Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27. Susurros en el viento


Joana.

Desperté sobre la fría nieve, sobresaltada, percatándome que me había quedado dormida. Pero no era eso lo que me había despertado. Me levanté de golpe.

Aún podía sentir aquella mirada sobre mi rostro, aquellos ojos negros que me hacían llorar desconsoladamente, aquellos ojos que no recordaba. ¿quién era aquel monje que aparecía en mis sueños?

- Cho Han Nah – resonaba en el viento, haciendo que se me encogiese el corazón y mirase hacia aquel punto, aunque no podía ver nada. Estaba sola como de costumbre y aquella voz sólo estaba en mi cabeza, me recordé.

Miraba hacia él sin verle, una parte de mi alma sabía que él estaba allí, pero la otra no podía ver nada. Mi mente sabía que todo aquello era una locura, tan sólo estaba en mi imaginación, en mis sueños.

Cerré los ojos, mientras dejaba escapar una lágrima al pensar en él: Llevaba el pelo suelto, le caía sobre los hombros y el flequillo casi le tapaba los ojos. Lucía su túnica negra, impecable, y miraba hacia mí con aquella mirada que me cautivaba, y una sonrisa de oreja a oreja. Era él, el monje Gi Hyun Su.

- Gi Hyun Su – susurré hacia la nada, mientras él me miraba sorprendido por el nombre que acababa de pronunciar, pues él nunca me había dicho su verdadero nombre.

El monje.

Acababa de escuchar mi nombre en sus labios, era algo realmente imposible, sabía que su alma no podía reconocerme, que sus recuerdos se habían marchado hacía mucho, pero, aun así, ella había dicho mi nombre.

Sus palabras resonaron entonces en mi cabeza, aquello que una vez me dijo:

"A veces vuelven...Cuando un alma sufre, los recuerdos quedan atrapados en ella, y que sólo es cuestión de tiempo hasta que el corazón se conecte con la mente"

Caminé hacia ella, sin apenas darme cuenta de lo que hacía, y levanté la mano para acariciar su rostro, a sabiendas de que ella podría descubrirme, pero necesitaba saber si ella realmente habría recordado quien era, si sus recuerdos habían vuelto.

- Señor Hwan So – me llamó, tan pronto como sintió mi mano sobre su rostro, aunque no podía verme, o al menos así lo pensaba – le dije que no volviese a aparecerse ante mí de nuevo.

- Tu aura ha cambiado – le dije, al percatarme de que esa era la razón por la que podía verme si tocaba su rostro, pues el causante de aquel color rojo envolviéndola era yo. Y en ese instante, comprendí algo, ella no me recordaba, y tenía que evitar que lo hiciese, a pesar de la promesa que le había hecho de que la haría recordar, no podría mantenerla, pues aquello le traería dolor, que el hombre al que amaba se hubiese llevado a su padre.

- ¿Ha venido a por Ji Un Na? – Preguntó, mientras yo me quedaba perplejo, al darme cuenta de que de nuevo volvía a estar atada a un iluminado. Negué con la cabeza, al darme cuenta de que ella volvería a sufrir cuando la separase de su amiga. - Debería marcharse, señor Hwan So – me pidió, de malas maneras, para luego darse la vuelta y caminar hacia las montañas, mientras yo me quedaba allí mirando cómo se alejaba más y más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro