*Diciembre 31, 2013 (7:37 pm)

            —Luciana, es hora de que olvides a ese idiota.

            Gemí con desesperación.

            Jules, mi mejor amiga, llevaba con la misma cantaleta desde que mi ex cortó conmigo, hace como dos semanas atrás.

            —Jules, por favor—me quejé como una niña y miré al techo rogando por una salvación—. Hoy no, te lo suplico.

            — ¡Hoy, sí! —rodeó su brazo con el mío mientras caminábamos por su casa y ella no paraba de sonreír—. Es el último día del año y siempre he creído que hay magia en este día.

            —También crees que Liam Hemsworth se casará contigo.

            —Se casará conmigo, de eso no hay duda, pero esto es diferente—me soltó el brazo para tomar dos copas que estaban en la mesa y me entregó una de ellas—. Hagamos un brindis—alzó su copa—. Por los nuevos inicios.

            Choqué mi copa con la suya de forma ligera escuchando el clásico clinc que hacía la cristalería al chocar.

            —Por los nuevos inicios.

            Le di un sorbo a mi bebida mientras luchaba por creer en esas simples palabras, porque necesitaba comenzar de nuevo con desesperación aunque luchara por aparentar que no era así.

*Diciembre 31, 2013 (8:48pm)

            Había una increíble multitud en la casa de Jules, tal vez el Times Square estuviera más vacío en comparación con la casa de mi mejor amiga. Sabrá Dios en que momento el lugar se llenó hasta el tope, pero las fiestas que organizaba la familia de Jules eran demasiado famosas en la ciudad, además que tenían muchísimos amigos y conocidos, que nadie dudaba en venir a pasar el último día del año en una fiesta de ellos.

            El sonido de la música y de las múltiples conversaciones era abrumador y ensordecedor; al menos para mí, ya que todos parecían muy cómodos. La cabeza me estaba latiendo de tal manera que parecía que se me iba a reventar el cráneo. Si quería sobrevivir hasta las doce tenía que salir a tomar aire y despejarme un poco.

            Me acerqué a Jules para hablarle alto al oído

            — ¡Voy a salir a tomar aire!

            — ¡No! —Me hizo gran puchero acompañado por dulces ojos de cachorrito—. ¡Necesito presentarte a alguien!

            — ¡Ahora no, Jules!

            — ¡Anda! ¡Solo fue al baño! —juntó sus manos para suplicar e hizo que el labio le temblara y sus ojos se pusieron aún más llorosos. Demonios, ¿cómo hacia eso? — ¡Por fa!

            — ¡Agh! ¡Bien! —Ella comenzó a brincar dando pequeños aplausos—. ¡Pero solo déjame salir a tomar un poco de aire!

            — ¡Esta bien!

            Hizo un gesto con la mano para despacharme de ahí, por mi parte le regale un abrazo al que ella no dudó con corresponder y sin más salí al patio trasero.

            El aire fresco de diciembre me golpeo en el rostro caliente haciendo que cediera un poco el constante latido de mi cerebro.

            Me senté en los escalones de madrera mientras aspiraba con fuerza y después dejaba escapar el aire con un suave suspiro. Alcé la cabeza y sonreír al ver lo brillantes que estaba las estrellas esa noche y... tal vez Jules tenía razón. Esta noche parecía tener algo de magia.

            Escuché que la puerta se abrió de golpe y miré sobre mi hombro solo para encontrarme con un chico alto, con bellos ojos azules, cabello corto y color rubio cenizo. Mi mirada siguió inspeccionando al maravilloso espécimen masculino que se acaba de aparecer ante mí.

            —Oh, lo siento—acento británico. Creo que acabo de hacerme pis—. Creí que no había nadie.

            —Descuida, estaba por irme.

            Me levanté y él me colocó una mano sobre mi hombro con suavidad para detenerme. Aquel simple contacto hizo que una onda de calor me atravesara la columna de manera que me estremecí.

            —Por favor, quédate—sin soltar mi hombro se situó a un lado de mí y... vaya, sí que era bastante algo, pero guapísimo hasta morir. Ejerció una suave presión en mi hombro solo para indicarme que volviera a sentarme y así lo hice. Cuando soltó mi hombro se sintió... vacío—. Espero que no te moleste un poco de compañía.

            Señaló el espacio vacío en el escalón. Justo a mi lado.

            —Claro que no.

            Se sentí a mi lado y me regaló la más hermosa de las sonrisas que yo haya visto en mi vida. Él extendió su mano hacia mí.

            —Tom Hiddleston, un placer.

            Tomé su mano y nos quedamos un momento estrechando las manos mientras me permitía perderme en el hermoso cielo que tenía en su mirada.

            —Luciana, encantada de conocerte, Tom.

*Diciembre 31, 2013 (11:59pm)

            — ¿De verdad te dijo eso? —pregunté con la boca abierta mientras él estaba conteniendo una risa.

            — ¡Sí! ¡Casi muero de vergüenza!

            Ambos comenzamos a reír a carcajadas. Llevábamos horas así. Riendo, conversando, regalándonos sonrisas y miradas furtivas. De un momento a otro ya sentía que conocía a Tom de toda la vida.

            La cuenta regresiva me tomó por sorpresa.

            — ¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho!

            —Tal vez deberíamos entrar.

            Señalé la casa con la cabeza. Estaba por levantarme de mi lugar, pero él tomó mi mano.

            —No, espera.

            — ¡Seis! ¡Cinco!

            Me quedé ahí. Muy quietecita mirando fijamente a Tom a los ojos sintiendo como mi estómago se volvía loco ante el precioso mar que era su mirada. El apartó un mechón de mi cabello, pero dejó su mano acariciando mi mejilla. La piel me cosquilleaba ahí donde sus dedos me acariciaban con tanta ternura.

            Sin darme cuenta él se había inclinado hacia mí sintiéndolo muy cerca. ¡Él iba a besarme! Lo único que pude hacer fue cerrar los ojos.

            — ¡Dos! ¡Uno!

*Enero 1, 2014 (12:00am)

            — ¡Feliz año nuevo!

            Tom y yo nos apartamos de golpe al escuchar la voz de Jules que había abierto la puerta de golpe interrumpiendo cualquier cosa que hubiera podido pasar entre Tom y yo.

            Él y yo nos vimos a los ojos y, ahora que teníamos público, las cosas se habían vuelto un poco incomodas haciendo desaparecer cualquier magia que hubiera estado pasando entre nosotros.

            —Feliz año nuevo, Jules—contestó Tom para terminar con aquella incomodidad—. Feliz año nuevo a ti también, Lu.

            — ¿Lu? —Jules alzó una ceja y su mirada fue de Tom a mí y viceversa—. ¡Ya conociste a mi primo! —ella sonrió emocionada—. Y yo que creía que te estabas escondiendo para no conocerle y todo este tiempo has estado con él. Vaya coincidencia o... destino.

*Diciembre 31, 2014 (9:44pm)

            —Sabía que tú y mi primo eran perfectos el uno para el otro—Jules le dio un sorbo a su copa—. Siempre que hablaba con él me recordaba a ti y siempre que hablaba contigo me recordabas a él. ¡Tú y Tom son la pareja perfecta!

            Ella sonrió emocionada y casi se ponía a bailar en medio de todos los invitados mientras que lo único que yo quería era darme de golpes contra la pared. La nueva cantaleta de Jules durante TODO el año había sido "tú y Tom son la pareja perfecta". Sinceramente prefería escucharle decir "es hora de que olvides a ese idiota". Al menos esa frase no me recordaba lo tonta que había sido el año pasado y..., honestamente, el resto del 2014.

            —Basta, Jules. Sabes que Tom y yo solo somos amigos.

            Aun que desee algo más.

            —Eso es lo que ambos dicen—se cruzó de brazos y alzó una ceja—, pero todo el año han traído un maldito tira y afloja. Ustedes se gustan y es hora de que ambos lo acepten.

            —Para ya. ¡No me gusta, Tom!

            —Entonces supongo que no te molesto.

            Sentí un escalofrío desagradable recorrerme la columna al escuchar la voz de Tom a mis espaldas. Me giré, pero él ya se estaba alejando.

            — ¡Tom!

            Le llamé varias veces, pero él me ignoró.

*Diciembre 31, 2014 (11:59pm)

            Había buscado a Tom por toda la fiesta, pero tal parece que realmente se había propuesto que no lo encontrase por ningún rincón.

            Desde que él se había alejado no paraba de sentir una enorme pesadez en el pecho que hacía que me doliera ese punto donde estaba mi corazón. Maldición, necesitaba arreglar las cosas con Tom.

            Estaban a punto de dar las doce y... yo no quería terminar así el año con Tom. ¡Él tenía que saber la verdad!

            ¿Cuándo dejaré de ser tan tonta?

            — ¡Diez! ¡Nueve!

            ¡No! ¡No! ¡Tengo que encontrar a Tom!

            Comencé a correr por toda la casa de Jules como una loca buscando.

            — ¡Cinco! ¡Cuatro!

            ¡Tom!

            Al fin lo había encontrado. Estaba con un grupo de personas sonriendo y haciendo la cuenta hacia atrás para recibir el año.

            Bien. Piensa, Luciana. Te acercaras a él y cuando sean las doce lo tomas del saco y tiras de él para darle un beso para que entienda tus sentimientos.

            — ¡Dos! ¡Uno!

*Enero 1, 2015 (12:00pm)

            Una despampanante pelirroja me ganó e hizo justo lo que yo pensaba hacer con Tom. Ella le tomó del sacó y lo beso con una ardiente pasión que él... no dudó en corresponder. Maldición incluso cayeron en el sillón que tenían al lado y siguieron besándose entre risas.

            Sentí las lágrimas ardiendo en mis ojos a la vez que el dolor en mi pecho se intensificaba. El peso de mi corazón hizo presión en mi pecho haciendo que se quebrara poco a poco.

            Me di la media vuelta y me fui con los pedazos de mi corazón roto en los primeros segundos del año.

*Diciembre 31, 2015 (11:59pm)

            Me subo mi manta hasta la barbilla y me aferro aún más a ella haciendo malabares para que el postre de bombones, que me dejó mi madre, no se me caiga.

            Este año me había negado a ir a la fiesta de Jules y, aun que le causaba pena, entendía mis motivos, gracia a Dios, los respetaba.

            El 2015 había sido un año terrible en cuanto a mi relación con Tom.

            Sacudí la cabeza para apartarlo de mis pensamientos. Vamos, Luciana, está empezando un año nuevo, es hora... de que lo dejes ir.

            El timbre de la casa sonó en el momento en que la bola comenzaba a descender en Times Square. ¿Quién podría ser?

            — ¡Diez!

            Dejé mi plato a un lado y pateé las sabanas para levantarme.

            — ¡Siete! ¡Seis!

            Abrí la puerta y el aire gélido me golpeo, pero eso no fue suficiente para sacarme de mi estupor al darme cuenta de quien estaba parado en mi puerta.

            —Tom—murmuré.

            —Luciana, yo... lo siento.

            Las lágrimas amenazaban con salir mientras negaba con la cabeza.

            —No, yo lo siento.

            Sentí que la voz se me quebró mientras un par de lágrimas comenzaba a escapar y resbalaban por mis mejillas.

            —Cállate y ven aquí.

*Enero 1, 2016 (12:00am)

            Tom me estrechó entre sus brazos con fuerza y yo no dudé en corresponder aquel abrazo lleno de cariño.

            A mis espaldas escuchaba a la gente gritando por el año nuevo que estaba comenzando, pero yo era feliz por estar entre los brazos del hombre que quería con toda mi alma.

            —Feliz año nuevo, Lu—susurró Tom.

            —Feliz año nuevo, Tom.

*Diciembre 31, 2016 (8:23pm)

            — ¡Luciana!

            — ¡Tom!

            Corrí emocionada y me lancé a sus brazos. Lo rodeé con mis piernas por las caderas y mis brazos se engancharon a su cuello. Sentí que él enterraba su rostro en mi cuello y aspiraba con fuerza de manera que su respiración me hizo cosquillas. Había sido un año bueno, pero un poco difícil. Él se la había pasado viajando durante meses y solo lo veía por tiempos de periodo muy cortos, pero al fin ya estaría descansando y pasaríamos mucho tiempo juntos. El suficiente para decirle lo que sentía por él.

            —Te extrañe, Lu.

