CAPÍTULO 39
-Llamo a México y nos vamos. – Fernando se sentó en el borde del sillón tomando el teléfono inalámbrico.
-De acuerdo, amor – me recosté en el otro sillón mirando la vista increíble que daba esa habitación – tengo mucha emoción por conocer todo de aquí, Paola quiere fotos.
-Ella siempre quiere fotos o si no autógrafos. – sonrió.
Me incorporé en el sofá buscando mi teléfono, no lo había llevado conmigo por las prisas con las que habíamos salido, estaba debajo de las almohadas del sofá continuo, lo tome y estaba apagado, mientras Fernando hablaba por teléfono busque en las maletas mi cargador, a los pocos minutos este volvió a la vida, lo deje sobre la mesa de entrada y cuando volvía al sofá este vibro a un lado, me regrese de nuevo y lo tome, el nombre de Susan aparecía en la pantalla.
-Buenas tardes, Susan – me senté en el individual de al lado de la mesa - ¿cómo estás?
-Muy bien, pero tengo una mala noticia para usted, es algo delicado.
-Dime que está sucediendo, por favor. – busque a Fernando con la mirada aunque él estaba con el ceño fruncido mirando hacia el suelo alfombrado.
-Esta mañana, en un programa de televisión, una señora dio una entrevista donde habla de usted y de su familia y lo que dijo no es precisamente amistoso.
-¿Qué señora? – me levante del sofá.
-Su nombre es Camila, no recuerdo su apellido pero dijo cosas muy delicadas, en este momento tenemos a todos los medios de comunicación en el canal pidiendo que allegados a usted den declaraciones, el señor Freddy ha mandado a sacar a todos con la policía, pero no ha sido suficiente, las redes sociales no hablan de otra cosa y en Ecuador su familia también está recibiendo la visita de los periodistas.
-No lo puedo creer – para este entonces Fernando ya había dejado el teléfono y me miraba buscando una explicación a mi reacción – esto no puede estar pasando. – él se levantó de donde estaba para encender la televisión con el control remoto, o bien el adivinaba mis pensamientos o había recibido una noticia igual al hablar por teléfono.
En la pantalla se veía un partido de fútbol, le pedí a Fernando que siguiera cambiando de canal hasta que se detuvo en el que le pedí – te llamo después. – sostuve el teléfono y sentí la mirada de mi novio sobre mí.
-A continuación las declaraciones en exclusiva de Camila, la mujer detrás del pasado de Scarlet Medina – la pelirroja conductora sonrío a la cámara y se dio el paso a la noticia – yo la conocí cuando cumplía 18 años, ella y su hermana tenían un relación muy conflictiva y cuando se enteraron que su padre se había enamorado de mí no lo aceptaron – bajo la mirada – ellas querían que su padre siguiera con su madre a pesar de que estaban al tanto que esta última mantenía relaciones sentimentales con otro empleado.
-¡Esto no puede estar pasando! ¿De dónde salió esa mujer? – mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Mi amor, por favor, tranquilízate – Fernando me abrazo – tienes que llamar a tu familia.
-Scarlet movió las influencias de Fernando, que para ese entonces eran amigos, para que yo no pudiera conseguir empleo en ningún lado, su padre me dejo a un lado estando embarazada de él, la madre de esas dos niñas me hizo la vida imposible, me amenazo con decirle a todo el mundo que yo había sido la causante de su separación, esa familia me ha destruido por completo.
-¿Qué es lo que la hace hablar de todo esto en estos momentos? Según me dice esto pasó hace tres años. – preguntó el joven que la entrevistaba.
-Estaba amenazada por la familia de Scarlet, me dijeron que el apoyo que tenía su hija era tan grande que jamás me creerían, pero me canse de estar encerrada en mi sufrimiento, no es justo que la gente crea en la idea de una familia perfecta que en realidad se encargan de utilizar a las personas, ese hombre me mantuvo bajo su dominio mientras trabaja con él y yo me dejé llevar por el amor que sentía. – estalló en lágrimas.
-No puedo con esto – tome el control de las manos de Fernando y apague el televisor - ¿quién puede estar detrás de todo eso? Es obvio que es una trampa, primero esas noticias donde hablan de mi éxito en el medio y ahora esta mujer sale a dar estas declaraciones, hay algo que no cuadra.
-¿En quién estás pensando?
-En Amelia – lo mire de nuevo – solo ella puede estar detrás de todo esto.
