¡Hola a todos!
Se que tengo mucho, demasiado, tiempo desaparecida por aquí y quiero disculparme. Tuve unos problemas familiares bastante fuertes los cuales fueron motivos de mi ausencia. He extrañado demasiado regresar a esto que me apasiona que es la escritura y planeo ir regresando poco a poco, pero como señal de eso hoy les traigo un pequeño fragmento de algo que escribí para un ejercicio. Espero que lo disfruten. 

Los acontecimientos en Jotunheim no paraban de reproducirse en su mente una y otra vez, aun podía sentir el frío en su piel, escuchar los gritos de batalla, además de ese grito de advertencia que había dado Volstagg.

— ¡No dejen que los toquen!

¿Por qué no fue más precavido? ¿Por qué no se apartó en ese instante después de haber enterrado su daga en el estómago de ese gigante de hielo? Hubiera dado el golpe final, pero siempre le había encantado saborear sus victorias. Maldito sea su ego.

Cada vez que Loki cerraba los ojos aun podía ver, con horror, como su piel nívea se tornaba azul cuál la de los Jötuns.
¿Qué clase de encantamiento era aquel? ¿Había algo mal en él? ¿Sería esa la razón de todas sus desgracias? ¿Este era el motivo por el cual su padre lo menos preciaba y siempre terminaba prefiriendo a Thor?

Las imágenes le daban vueltas una y otra vez en la cabeza. El moreno no para de observar su piel blanca que hace tan solo unas horas atrás se había tornado de color azul. ¿Qué le estaba ocultando Odín esta vez?

El hechicero no podía tener paz mental y por mero impulso se dirigió a la cámara de armas en la cual horas más temprano había estado con su padre y su hermano. Ambos ahí se había puesto a discutir por la intrusión de los gigantes de hielo durante de la ceremonia de coronación de Thor. La cual había sido una jugarreta por parte de Loki con el único propósito de hacer que su hermano se la pasara mal en ese día, tan mal como el moreno se lo estaba pasando.

Se detuvo frente al cofre de los gigantes de hielo. Algo dentro de él le decía que no lo hiciera, que sería la peor decisión que tomaría en su vida, pero otra parte le gritaba: ¡Hazlo, hazlo, hazlo! ¡Descubre la verdad!

Fue un momento de terrible indecisión para el mago. Levantó las manos y finalmente las posó sobre el cofre agarrándolo con firmeza. Lo levantó y podía sentir como su piel comenzaba a cosquillearle y algo le susurraba en su mente: Este eres tú, aquí es donde perteneces, yo te pertenece, príncipe. Príncipe de hielo, príncipe oscuro. El hielo y la oscuridad corren por tus venas desde el día en que naciste.

El azul brillante bailaba en aquel cofre transparente y los dedos largos y blancos iban tornándose de ese azul que había visto en Jotunheim. Mira quién eres en realidad, príncipe. Esta es la verdad que durante años te han ocultado. No eres lo que te han hecho creer, eres más, puedes ser más.

¿Qué es esto que le estaba pasando?

— ¡Alto!

El corazón de Loki comenzó a latir desbocado al escuchar la voz del padre de todo. El traidor. Sentía un estremecimiento en la columna y algo dentro de él le decía que todo lo que conocía estaba a punto de cambiar o de irse a la mierda.

— ¿Estoy maldito? —preguntó el moreno.

—No.

Por favor, no.

El hechicero cerró los ojos y luchó por mantener la calma mientras regresaba el cofre a su lugar. Bienvenido, príncipe, siseo el cofre como despedida.

— ¿Qué es lo que soy?

—Eres mi hijo.

No, Odín, esta vez no te ibas a salir tan fácil con la tuya. Loki conocía muy bien la forma en la que el padre de todo podía manipular y torcer las cosas. De algún lado él había aprendido, solo que el moreno había mejorado hasta ser conocido como el "dios de las mentiras".

El mago se giró con lentitud hasta encarar a su padre, quien todavía se encontraba en las escaleras del cuarto de armas.

—Algo más que eso.

Sintió como su poco a poco desaparecía el color azul en su piel y las runas típicas de los Jötun que le habían aparecido como por arte de magia.

Con paso lento pero decidido Loki se fue acercando al padre de todo. Era momento de que todo saliera a la luz.