            Me bajó con mucho cuidado para después acunar mi rostro en sus manos haciendo que mis mejillas se vieran más regordetas.

            —También te extrañé. Por cierto tengo que decirte algo.

            —Después, quiero presentarte a alguien.

            Me di cuenta de que detrás de él había una chica que me miraba con cierto recelo. Oh, no.

            Él le tomó la mano a la chica y ella le regaló una encantadora sonrisa a Tom. Este abrazó a la chica por la cintura y dejó un besó en la sien de ella. Sentí un golpe en el pecho, pero me las arregle para mostrar mi mejor sonrisa.

            —Ella es Peach, mi novia

            El corazón se me quebró, una vez más.

            —Encantada de conocerte, Peach.

*Diciembre 31, 2016 (11:59 pm)

            Estaba sentada en el sofá a un lado de Tom y del otro lado él tenía abrazada a Peach. La verdad había estado conversando un poco con ella y había descubierto que era una chica muy amable y que... quería a Tom.

            — ¡Diez! ¡Nueve! —Las personas comenzaron con la típica cuenta— ¡Ocho! ¡Siete! ¡Seis! ¡Cinco! ¡Cuatro! —Yo simplemente preparé mi corazón—. ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!

*Enero 1, 2017 (12:00 am)

            — ¡Feliz año nuevo!

            Me giré para abrazar a Tom, pero me encontré con que él estaba muy ocupado con los labios de Peach.

            A pesar del dolor que sentí en el pecho sonreí, solo porque él era feliz y era lo único que debía importarme.

*Diciembre 31, 2017 (11:59 pm)

            Tom colgó el celular y lo dejó a un lado con suavidad. Sabía que aún estaba procesando lo que había pasado. No me imaginaba lo difícil que era para él entenderlo, aunque sabía lo duro que era que te rompieran el corazón en una fecha como esta.

            No me atrevía a decirle algo a Tom, no había palabras correctas para decir en momentos como este. Así que lo único que hice fue ponerle mi mano en su hombro.

            La cuenta regresiva se escuchaba a lo lejos, pero no me importó en este momento solo estaba preocupada por mi amigo.

            Tom alzó la mirada y sus ojos azules eran tan tristes como un día de lluvia y el corazón se me partió. ¿Cómo alguien podía romperle el corazón a un hombre tan dulce como él?

            Le limpié una lágrima que resbaló por su mejilla y él se abalanzó hacia mí para abrazarme con todas sus fuerzas. Le correspondí aquel gesto a la vez que acariciaba su espalda dándole el consuelo que necesitaba.

*Enero 1, 2018 (12:00 pm)

            La pirotécnica se escuchaba a lo lejos anunciando la llegada de un año nuevo y me dolió en el alma que Tom recibiera el año con el corazón roto.

            —Feliz año nuevo, Lu—murmuró con la voz rota y me acarició la espalda—. Te quiero.

            Tragué ante esas palabras, tal vez era como mejor amiga, pero... me quería.

            —Feliz año nuevo Tom—me aparté para limpiar sus lágrimas—. También te quiero.

            Él me sonrió con tanta dulzura y... tal vez este año no fuera tan pésimo para ambos.

*Diciembre 31, 2018 (10:30pm)

            —Luciana, en serio, tienes que decirle lo que sientes—insistió Jules mientras le daba un sorbo a su bebida—. Ambos se están haciendo los tontos solitos.

            —Tengo miedo, Jules.

            —Oye—dejó la copa a un lado y tomó mis manos entre las suyas—, sé que el amor da miedo, pero es cuando sabes que es más real que nada y que la otra persona te importa muchísimo—sonreí ante sus palabras—. Pero debes ser valiente, Lu. El amor no es para los cobardes.

            Me mordisqueé los labios con nerviosismo.

            —Pero y si...

            — ¡Basta! —Soltó mis manos con brusquedad—. Déjate ya de peros. Tom está enamorado de ti.

            — ¿Te lo dijo?

            Ella puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.

            —No, pero ambos son demasiado obvios.

            —Tan obvio que no lo noto.

            — ¡Ambos son unos idiotas y ciegos!

            Gruñí.

            —Bien, ¿y que se supone que le diga? ¿Eh? Solo llego ahí y le digo: "Tom Hiddleston estoy enamorada de ti, lo he estado desde el primer día que te conocí".

            — ¿Tú qué?

            Me sobresalté al escuchar la voz de Tom a mis espaldas y en ese momento desee que la tierra se abriera y me tragara.

            La sonrisa burlona de Jules me irritó y la fulminé con la mirada. ¡Todo era su culpa!

            —Eso ha funcionado de maravilla—se dio media vuelta—. Los dejo solos.

            Se alejó moviendo su mano a modo de despedida.

            Me giré con lentitud atreviéndome a encarar a Tom y... ¡madre mía! Sentía que su mirada ardía sobre mí. Sus ojos eran dos luceros ardientes y brillantes que le llenaban de calor.

            —Tom, yo...

            Maldición, ¿qué digo? ¿Me retracto?

            —Ven, tenemos que hablar.

*Diciembre 31, 2018 (11:59pm)

            Estábamos en aquel lugar donde nos habíamos conocido y... donde yo había comenzado a enamorar de él. Es como si volviéramos el tiempo hacia atrás, solo que habíamos madurado en ciertos aspectos.

            No paraba de retorcer mis dedos con nerviosismo. Ambos habíamos dejado las cartas sobre las mesas.

            Antes de que la vergüenza siguiera carcomiéndome Tom me confesó que también estaba enamorado de mí. Pero ahora estábamos aquí, como dos adolescentes que no sabían qué hacer con estos sentimientos que habían guardado por tanto tiempo.

            —Entonces...—lo miré de reojo—, ¿te gusto?

            —Lu—él tomó mi mentón y me hizo verlo a los ojos—, me encantas.

            Mis mejillas se pusieron rojas y quise apartar la mirada, pero no quería dejar de ver esos dos luceros.

            — ¡Diez!

            —Entonces...

            — ¡Nueve!

            — ¿Entonces?

            Él sonrió de forma traviesa.

            — ¡Ocho!

            Me mordí el labio inferior.

            — ¿Qué haremos?

            — ¡Siete!

            —Lo que hacen dos adultos que están enamorados.

            El corazón me dio un vuelto y mi estómago se puso a dar vueltas como loco por esas simples palabras.

            — ¡Seis!

            —Ilumíname.

            Jugué un poco con él.

            — ¡Siete!

            —Pues, veras—colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y acarició mi mejilla. Igual que aquella primera vez—. Cierra los ojos.

            — ¡Seis!

            Hice lo que me pidió.

            — ¿Así?

            —Justo así.

            — ¡Cinco!

            — ¿Y ahora?

            —No te muevas

            — ¡Cuatro!

            —Está bien.

            Él se rió.

            —Tampoco hables.

            — ¡Tres!

            Su nariz rosó la mía y sentí como nuestras respiraciones se mezclaban y mi corazón martillaba sin control.

            — ¡Dos!

            —Te quiero—susurró y su aliento me calentó los labios.

            — ¡Uno!

            Sus labios rosaron los míos con mucha suavidad.

*Enero 1, 2019 (12:00 am)

            — ¡Feliz año nuevo!

            Los labios de Tom ejercieron una suave presión sobre los míos y me aferré a su saco a la vez que correspondía su beso con ímpetu.

            Tantas veces había soñado con este momento y al fin se estaba haciendo realidad, lo cual me hizo darme cuenta que nunca es tarde para hacer un sueño realidad.

            Recibí el año nuevo en los labios de Tom y ¡maravillosa manera de comenzar a su lado!

Nota de la autora:

Una enorme disculpa por subir hasta ahora el One Shot. Mi plan era subirlo el día 31 de Diciembre, pero por motivos personales no pude hacerlo, pero más vale tarde que nunca, ¿no?

Me paso para desearles un ¡feliz año nuevo! Mis mejores deseos para ustedes este año que inicia, que sus sueños se hagan realidad y mi promesa es ya no abandonarlos tanto como el año pasado.

Este año tengo muchos planes y entre esos planes esta seguir trabajando por aquí en mis historias y en los One Shot, pero además, estoy trabajando en un proyecto nuevo el cual, si Dios lo permite, quiero publicar para que sea un libro. Descuiden, ya les estaré contando cualquier cosa que pase con dicho proyecto.

¡Feliz 2019!