PARTE 4: HEROE

Había sido un día muy cansado en el trabajo, llegue a mi departamento y avente mi bolsa al suelo y de deje caer en el sofá. No tenía ni diez minutos acostada en el sofá cuando tocaron a mi puerta, gruñí pero de todos modos me levante. A regañadientes abrí la puerta y ahí se encontraba Dante.

—Hola amor—beso mis labios y entro al departamento. La verdad no me sentía de humor para estar con él.

—Hola—dije sin ánimos y me volví a acostar en el sofá y Dante se acostó sobre mí y comenzó a besarme el cuello.

—Te amo—dijo mientras besaba mi cuello.

— ¿Qué haces? —pregunte sintiéndome incómoda.

—Quiero hacer el amor.

—Dante ahora no, estoy muy cansada—intente apartarlo, el tomo mis muñecas y las puso arriba de mi cabeza.

—Está bien—se levanto de sofá un tanto molesto y comenzó a caminar por la sala— ¿De quién son estas flores?

Joder, refunfuñe y me volví a levantar del sofá.

— ¿Qué flores? —me pase las manos por la cara y llegue donde el estaba, en la mesa de la cocina había un enorme arreglo de flores. Wow, eran hermosas.

Dante tomo la tarjeta y la leyó.

— "Perdona por besarte la otra noche. TH" —arrugo furioso el papel y lo aventó al suelo— ¿Quién es TH y porque lo besaste? —lo vi con ojos abiertos y asustada.

—Yo... yo...

—Responde—me dio una cachetada, mi mejilla me ardió y me la acaricie, sentí que mis ojos ardían por las lágrimas venideras.

—Él me beso—respondí mientras comenzaba a llorar.

— ¡Eres una mentirosa! —me volvió a dar una cachetada tirándome al suelo.

Había cometido el error de besar a Sam, digo no me arrepentía me gusto y mas que ella lo correspondieran pero debía respetarla. En la mañana ordene que dejaran flores en su departamento. Regrese de mi trabajo y en vez de ir a mi departamento subí al de Samantha. Cuando  llegue escuche unos horribles gritos y golpes.

— ¡MALDITA PROSTITUTA! —grito un hombre dentro.

—Ya basta—escuche que Sam lloraba.

Entre de golpe al departamento, vi a Sam en el suelo siendo golpeada por un hombre. La ira me cegó me avente furioso a aquel hombre y lo aparte de Samantha. Lo saque a patadas del departamento.

— ¡Esto no se quedara así, me las pagaran los dos! —grito desde las escaleras y se marcho.

Corrí hacia Sam y vi que no tenía nada grave, solo unos cuantos moretones y pequeñas cortadas.

—Oh Samantha.

— ¡Thomas! —se abalanzo en mis brazos y lloro, le acaricie el cabello y la consolé. Cuando estuvo mas tranquila le cure las heridas.

—Eres mi héroe—murmuro y me dio un cálido beso en los labios.