PARTE 1: DULCE INFANCIA

Wimbledon, Londres, Inglaterra. 26 de Septiembre 1989.

Era una hermosa y fría mañana, el pequeño Thomas se había levantado de su cama temprano como siempre. El olor a hot cakes preparados por su madre inundaba el aire, rápidamente bajo corriendo las escaleras hasta llegar a la cocina. En la estufa su madre Diana se encontraba preparando los hot cakes mientras sus dos hermanas estaban sentadas en la mesa embadurnando los hot cakes con mantequilla o bañándolos en miel de maple.

— ¡Buenos días! —dijo el pequeño Thomas con una gran sonrisa.

— ¡Buenos días! —contestaron las mujeres a coro.

Thomas se sentó a la mesa para desayunar con su familia. Los hijos de la señora Diana estaban terminando sus desayunos cuando se escucharon las voces de otros niños.

— ¡Tom! ¡Tom! —Gritaron— ¡Ven a jugar Tom! —eran los hijos de los vecinos. Los Tanner. Dos niños varones y una niña.

— ¿Podemos ir? —pregunto la mayor de las hijas de la señora Diana.

—Está bien—dijo la señora Diana con una dulce sonrisa.

Los niños se levantaron presurosos de sus asientos y fueron al patio donde los Tanner ya los esperaban, Tom se fue con los niños Tanner y sus hermanas se habían quedado con las niñas.

— ¡Tom, Alex, Jamie! —Grito la mayor de los Hiddleston — ¡Vengan a jugar con nosotras!

Los varones dejaron de correr para ir con las niñas.

—No queremos jugar a las muñecas—dijo frunciendo el ceño Alex el mayor de los Tanner.

—No estamos jugando a las muñecas—su hermana, Samantha, le saco la lengua. Los ojos de Tom se encontraron con los de ella y ambos se sonrieron. Entre ellos había una química, cuando estaban solos eran los mejores amigos pero definitivamente se querían más que como amigos.

—Tampoco al te—arrugo Jamie la nariz mostrando asco.

—Cállate Jamie, queremos jugar a la boda. Por eso necesitamos un niño—explico Emma, la menor de los Hiddleston.

—Yo quiero jugar—dijo Tom con una sonrisa.

—Ya que—dijeron Alex y Jamie.

— ¿Quiénes serán los novios? —pregunto Jamie.

— ¡Que sean Sam y Tom! —Dijo emocionada Sarah— Emma y yo llevamos las flores y Alex los va a casar y Jamie hará que toca el piano.

Los niños comenzaron a hacer los preparativos, las niñas se pusieron a cortar flores y a poner el lugar donde jugarían. Cuando todo estuvo listo llamaron a los niños. Tom y Alex estaba en el altar improvisado, Jamie comenzó a tocar un piano de juguete. Sarah y Emma hicieron un pasillo de pétalos con las flores que cortaron y Samantha camino por el con un viejo velo que encontraron entre las cosas de su madre.

Cuando Samantha llego al lado de Tom ambos se dieron las manos, se vieron a los ojos y sonrieron, las mejillas de Samantha estaban ligeramente sonrojadas. Le gustaba mucho aquel niño pero nunca se atrevería a confesarlo era demasiado tímida. A Tom también le gustaba Samantha pero él pensaba que solo quería ser su amiga.

 —Estamos aquí reunidos—comenzó Alex su discurso con fingida formalidad— para casar a Tom y a mi hermana Samantha. Tom ¿quieres casarte con Samantha, cuidarla, comprarle muñecas y darle le comer?

—Si quiero—dijo el pequeño Tom con una gran sonrisa.

—Hermana—dijo Alex volteando a ver a Samantha— ¿Quieres casarte con Tom, aunque este feo y lo vas a querer y ver que no haga travesuras?

—Si quiero—dijo la pequeña Samantha con una sonrisa.

—Entonces están casados—dijo Alex—puedes darle un beso a la novia.

Los dos pequeños se vieron con timidez y sus mejillas se sonrojaron, acercaron sus labios y se dieron un pequeño e inocente beso. La señora Tanner invito a comer a los Hiddleston a su casa. Amabas familias comieron juntas.

Después de la comida juntos, los niños volvieron a salir al patio. Samantha estaba sentada bajo un árbol mientras hacía coronas de flores ella sola. Tom se acercó a ella y se sentó a su lado.

— ¿Qué haces? —le pregunto Tom.

—Una corona de flores—contesto Samantha con una sonrisa— ¿Quieres una?

—Sí.

—Bueno, déjame medir tu cabezota.

Ambos niños estuvieron jugando hasta la tarde que se acercaba la hora de regresar a casa.

— ¿Samantha?

— ¿Qué pasa Thomas?

—Me... me gustas—dijo Tom sonrojándose y Samantha se sonrojo igual.

—Tú también me gustas Thomas.

— ¿Quieres ser mi novia Samantha?

—Si Thomas.

Thomas se acercó y le dio un beso a Samantha en la mejilla.

Thomas y Samantha estuvieron siendo novios en secreto por dos años. Eran muy felices, la dulce inocencia de la infancia. Pero todo termina.

Una mañana Samantha llego y toco la puerta de la casa de los Hiddleston. La señora Diana abrió la puerta y la dejo entrar, ella llamo a Thomas y llego.

— ¡Samantha! —dijo Tom al ver feliz a la niña. Los niños se dieron un abrazo y Thomas se preocupo al ver el semblante de la niña— ¿Qué tienes?

—Mi familia y yo... nos mudaremos...

— ¿Qué? Bueno iré a verte a tu nueva casa.

—Nos vamos a otra ciudad—la pequeña niña comenzó a llorar.

—No me dejes...

—Lo siento...

Samantha salió corriendo dejando al pequeño Thomas con su primer corazón roto.