-Es imposible, amor – cruzo sus manos – la idea también rondo mi cabeza, pero ella no te conocía para ese entonces ¿cómo va a saber todo eso?
-No lo sé, tal vez tenga ayuda, pero ella debe estar en todo esto.
-Si es así lo vamos a descubrir – tomo mi mano – no estás sola en esto y aunque ahora todo se vea mal la verdad pronto saldrá a luz, las mentiras no se sostienen por siempre, mientras estemos juntos nada malo va a pasar ¿confías en mí?
-Confió en ti. – nos abrazamos por unos segundos hasta que mi teléfono volvió a sonar, nos separamos y lo tome para abrir la llamada.
-Hermana – la voz de Paola se escuchaba agitada – esto es una locura¿tienes idea de lo que está haciendo Camila? ¡Te he estado llamando todo el día!
-Cálmate, por favor – camine hasta el balcón, necesitaba aire fresco – me acabo de enterar de todo, no tengo la menor idea de lo que está haciendo Camila en México, pero te prometo que las cosas no van a quedar así, por ahora te pido que no den ninguna declaración a la prensa, ellos saben cómo cambiar las noticias, no hagan nada hasta que yo no les devuelva la llamada.
-De acuerdo ¿cómo estás tú?
-Bien, estoy en el Belmont House, Fernando está conmigo, esta noche será su última presentación y después de eso regresaremos a México ¿crees que puedas ir con mamá?
-Con mamá no lo creo, ya sabes que no deja el trabajo por nada, pero yo sí pensaba ir, voy a comprar el boleto, con todo te estoy llamando, todo lo que esa mujer dice en televisión es falso, ella es la mala.
-La verdad saldrá a luz, ella está trabajando con alguien y vamos a descubrir quién es, un beso para ti y mamá – sentí otra llamada entrando – te quiero.
Termine la llamada de mi hermana y rápidamente abrí la otra – Buenas tardes, Freddy – me apoye en el barandal del balcón – ya se lo que me vas a decir, pero de verdad no tengo idea de...
-Escúchame, las cosas aquí están muy complicadas, la mayoría de los medios nacionales e internacionales están difundiendo esa noticia de tu ex madrastra, yo no conozco tu historia con ella, pero sin temor a equivocarme puedo decir que está mintiendo, y los medios lo saben, pero eso no significa que la noticia no llegue al público – mire a mi alrededor – por eso quiero que te quedes allá como habías quedado, no te regreses, eso solo complicará la situación.
-Pero es que no puedo permitir que esa mujer hable lo que desee, alguien debe ponerle un alto y ese alguien soy yo.
-En este medio hay dos clases de escándalos, los positivos y los negativos, la persona que está detrás de todo esto lo sabe muy bien, los primeros sirven para dar notoriedad, los segundos los utilizan para hundir al personaje público, esto es lo que están buscando, por eso quiero que te mantengas alejada de todo esto por ahora, regresa el lunes por la noche, el martes en la mañana te presentas aquí en el canal y continuamos con tus escenas, no dirás nada a nadie porque así todo perderá credibilidad, es la mejor arma que tenemos ahora.
-¿Qué dice Adolfo?
-Está aquí, lo hemos discutido y está de acuerdo.
-Está bien – entre de nuevo a la habitación – entonces nos vemos el martes, gracias por todo.
-¿Era Freddy? – Fernando estaba tan preocupado como yo.
-Si – me senté a su lado – me pidió que me quedara aquí hasta el lunes, dijo que él no tenía inconveniente en que regresará el martes a trabajar – me recosté en su hombro – todo esto me pone muy mal, es como una bomba de tiempo.
-¿Qué estás pensando?
-En que es mejor darme unas vacaciones, una vez se acabe mi contrato con la novela no lo pienso renovar, necesito alejarme de todo este sensacionalismo.
-¿Te estás escuchando? – me miro a los ojos acomodándose de tal modo que yo me incorporé en el sofá – no puedes decir esto, este era tu sueño desde siempre y ahora que es una realidad no lo vas a dejar ir – tomo mis manos – para yo poder lograr todo lo que he logrado tuvo que pasar mucho tiempo, fueron años de fracasos y luchas – frunció el ceño – este mundo no es sencillo, pero también es cierto que una parte de mi éxito te la debo a ti – beso mis manos ante mi sonrisa – tú tienes la oportunidad de seguir triunfando, no la dejes ir solo por los que quieren hacerte daño.
-Pero estoy pagando un precio muy alto – mantuve su mirada aunque la mía se estaba empañando – no puedo disfrutar de una vida tranquila, no puedo disfrutar de ti y de mi familia como yo quisiera.
-El precio es alto, pero la recompensa mucho mayor – beso mis manos – yo soy testigo de ese brillo en tus ojos cuando recibes un premio, de esa sonrisa genuina cuando alguien te pide una foto, de esa enorme felicidad que te inunda cada vez que entras al set a grabar una escena, este es tu mundo, esto es lo que amas y tienes el éxito en tus manos, no puedes irte ahora, no puedes renunciar porque este mundo también es de mente frágil y te olvidan y cuando quieras regresar será muy bien difícil – su voz era tierna –estoy de acuerdo en que tomemos unas vacaciones antes de finalizar este año, pero no más que eso.
Suspire largamente y baje la mirada al sentir las primeras lágrimas recorrer mis mejillas, me acerqué al cuerpo de Fernando y él me rodeó con sus brazos, sus palabras me habían hecho tanto bien, las necesitaba sin saberlo, necesitaba que alguien me dijera eso, el beso mi cabello y me hizo sentir segura, me quede abrazada a él mucho tiempo, necesitaba tranquilizarme, cuando nos separamos en mi rostro ya habitaba una sonrisa – Gracias – toque su rostro – gracias por ser mi amigo, consejero, mi mayor crítico, gracias por ser todo lo que eres.
-Solo trato de compensar lo que tú eres conmigo – acuno mis mejillas en sus manos – vamos a olvidarnos de todo esto, si los medios quieren hablar que lo hagan, tenemos el tiempo necesario para pensar las cosas y sacar la verdad a la luz.
-Tienes razón, nada ni nadie me robara mi sueño – lo bese rápidamente en los labios – además tenemos dos días para disfrutar de Montevideo.
-Un día solamente – alzo el dedo - ¿recuerdas que el lunes es la fiesta de despedida de Francisco? – guiño el ojo.
-Lo había olvidado, entonces regresamos el lunes en la mañana.
-De acuerdo, entonces vamos a continuar con nuestros planes.
Como había consultado en internet, le había dicho a Fernando que fuéramos hacia la Avenida 18 de Julio, que como muchos decían, había nacido para ser la protagonista de la historia de un país, pues en sus calles se podían encontrar de todo, desde un parque hasta un teatro, la distancia del hotel era de 30 minutos así que le pedimos a Espinel que nos llevará y una vez ahí le pedimos que se fuera a dar una vuelta, este era un lugar que ameritaba conocerlo a pie.
Y sin darnos cuenta llegamos hasta la plaza de la Independencia, y para este entonces ya habíamos visto el beso del concierto de la noche anterior como portada en los periódicos, hablando de nuevo de la plaza, Fernando me llevó al Mausuleo de las Artigas, me dijo que su hermano siempre lo había visitado y él quería hacerlo también, está de más decir que era impresionante, alrededor de este se levantan también el Palacio Salvo, la Presidencia de la Republica, el Teatro Solís y la Puerta de la Ciudadela, no faltó lugar para tomar una fotografía y enviársela a mi hermana, quería que ella también se olvidara de los problemas.
Como ya era un poco tarde, Fernando me dijo que podíamos comer en el Hotel Radisson, donde se encuentra el restaurante Arcadia, pero una sonrisa se dibujaba en su rostro mientras caminábamos hacia el hotel, sabía que algo traía entre manos pues él nunca sugería algo en vano, bueno casi nunca, cuando llegamos, uno de los trabajadores del hotel nos condujo hacia la parte alta, específicamente hacia el piso número 25, el restaurante era impecable y contaba con un bufete de alto nivel.
Después de darnos una copa de vino de bienvenida, Fernando intercambio palabras con el anfitrión y este cortésmente nos pidió que lo siguiéramos, Fernando me regalo otra de sus sonrisas y cuando el anfitrión abrió las puertas de uno de los balcones pude ver porque la elección de mi novio, desde aquí se podía obtener una vista espectacular de todo Montevideo y una visión privilegiada del Palacio Salvo, sabía que no me había equivocado al pedir a Espinel la reservación de un mirador, lo envolví en un abrazo por detrás mientras el viento jugaba levemente con nuestros cabellos, Montevideo era maravilloso.
-¿Ahora me vas a decir dónde vamos? – Fernando me repetía la misma pregunta por sexta vez mientras yo terminaba de abotonar su camisa mangas largas.
-No – sonreí – yo jamás te pregunto a ti donde me llevaras así que se recíproco.
-Me encanta cuando me ayudas a vestirme aunque sabes una cosa – se acercó a mí oído – prefiero que me desvistas – se alejó con una risa divertida para ponerse perfume.
-Quizás cuando volvamos al hotel – tome la cartera de la cama – es hora de irnos, César nos está esperando afuera y Espinel a la salida del lugar, los periodistas están como locos por una entrevista.
Salimos por la parte de atrás del bastidor resguardados por Cesar, eran un poco más de las doce de la noche, pero sabía que la vista a esa hora era más bella todavía; el carro dejo el estacionamiento y nos adentramos en una conversación variada al cabo de 25 minutos llegamos al mirador, cuando bajamos Fernando ya entendía parte del misterio de la cita.
-Amor, eres única – su vista estaba en toda la ciudad – gracias por esto.
-Así como tú alegras cada uno de mis días yo quiero hacerlo contigo, sé cuánto amas las ciudades en la noche y no quería desperdiciar esta oportunidad así que – extendí mis brazos – sorpresa.
-Mi castaña – me abrazo por la cintura – sabes que este es el momento perfecto para hacer una cosa.
-¿Sera lo que yo estoy pensando? – cruce mis manos por sus brazos.
-Creo que sí.
-Aguarda – me separe de él y me coloqué detrás de su espalda, lo hice girar un poco en el momento exacto en el que los violinistas entonaban los primeros acordes y la mesa del centro se iluminaba por las velas – yo también consideró que es el momento adecuado para poner fecha a nuestro matrimonio. – lo abrace con fuerza por detrás al saber que habíamos compartido el mismo pensamiento.
El apretó mis manos y las llevo a sus labios para después girarse y encontrarse de nuevo conmigo, nos dimos un beso largo al ritmo de los acordes del violín para después ocupar la mesa uno frente al otro.
-En el teléfono cada uno va a poner el mes en el que desea casarse, después nos lo mostramos y si no hemos coincidido entonces buscamos un mes intermedio – Fernando tenía un brillo especial en sus ojos - ¿de acuerdo?
-De acuerdo – abrí la aplicación de notas – estoy lista – río – a la una, a las dos y a la tres. – los dedos de ambos teclearon respectivamente en el teléfono.
-Al mismo tiempo dejaremos los teléfonos en la mesa.
-Dale, ahí está. – los dos teléfono quedaron en la mesa y reímos al ver que habíamos coincidido en el mes, pase las manos entre mis mejillas con emoción mientras Fernando se apoyaba en el respaldar de la silla con una sonrisa.
-Así que nos casamos en marzo, amor mío.
-Si – mordí mi labio – sé que habíamos hablado de casarnos este año, pero una boda no es fácil de organizar y quiero que la nuestra sea perfecta.
-Estoy de acuerdo, por eso elegí ese mes, y si tú elegías otro pensaba en convencerte con buenos argumentos.
-No que sería intermedio – alce las cejas – ¡hombres!
-Te ayudaré en todos los preparativos, no quiero verte estresada – me guiñó el ojo – sueles ser muy perfeccionista y no quiero imaginarme a las personas que estarán trabajando para la boda, querrán matarte, además que lo justo es que ambos disfrutemos de todo.
-Te adoro aunque exageras, ahora vamos al día de nuestro matrimonio.
-A la una, a las dos y a las tres – nuestros teléfonos volvieron al teclado.
-Estoy listo – dejo el teléfono sobre la mesa con su mano sobre el – deja el tuyo.
Miramos las pantallas y esta vez la risa fue mayor al ver que no habíamos coincidió - ¿El 18 de marzo?
-¿El 4 de marzo?
-¿Entonces...?
-Entonces como no podemos escoger intermedio en los números, vamos cara o sello.
-¡Cómo! Nuestra fecha de matrimonio será por la cara y el sello de una moneda – soltó una carcajada – definitivamente será algo digno de contar.
-Lo sé – metió la mano en su pantalón y sacó una moneda – te doy el privilegio de elegir.
-Cara.
Maniobró con la moneda y después de unos segundos esta voló por los aires con nuestra mirada siguiendo su rumbo, cuando cayó en la mesa dio algunas vueltas y finalmente mostró ¡cara!
-Nos casamos el 18 de marzo del siguiente año, amor – alce mis manos en señal de victoria con la risa discreta de los dos violinistas.
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