XVI-Capítulo Dieciséis- Año Beso. 

¡Bye, bye año viejo y decimos... JELOU año nuevo! Esperamos con ansias que éste año nuevo sea de dichas, felicidad, amor, experiencias que nos hagan mejores humanos, hijos de Dios, nos enriquezcan para sonreír ante toda adversidad. Me levanté temprano porque tenía que concretar unos asuntos varios e importantes, coloqué música en nuestro nuevo hogar, esperé que las niñas se levantarán a la hora que quisieran, hice el desayuno para mi: tostadas con nutella, un pay de limón delicioso y una taza de café negro delicioso. Hice ejercicios con la televisión, luego escuché el llanto de mi princesa menor, Louise me llamó y la encontré sentada en la cama esperando que la cogiera. 

Tomé entre mis brazos a mi bendición, le besé y agradecí a Dios por una nueva mañana a su lado. Le quité el pañal sucio, la metí en la bañera y la llené de agua con burbujas, los juguetes coloridos entre ellos patito azul, su favorito para bañarla. Estuve casi media hora con una entretenida Louise, tras el baño, la sequé, le unté crema en el cuerpo, le coloqué un body azul básico para andar por casa. La senté en su trona para comer, no pensaba en comprar una silla para comer y pensar que en casa tendría la mejor de todas, una de Stokke que enviaron especialmente para ella, pero no pudo usar por los problemas familiares, ahora utiliza una de Chicco. Serví el desayuno a Louise, hoy le tocaba el biberón con cereales y como fruta plátano.

Mientras Louise desayunaba, me planchaba el cabello para poder estar reluciente esa noche, despertó Annelisy, me pidió el desayuno, hicimos juntas pan con queso, jamón y un vaso de jugo de manzana. Aproveché para enviar un mensaje de aprobación a el jefe. 

<< ¿Sigue en pie la invitación a pasar año nuevo juntos? >> 10: 05 am. Catherine.

<< Claro. Paso por ustedes a las seis en punto.>> 10:11 am. Jefecito. 

Horneamos como hermanas un pastel de chocolate y cocinamos nuestro almuerzo Hawaiano, para llevar esa noche a la celebración por año nuevo. Disfrutamos una tarde de hornear, ver películas infantiles, jugar con Louise y sus peluches nuevos regalados por Alexandra, eran un osito, una jirafa, un jaguar en peluche. Cuando se hicieron las cuatro, le ordené a Annelisy que se duchara, para peinarla y que se vistiera, me bañé nuevamente con Louise para oler delicioso, la vestí para la noche con un conjunto de Fossen de top, lazo y short en color azul a cuadros, luciría bella para recibir el año nuevo. Annelisy llevaba un vestido de Ibtom Castle en color rosa, unas bailarinas de HyM y el cabello en dos crinejas. Yo llevaba un vestido de Versace Jeans Couture en negro, una cartera en negro de Versace Jeans Couture Clutch, acompañé con unos botines de plataforma en negro de HyM, mis accesorios fueron el collar que me regaló Nicolás, unos aretes bañados en oro que conservaba de mi antigua vida. 

Perfumadas, vestidas, listas para disfrutar de una auténtica noche. Le envié un nuevo mensaje a Nicolás con mi dirección nueva, pues... nadie sabía que nos habíamos mudado. Bajé con Louise en el coche dormida recién había bebido su biberón, eso la dejó frita. Annelisy llevaba el delicioso pastel y la pañalera de su hermana, aproveché para tomarnos una fotografía de nosotras en nuestra nueva vida en el ascensor. Bajamos a la recepción, allí esperamos a Nicolás, que debía estar por llegar. 

-¡Buenas noches, señoritas!- Susurró Nicolás, iba trajeado pero hermoso. 

-¡Buenas noches!- Mascullé entre dientes. Colocamos el seguro a Annelisy, atamos a una silla de auto a Louise que seguía felizmente dormida. 

-Se me olvidó decirles que Alexandra se tuvo que marchar ayer a Londres, porque mis padres decidieron que allá serían las vacaciones con sus nietos, pero no quise viajar, no éste año. -Anunció Nicolás. 

-¿Ya tienes hambre, Annelisy?- Preguntó Nicolás como si conociera a Annelisy de toda la vida. 

-Un poco, pero no tanto. -Expresó con timidez, Annelisy.

-¡Están preciosas hoy!- Expresó para romper un poco el silencio incomodo, el jefecito. 

-Todo gracias al trabajo. -Pronuncié. 

-¿Qué prefieren cenar en casa o en el restaurante? -Expresó Nicolás. 

-Como tu prefieras. -Respondí. Fuimos a un restaurant lujoso, compramos pizza, gaseosas y pastel de chocolate, llevamos la comida a la casa de Nicolás. 

Llegamos a su apartamento, pusimos una película llamada: Dumbo, le encantaría a las niñas según Nicolás. Pusimos música instrumental, servimos la comida, nos sentamos en su salón con vista a todos los hogares, cenamos y tras eso jugamos Jenga, Ludo, Monopolio, perdió Nicolás, sí, el jefecito de una empresa. Escribimos los deseos para el año nuevo, los envolvimos, los quemamos y los botamos. Nos tomamos fotografías con muchas caras: buenas, risas, enojadas, cantamos, bailamos, hicimos cosas que no pensábamos. Annelisy me dijo que tenía mucho sueño, le dije que podía dormir en el mueble mientras se hacía año nuevo, le prometí que la despertaría para abrazarla, la vi dormir. 

Nicolás sacó vino para beber y brindar. Llamó a su mamá, habló con ella veinte minutos. Pusimos Titanic, tras eso puso La Forma del Agua y me permití en ésta película rozar su mano y así se pasaron las horas lentamente, vimos La Teoría del Todo, la vimos a la mitad porque se despertó Louise y empezó a llorar, quería reclamar toda mi atención y aproveché para cambiarle el pañal, jugar a las cosquillas con ella y la dejé en su coche mirando las estrellas, las vistas.

Faltaban sólo veinte minutos para que año nuevo viniera, serví el postre de chocolate y Nicolás fue por las uvas que eran una tradición en mi antiguo hogar, comíamos las uvas y pedimos los deseos. Me quedé con Annelisy y Louise en mis brazos, las dos soñolientas en el mueble, escuché que la puerta se abrió bruscamente entonces significó que Nicolás volvió, lo miré profundamente y escuchamos el canal de la televisión decir que faltaban veinte minutos, nos debíamos preparar, comencé a comer el pastel, las uvas, a beber con más velocidad el vino, me volví loca. 

Entonces sin pensarlo, ni esperarlo, vino Nicolás y me besó. Annelisy despertó y nos interrumpió en el momento especial, pero ni modo. Fue el mejor beso de mi vida, el mejor con él, la intensidad con la que me besó fue impresionante, me hizo delirar en tan sólo milisegundos, me llenó de paz, pero a la vez me dejó con ganas de mucho más, de descubrir, de recordar. Me tomó bruscamente del cuello, enredó sus dedos en mis cabellos y jaló con posesividad, lamió mis labios, enredó su lengua con la mía, nos unimos en uno solo, pero se acabó muy pronto. 

Escuchamos de pronto la cuenta regresiva para recibir el año nuevo y... diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS! ¡Año 2020, ya al fin! Éste año promete para todos. 

-¡Feliz año, Catherine! Que tus sueños se cumplan éste año, que sonrías y seas muy feliz en todos los aspectos. -Expresó Nicolás, me abrazó y sonrió sinceramente. 

-¡Feliz año, Nicolás! Igual mis mejores deseos para ti. -Correspondí. Seguidamente abracé a Louise, le besé las mejillas.  

-¡Feliz año, princesa!- Expresó Nicolás y besó la cabeza de Lou, mi princesita. La abracé, sonreí. Disfrutamos de los fuegos artificiales. 

-¡Feliz año!- Pronunció Annelisy. Me abrazó y luego besó la mejilla de su hermanita, le abrazó con pena a Nicolás, tras eso comimos lo que quedaba de pastel. 

Un año nuevo con mis hermanas, un nuevo año de vida, felicidad. ¡Vamos a ver que nos va a deparar! Me recuesto en el mueble con mis hermanas, sonrío. 

-¿Quieres que las lleve ahora? -Preguntó Nicolás. Asentí con la cabeza, tomé el coche, la pañalera y a Louise en brazos, Anne caminó a pasos cortos porque estaba cansada. 

-¡Gracias por hacerme pasar el más bonito año nuevo, Catherine!- Expresó. Se iba a despedir con un beso en mi mejilla, pero no lo permití pues le di un beso casto, tras eso pronuncié despacio. 

-Besas muy bien. -Susurré en su oído. Me ayudó a bajar a las niñas del auto, las subió conmigo a la habitación, les arropó y se despidió con un abrazo en la puerta. 

Me dormí pensativa en muchas cosas, en asuntos del amor, en asuntos de la familia, pero no tenían caso. ¡Así que pronto Morfeo me visitó en mi camita!