Lucharé por ti
Mi despertador sonó muy temprano el sábado. Una enorme sonrisa se dibujó en mis labios. Patee la sabana y salí de la cama de un brinco.
Hoy es el día, después de tanto esperar, al fin le pediré matrimonio a Fanny. Ha sido mi novia por tres años y aun que nuestra relación no ha sido nada fácil, hemos logrado vencer todas las pruebas. Hoy lucharemos juntos enfrentando una prueba aún más grande.
Me miré frente al espejo y terminé de amarrarme la corbata. Había apartado mi mejor traje para este día tan especial. Me puse el saco y tomé la cajita negra de terciopelo. La abrí y le di un vistazo al anillo por última vez. Siento como mi pecho se infla de felicidad y mis manos se ponen sudorosas por los nervios.
—Fanny Hiddleston—murmuré saboreando su nuevo nombre—. Les presento a mi esposa, la señora Fanny Hiddleston.
Sí, me gusta cómo se escucha. Era tan perfecto como ella.
Me guardé el anillo en el bolsillo interior del saco. Estoy listo.
Salté a mi auto y conduje hasta su casa. De camino iba repasando el discurso que iba a dar. Lo tenía todo perfectamente planeado.
Me estacioné frente a la casa de ella. Apagué el motor e inhale aire con fuerza y lo dejé escapar con mucha suavidad mientras cerraba los ojos. Bien, era ahora o nunca. Bajé del auto y me alisé el saco. Quería estar lo más presentable posible. Caminé hasta la puerta y pulsé el botón del timbre. La puerta se abrió después de unos pocos minutos. Sonreí ampliamente, este era mi momento.
—Vengo con el corazón en la mano—carraspee un poco al sentir mi voz flaquear. Cielos, estaba muy nervioso—. Necesito hacerte una pregunta, porque sé que es un hombre chapado a la antigua y lo respeto. Sin más vueltas quiero decirle que... estoy enamorado de su hija. Quiero estar con ella por el resto de mi vida, por favor diga que sí.
Me quedé en silencio, por un largo tiempo, esperando su respuesta. El padre de Fanny, el señor Phillips, me miraba con el ceño terriblemente fruncido. Maldición, esto no está bien.
—Mire, señor Hiddleston, usted nunca tendrá a mi hija, ni mi bendición para estar con ella.
—Pero...
—He dicho que no, ahora váyase, por favor.
— ¿Papá? —Mi corazón se aceleró al escuchar la voz de Fanny—. ¿Quién es? —Ella se asomó sobre el hombro de su padre y se sorprendió al verme—. ¿Tom?
—Hola, amor—le sonreí.
— ¿Qué está pasando aquí? —su mirada fue de su padre hacia mí y de regreso.
—El joven ya se iba—si las miradas fueran puñales... estaría más que muerto.
— ¡Papa! ¿Por qué eres tan grosero con Tom?
—Descuida, Fanny—le sonreí para tranquilizarla. Miré al señor Phillips con seriedad—. No voy a rendirme.
— ¿Cuál es tu problema? —le pregunté con molestia a mi padre después de que cerrara la puerta casi en la casa de Tom.
—Sabes que no me gusta que estés con él.
— ¿Por qué?
—Porque es un actor, ¿crees que te ama? ¡Solo está jugando contigo!
—Él me ama y yo lo amo, papá—sentía como las lágrimas comenzaban a resbalar por mis mejillas.
— ¡Solo eres su juguete! Estas castigada. A tu habitación.
Iba a protestar pero vi como el rostro de mi padre estaba tan trastornado por la ira. Me dolían tanto sus palabras y lo que él decía, nunca le había dado a Tom una oportunidad. Negué con la cabeza y me fui a la habitación. Al llegar cerré la puerta y me tumbe sobre la cama para llorar. No entendí el odio que mi padre le tenía a Tom. Tom Hiddleston era el hombre más dulce del mundo. Tenía sus defectos, claro, pero me amaba como a nadie, ¿qué más podía pedir?
Escuché mi celular sonar y me sequé las lágrimas antes de atender la llamada.
— ¿Diga?
—Fanny, amor, ¿por qué lloras? —preguntó Tom del otro lado de la línea.
—Es injusto lo que te hace mi padre—dije entre sollozos.
Tom suspiró pesadamente.
—Odio hacer esto, pero es que no tengo opción, cariño. No puedo vivir sin ti. No importa si me ama o me odia, tú y yo estaremos juntos.
—Huiría a otra galaxia contigo.
—Lo sé, amor.
Bien, segundo intento.
Hace una semana que fui a pedir la mano de Fanny y me fue negada por su padre. Hoy voy por mi segundo intento. Fanny dijo que su padre organizo una cena especial. Probablemente hoy él aceptara que me case con ella.
Estacioné el auto y traté de controlar mi corazón que latía con frenesí. Era el momento. Bajé del auto y a la distancia vi la luz del comedor encendida. Eché una pequeña mirada. El señor Phillips estaba riendo, estaba feliz, era una buena señal. Mi mirada recorrió la mesa y me encontré con mi novia, ella se veía molesta. Alguien la abrazó por los hombros y noté lo incomoda que estaba. ¿Quién rayos la estaba abrazando? Seguí aquel brazo y me encontré con George, el exnovio de Fanny. No, esto no se iba a quedar así. Me apresuré y me encaminé para tocar el timbre. Esperé un par de minutos y la puerta se abrió. De nuevo me vi atendido por el señor Phillips, pero estaba sonriente... hasta que me vio.
