En todo el fin de semana no pudo dejar de pensar en aquella chica.
¿Porqué? Fácil:
Le debe unas galletas.

Al llegar a su escuela se dirige hacia la cafetería para poder comprar todas las galletas posibles, pero al entrar a la cafetería, la señora que atiende le dijo que una chica había comprado todas las que quedaban.
Y sabía perfectamente quien fue.

Se dirige hacia su salón bastante enojado, encontrandose la escena de Louie sentada tranquila en su silla, comiendo mini galletas y un montón de envoltorios vacíos junto a ella.

_¡¡Tú!! ¿¿Porque compraste todas las galletas??_ la señala de manera acusadora.

La chica le mira con sus ojos oliva y le sonríe.

_¡Hannor! ¿Cierto? Las compré porque podía comprarlas, ¿tienes algún problema con eso?_

_¡¡WAAAH!! No se como pudiste parecerme interesante..._

_¿"interesante"? Ósea...¿quieres ser mi amigo?_

_¿que?_

_¿quieres ser mi amigo?_

_eh...claro_

La chica sonríe y le lanza unas bolsas de galletas.

_¡disfrutalas! Después de todo, esas galletas son mías_