Speak Now
No soy de esa clase de chicas que interrumpiría en una ocasión tan bella como una boda; soy demasiado tímida como para hacer eso. Soy capaz de dejar ir al hombre que amo si se que él va a ser feliz con alguien mas pero... ¿como dejarlo ir cuando sabes que no va a ser feliz con ella, que solamente se casa por obligación, que muy dentro de él desea que ella seas tu?
El es un chico muy simpático, lindo, romántico, casi perfecto, no es la clase de chico que debería estar casándose con la chica equivocada.
Ya no se ni siquiera como fue que llegamos a este embrollo, el hombre que yo amaba se iba a casar con la chica que yo mas odiaba en todo el mundo, ella no era precisamente una perita en dulce, era la viva imagen de Malefica.
Aquella mañana desperté decidida iría a la boda e interrumpiría la ceremonia y huiría con Tom.
Me puse un vestido rosa, me arregle como si estuviera invitada a la boda; obviamente no lo estaba, la futura esposa de Tom me odiaba a muerte se había enterado de lo nuestro y de que no eramos solamente "amigos".
Llego a la iglesia en un taxi y me escondo de todo el mundo; en la entrada de la iglesia puedo ver a unos cuando amigos que teníamos en común Tom y yo; también ahí estaba la pedante familia de la novia, todos vestidos en colores pastel.
Detrás de mi escuche unos gritos de una voz familiar; era la novia de Tom vestida con un enorme vestido blanco, ella se encontraba gritándole a su pobre dama de honor.
Para ser un día "alegre" no se veía muy alegre,se sentía incluso un aire muy fúnebre, no es como pensé que este día fuera a ser así.
Entre por una de las puertas laterales de la iglesia sin ser notada por nadie. Entre en un pequeño cuarto para esconderme hasta que la boda empezara.
- ¡¿__________?!-era esa voz que me ponía las piernas como gelatina y me hacía suspirar día y noche.
-Tom...-dije en un susurro, me voltee a verlo, se veía tan guapo con su traje de novio, de seguro en todo el mundo nunca hubo un novio tan guapo como él.
-¿Que haces aquí?
-Ammmm.... pues veras... necesitaba verte, necesitaba hablar contigo.
-No digas nada.
Tom me tomo entre sus brazos y me beso, me beso como solo él sabía hacerlo, con amor, con pasión, con desespero, con cariño, con dulzura, como si al siguiente segundo el mundo fuera a terminar, así era Tom, así tan única era su forma de besar... no separamos y lo mire a los ojos.
-Tom... yo... tu... nosotros...
Se rió de mi balbuceo.
-Háblame claro querida.
-Por favor Tom, no digas que sí, escápate conmigo ahora, te veo afuera en la puerta trasera de la iglesia, no esperes, no digas tus votos, necesitas escucharme cuanto te...
Tocaron la puerta.
-¡Tom estamos listos!-gritaron del otro lado de la puerta.
-¡Si, en un momento!-le grito a la persona afuera de la puerta- _________, lo siento, quisiera estar contigo pero debo cumplirle a esta chica.
-Tom, sabes que el bebe no es tuyo.
-Lo se pero...
-Si no la amas a ella ¿como esperas a amar a su hijo?
-Yo...
-¡THOMAS SAL AHORA!
-Lo siento ________ -beso mi frente y salió de ahí.
Después de que salió Tom espere un momento más, me asome por la puerta y vi a todos intercambiando caras graciosas, en eso la marcha nupcial comenzó a sonar, la canción era toda en órgano y sonaba como una marcha fúnebre, la marcha fúnebre de mis sueños; salgo del cuarto sin ser notada y me escondo detrás de las cortinas de la iglesia,
La futura esposa de Tom caminaba con tanta elegancia, parecía flotar, para ella era como si estuviera en un concurso de belleza. Veía el rostro de Tom, era la sonrisa mas fingida que le había visto jamas, pero yo se que dentro de él, él desea que ella sea yo, desea que fuera yo quien estuviera caminando al altar hacia él, y yo también deseaba estar en el lugar de ella.
La futura esposa de Tom llego al altar, la música fúnebre se detuvo y la ceremonia comenzó normalmente, decidí sentarme en la ultima banca de la iglesia. Todo transcurría como una boda normal, nada fuera de lo normal; pero dentro de mí se lidiaba una batalla, debía decidir si largarme ahora de ahí y olvidar al único hombre que he amado de verdad y me ama de verdad o luchar por él. En eso escuche las palabras que ponían todo en juego, las palabras que decían que tenía que hablar.
Escuche al predicador decir:
-Si hay alguien que se opone a la unión de estas dos personas que hable ahora o calle para siempre.
Era el momento ahora nunca, renunciar o pelear; se hizo un silencio, esta es mi ultima oportunidad,me levanto con las manos temblorosas, todos los ojos se posan en mí, todos en la habitación me miran horrorizados, pero yo solo miraba a Tom a los ojos. Salí de la banca y comencé a caminar por el pasillo.
-Tom, sabes que no soy el tipo de chica que interrumpe bruscamente una ocasión tan especial como esta, pero tú no eres el tipo de chico que debería casarse con la chica equivocada.... así que, no digas sí, escápate ahora conmigo, te veré afuera en la puerta trasera de la iglesia no esperes, no digas nigún voto, necesitas escucharme.
Tom me miraba fijamente, en el fondo podía escuchar a su futura esposa gritar como loca que me sacaran, en eso varios de mis amigos me sacaron amablemente, yo solo volteaba y veía a Tom, que se quedaba ahí sin decir nada; fue entonces que me rendí, pelee hasta donde a mi te tocaba. Me fui a la puerta trasera para esperar a que Tom salieran, si es que acaso salia. Espere por un buen tiempo, estaba a punto de marcharme, cuando sentí que una mano toco mi hombro; me voltee y ahí lo vi, ahí estaba Tom sin su traje de novio, nuestros ojos brillaban con mucha intensidad.
-Tom...-dije en un susurro y el me volvió a besar.
Al termino del beso el acarició mi mejilla.
-Escapémonos ahora, querida no dije mis votos estoy tan agradecido de que estuvieras ahí cuando dijeron "Habla ahora"
Corrimos los dos juntos alejándonos de aquel lugar, corrimos para ser felices juntos y esta vez... para siempre.
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