—Descuide, seré directo—comencé a decir—. Quiero a su hija por el de mi vida, por favor, diga que sí.
—Señor Hiddleston, usted no conseguirá mi bendición aun que me muera. Ahora, retírese.
— ¿Por qué es tan grosero? Soy un humano, ¿lo sabía?
—Váyase, señor Hiddleston.
—Me voy a casar con su hija—entrecerré los ojos con furia—, no importa lo que usted diga y vamos a ser una familia.
Sin decir más, él cerró la puerta en mi cara. Bien. No me queda otra salida.
— ¿Quién era, cariño? —le preguntó mi madre a mi padre cuando este había regresado a la mesa.
—Las niñas exploradores, ya saben lo molestas e insistentes que son—acomodó su servilleta en su regazo—. Bien, George, había algo que querías decirnos antes de que nos interrumpieran.
—Sí, en realidad tenía algo que decirle a Fanny—George tomó mi mano e intenté no apartarla para no parecer grosera frente a mis padres. La verdad es que me daba asco, había visto que durante toda la cena se había estada rascando ahí abajo—. Fanny—lo miré y él me sonrió. Iugh, ¿cuándo fue la última vez que se lavó los dientes? —, ¿te casarías conmigo?
— ¿Qué? —aparté mi mano con brusquedad y miré a mis padres.
—Dile que sí—dijo mi padre.
En ese instante mi celular sonó. Desbloqueé la pantalla y vi que era un mensaje de Tom: "Necesitamos hablar. Te espero en el parque que está a dos cuadras de tu casa." Levante mi mirada del celular y vi que todo estaban esperando mi respuesta.
—George, lo siento, pero no—me levanté de mi asiento—. Disculpen.
Salí de ahí corriendo.
Después de haber salido de la casa de Fanny no había perdido el tiempo. Contacté a varios de mis amigos que me ayudaran a hacer un par de preparativos. Lo único que necesita para llevar a acabo mis planes era el sí de Fanny.
Caminaba de un lado a otro y no para de recibir mensajes de mis amigos avisando que todo estaba listo y que me deseaban suerte.
—Tom—escuché su dulce voz a mis espaldas y me giré para verla.
—Hola, bonita.
Ella se lanzó a mis brazos y me abrazó, yo no dudé en devolvérselo.
—Tengo algo importante que decirte—me alejé y la tomé de las manos—. Fanny, todo este tiempo he ido a hablar con tu padre solo para pedirle un cosa, pero él me lo ha negado. No dejaré de luchar por eso que quiero, así que, Fanny—me hinqué en una rodilla y saqué la pequeña cajita que llevaba tiempo guardando y la abrí—, ¿te casarías conmigo?
—Oh, Tom. ¡Sí!
Me volvió a abrazar y dejé un dulce beso en sus labios para colocar aquel anillo de compromiso.
—Casémonos ya—dije.
— ¿Ahora? —preguntó sorprendida.
—Solo sí tú lo quieres, amor.
— ¡Pues claro que sí! —Exclamó lanzándose a mis brazos—Pero... ¿crees que podríamos hacer un último intento con mi papá?
—Claro que sí, amor, solo hay que vestirnos.
— ¿Vestirnos? —tomé la mano de mi prometida para llevarla a mi auto.
—Sí, tú vestido de novia te espera. Tranquila, yo no lo he visto. Scarlett lo escogió.
Nos había tomado solo una hora vestirnos. Chris había estado conmigo en todo momento y Scarlett había ayudado a Fanny con su vestido, el peinado y maquillaje. Ambos estábamos listos y ella se veía tan hermosa en su vestido de novia. Juntos iríamos a la casa de su padre a pedir por última vez su bendición para casarnos.
Mis compañeros y amigos habían decidido acompañarnos a la casa de Fanny. Así que, aquí estábamos todos frente a la puerta. Toqué el timbre y esta vez salieron el señor y la señora Phillips. Tomé a Fanny de la mano y ambos los enfrentamos.
—Señores Phillips, quiero a su hija por el resto de mi vida—le dije.
—Por favor, digan que sí—suplicó Fanny.
El rostro del señor Phillips se endureció ante el enojo y su esposa le miró con preocupación.
—Nunca conseguirán mi bendición. Espero no verlos nunca más por aquí—sin decir más entraron a la casa y cerraron la puerta.
—Nos casaremos—dijo mi prometida con firmeza, en ese momento la admiré por ser tan valiente.
Como mis amigos habían prometido, todo estaba listo. Benedict había rentado un hermoso jardín y ahí se había organizado todo para la boda.
Fanny y yo estábamos frente al altar tomados de las manos y nuestros amigos eran testigos del momento.
—Thomas Hiddleston, ¿aceptas a Fanny Phillips cómo tu legítima esposa? —preguntó el juez.
—Acepto—dije con una sonrisa.
—Señorita Fanny Phillips, ¿acepta a Tom Hiddleston como su legítimo esposo?
—Acepto.
—Entonces yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.
Con una enorme sonrisa la tomé entre mis brazos y la acerqué a mí para darnos nuestro primer beso como esposos.
Miré a mi esposa y en ese momento supe que no importaba nada en el mundo. Solo ella.
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