Bitácora de sueños.

III

En el laberinto psiconáutico  de mis sueños negros me halle, en busca de una redención imposible, atrapado entre paredes teñidas de sangre, con la cual se garabatearon esas palabras del final.

Vi esa versión adolescente de mi intentando huir, mientras yo me preguntaba: por que correr?, intentaba no llorar, no habia escapatoria así que decidí tomar el mando, y en uno de esos cambios de plano me halle en un espacio basto, en el cual estaba ella... la dama del puñal, con su risa tan siniestra, y sus alas sembradas en la tierra.
Camine hacia ella y al llegar la halle desnuda, ofreciéndome su carne y llamándome a ese infierno del pecado, tras los intentos fallidos de tomarla llego ese recuerdo de la frustración sexual, llego el cambio de plano y me halle intentando ahorcar con mis propias manos a esa dama, mientras ella se retorcía y entre risas dejaba salir esas palabras que marcaban mi camino hacia el descenso.

De pronto en el ultimo plano antes de despertar, me halle sujetado por mil manos, intentando ahorcarme, dejando caer así toda la culpa sobre mi.

Sueños Negros.