—El cofre no fue lo único que tomaste de Jotunheim ese día, ¿verdad?

—No—contestó Odín hasta que el hechicero estuve frente a él—. Tiempo después de la batalla fui al templo y encontré un bebé—Loki sintió que algo se le atoraba en la garganta. ¿Realmente estaba preparado para la verdad? —. Pequeño para ser hijo de gigantes, abandonado y sufriendo, dejado para morir. El hijo de Laufey.

Aquello le cayó como un balde de agua helada, como una patada en el estómago... Sentía que algo dentro de su alma le pesaba y el dolor que vivía instalado en su corazón se hacía más punzante y desgarrador.

—El hijo de Laufey—se repitió a sí mismo en un intento de procesarlo y con las lágrimas escociéndole ante la terrible verdad.

Dentro de su mente esas mismas palabras se repetían una y otra vez: "el hijo de Laufey, el hijo de Laufey, el hijo de Laufey, el hijo de Laufey". Eso... eso quería decir que Loki él era... un gigante de hielo, él no tenía sangre asgardiana... Toda... toda su vida era una vil y jodida mentira.

—Sí.

Demasiada información estaba pasando por la mente del moreno que le era un poco difícil procesar, pero solo una cosa vino a su mente, solo una pregunta que necesitaba ser contestaba en aquel torbellino de pensamientos y emociones.

— ¿Por qué? Estabas cubierto de sangre Jötun, ¿por qué me llevarías contigo?

—Eras un niño inocente.

—No—Loki podía identificar las mentiras a la perfección ahora y sabía que su padre se estaba resistiendo a contarle toda la verdad y no le importaba sacársela aunque tuviera que arrancarle la lengua—, todo fue con un propósito. ¿Cuál era? —El silencio de Odín era agonizante. Solo lo torturaba más—. ¡DIME!

Se desgarró la garganta con aquel grito mientras las lágrimas comenzaban a humedecerle los ojos.

—Creí que podríamos unir nuestros reinos algún día. Lograr una alianza. Lograr una paz permanente a través de ti.

Sentía que algo le aplastaba el pecho dificultándole la respiración hasta el punto de casi hacerlo jadear en busca de aire.

— ¿Qué?

—Pero esos planes ya no importan.

— ¿Así que no soy más que otra de tus reliquias robadas? Confinada aquí hasta que pudieras necesitarme.

— ¿Por qué cambias mis palabras?

La voz le tembló ante el llanto inminente y un par de lágrimas brotaron por sus mejillas.

—Pudiste decirme lo que era desde el principio. ¿Por qué no hiciste eso?

—Eres mi hijo—Loki sintió un nudo en la garganta y luchó por tragar—. Yo solo quería protegerte de la verdad.

— ¿Y por qué? ¿Por qué soy el monstruo o la pesadilla con la que asustan los padres a sus hijos?

—No—murmuró Odín.

El moreno vio como el anciano se debilitaba, pero no. No iba a tener compasión de él por este nunca había sentido compasión por el moreno.

— ¡Ahora todo tiene sentido porque preferiste a Thor todos esos años! —El padre de todo cayó al suelo, pero el moreno se acercó a él con furia y enojo ardiendo en sus venas— ¡Porque sin importar cuanto digas que me amas!—Odín se esforzó por hablar, y estiró su mano hacia el mago, pero solo balbuceo. Loki no le dio importancia y siguió con su arrebato—. ¡No podrías tener a un gigante de hielo en el trono de Asgard!

El padre de todo bajó la mano debilitado y su único ojo bueno se cerró. Loki sintió un estremecimiento en su columna, presagio de que algo no estaba bien y la respiración suave y lenta de Odín se lo confirmaba.

Oh, no. ¿Qué había hecho?

— ¡Guardias! —Gritó con desesperación— ¡Guardias necesito ayuda!

Un par de einherjar entraron lo más rápido que pudieron para auxiliar a su padre o... quien se suponía que era su padre. Ahora no era más que un vil mentiroso que solo había jugado con Loki, usándolo con un vil peón en su partida. Entonces se sintió como lo que siempre había sido, alguien abandonado, destinado a sufrir y sin amor.

Pero esto no iba a terminar aquí y Loki se iba aasegurar de ello. Él era y seguiría siendo el príncipe de Asgard, aunque enello le fuera la vida.