ahí, sentí como que todo el aire que tenía en los pulmones se había salido, como cuando te golpean en el estómago y te quedas sin aire. Algo así.

— ¿Tú?

Sentí una mezcla de ira, alivio, felicidad y creo que estaba a punto de desmayarme. Me tomó de las solapas dela gabardina y me hizo entrar en la casa. Cerró la puerta y sin apartar mi mirada de la suya me fui quitando las cosas.

—Creí que querías que te dejara en paz, Gianna. Creí que querías que ya no te buscara.

—No, por eso fui yo quien te buscó.

Crucé los brazos sobre mi pecho mientras la veía con fastidio.

— ¿Qué quieres?

—Tom—estiró su mano para acariciar mi mejilla pero yo me aparte, ella apretó su mano en un puño y la puso sobre su pecho—. Sé que el amor es una llama muy frágil—escuché como su voz se quebraba y eso hacía que todas mis defensas se vinieran hacia abajo. Esta mujer era mi debilidad—. Tal vez apague el nuestro.

—Gianna—murmuré su nombre y me descrucé de brazos—, aun te amo—tuve que confesar—. Pero no quiero que ellos te lastimen y te persigan con sus cámaras, como si fuéramos alguna clase de animal.

—Cariño—ella tomó mis manos y me miró fijamente—, deja que ellos nos disparen con sus luces, nosotros vamos a correr.

— ¿Y los chismes? —la miré con preocupación.

—Deja que hablen—sus manos subieron para acariciar mis brazos—. Mi abuela solía decir: "Hablar de más puede hundir barcos todo el maldito tiempo".

—Gianna, yo...

Negué con la cabeza varias veces. No quería tenerla solo para volver a perderla.

—Amor—ella tomó mis rostro entre sus manos—, tan solo toma mi mano y no la suelte. Corre conmigo.

Sentía un enorme nudo en la garganta, los ojos me ardían por las lágrimas que amenazaban con salir. Perderla de nuevo me daba un terrible miedo, el volver a escuchar su llanto y no ser capaz de consolarla. Cerré los ojos para apartar las lágrimas y para intentar pesar sin dejarme hipnotizar por esos bellos ojos.

— ¿Y si nos encuentran?

—Cariño—sentí sus dedos deslizarse hasta llegar a mi nuca—, conozco lugares donde no nos encontraran—me estremecí al sentir sus labios rosando los míos. Maldición. Mi cuerpo extrañaba el contacto con el suyo—. Ellos intentaran encontrarnos, pero solo estarán siguiendo sus propias colas.

Sabía que estaba mal, lo podía sentir, pero simplemente no pude resistirme a mi tentación.

La besé sellando aquel pacto entre nosotros.Ambos caímos en la tentación hasta volvernos un pecado. Dulce. Oculto.Mantendríamos escondido esto, si esta es la única forma de estar juntos. Por míestaba bien.     

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro