XI
Aquella tarde de Jueves, me encontraba en Cercado de Lima esperando que me entregaran el pin que había enviado a realizar con el logo de la organización que dirige mamá y el sello automático con su nombre, apellidos y profesión ya que el que tenía estaba con falta de algunas letras. Las calles estaban abarrotadas de gente a pesar de ser jueves y lamente no salir en una hora que no este cerca a la punta. Muchos salían con paquetes en brazos y cargando con los brazos extendidos para pasar más tranquilo, todo gritaba que se acercaba la fecha de festejar a las madres por las rosas, adornos como peluches, manualidades, cajas de dulces y arreglos. No olvidaba que estaba cerca a Mesa Redonda y el Barrio Chino, me prometí venir un día con Liliana a solo quizás pasear o llevar comida china de esas que hace que quieras lamer el plato. A los minutos el señor apareció con los dos trabajos y luego de ver si funcionaba el sellador y observar por unos segundos lo colocó en las cajas de regalo que había comprado y le agradecí al señor por el servicio. Mi celular sonó con ese peculiar sonido que solo se escuchaba cuando había un mensaje, no lo desbloquee y solo lo observe en las notificaciones que era de Hansel por WhatsApp. Mire a todos lados, todavía están dentro del local, decidí responder.
[5:40 p. m., 11/05/2017]Hans 😎:
Dona Juana
[5:43 p. m., 11/05/2017]Olympia ✅:
Dime.
[5:43p. m.,11/05/2017]Hans 😎:
Encontré a tu Don Juan.
[5:43 p. m., 11/05/2017]Olympia ✅:
No eras tú???
[5:44p. m., 11/05/2017]Hans 😎:
Me halagas pero creo que no.
[5:44 p. m., 11/05/2017]Olympia ✅:
Hablamos luego, estoy en la calle.
[5:45p. m., 11/05/2017]Hans 😎:
Te esperaré hasta el fin de mis días, solo no olvides mi amor por ti.
Pd. No se de que película era eso
[5:45 p. m., 11/05/2017]Olympia ✅:
Dramático.
Apague el teléfono, un bus que iba al lugar donde estaba el preuniversitario pasaba y corrí para alcanzarlo subí entre apretones y jaloneos, llegue a mi destino con cinco minutos faltando y con una sonrisa en mi rostro de no ser afectada en el tráfico.
Decidí ser valiente aunque quería poner mi cabeza debajo de la tierra como un avestruz, Había citado a Miguel en el recreo para conversar aunque en mi cabeza yo sabía a qué iba a estar dirigida esta charla él podía pensar que era otra cosa, deje de pensar en eso porque el mensaje que le envié fue de eso que envías al profesor de comunicación.
Miguel mañana podemos hablar en el recreo.
Sin emoticones, emojis o un sticker. El respondió con un simple "ok" y recién me di cuenta de dos cosas, uno que podía entender que era algo serio y dos, era la primera vez que hablábamos por otro medio que no era en las clases o después de ellas. Se escuche el timbre y guarde mis cuadernos recién en mi mochila a pesar que la profesora había terminado sus clases hace dos minutos, no había rastros de Hansel y ni siquiera sentí cuando él se fue.
—Dijiste que teníamos que hablar Olympia, te escucho. —Un hormigueo causo en mi estomago con solo escuchar su voz. Le di la cara y intente no sonrojarme al estar tan cerca. Se había inclinado en la mesa y estábamos a centímetros de distancia.
—El día Sábado tengo un compromiso y quería que fueras mi acompañante —¡Eso sonó terrible! ¿Compromiso? ¿Enserio? ¿Cómo se llaman esos eventos informales donde van los jóvenes?
¡Fiesta! No pude decir esa palabra, o quizás no era la correcta ¿creerá que va ha ser algo de niños?
—Que directa.
Le entregue la tarjeta que escondía debajo de la mesa.
—Va a ser de temática mexicana y va haber mucha comida, ¿te recojo, me recojes o nos encontramos en el sitio?
—¿Por qué aceptaste que iba a ir? —pregunto. Metí la pata.
—Yo... yo —tartamudee. Mis mejillas ardían, no tenía que comprobar para saber que me había sonrojado.
—Déjalo, claro que voy a ir. Una fiesta de este tipo —dijo, señalando la tarjeta. —no me la pierdo. Te recojo a las ocho ¿Te parece?
—Claro. —respondí. — Ropa que represente a ese país no tan formal, Miguel. —Le recordé y me insulte mentalmente a los segundos ya que eso decía la tarjeta.
—Hecho, nos vemos mañana.
Se acercó más de lo que estaba, yo solo podía pensar que tenía unos ojos que me observaban como si quisiera ver algún lunar o cicatriz de manera más cercana, quede como una piedra congelada sentada en mi sitio. Lo vi, no miraba ninguna marca, eran mis labios lo que le llamaba la atención. Fue cuestión de segundos, el acerco su rostro queriendo acabar los mil metros de distancia y yo a una velocidad que no se de donde salió moví mi cara que hizo que besara mi mejilla y no otra parte. Se alejó inmediatamente, incómodo. Quería explicarle que no podía hacerlo ahora, no porque no estaba preparada. Ansiaba un beso suyo, me atraía lo suficiente como para desear esto pero no con un montón de ojos observando, observándonos. Era el recreo, había compañeros en el salón y cualquier profesor podía entrar en cualquier minuto.
Se fue, solo me dio una sonrisa que era de esa forzosa y me quede sola en mi espacio con un pan con aceitunas que por primera vez lo sentí solamente amargo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro