Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primer capítulo

Primer capítulo

-Por favor por favor por favor Pete- la voz de su jefa lo siguió mientras caminaba entre los mostradores.
-Maísha -miró con seriedad a los ojos mucho más oscuros que los propios- sabes que no me gusta.
-Por favoooorrr -volvió a rogar arrastrando las palabras- solo será por esta noche, lo juro, solo un par de horas al frente.

Pete apoyó las manos sobre el borde de la pileta donde estaba lavando los platos y agachó la cabeza moviéndola de lado a lado. En los años trabajando allí, era la primera vez que su jefa y única amiga le pedía que trabajara del otro lado cumpliendo la función de mozo, lo que implicaba mantener contacto con desconocidos.

-Si no fuera necesario sabes que no lo pediría -le apoyó la mano en el hombro- pero el negocio necesita mas clientes y ésta es una buena oportunidad.

Quería decir que no, Maísha, la mujer de más de cuarenta años y voz profunda no lo obligaría, pero sabía que tenía razón, la zona se estaba poblando de algunos nuevos bares de moda y ya no recibían los mismos clientes, así que esta despedida de año era una buena manera de hacerse un lugar.

-Solo será esta noche -habló de nuevo- es una empresa que nos eligió para el brindis de fin de año y tuve una baja en el personal.
-Esta bien -suspiró- no es como que me pidieras algo ilegal.
-Si -le dejó un beso en la mejilla- se que no te gusta el contacto con tanta gente, solo serán unas horas.
-¿El uniforme?
-Oh! Hoy usaremos la camisa negra, el pantalón chino y zapatos, ¿lo tienes?
-Si -se ocupó de enjuagar unos platos más ante la mirada que seguía sus movimientos- estaré listo a la hora que digas.

Poco después de terminar su turno a media tarde caminó a la pensión que alquilaba para alistarse, solo tenía unas horas para descansar, higienizarse y volver para la despedida. Cambió la remera blanca desgastada, el jean azul y las zapatillas grises por el uniforme que hace tiempo tenía guardado y sin uso, el pelo castaño liso cayendo suave sobre su frente, apenas se miró en el espejo, su imagen no era algo que le importara.

-El negro te hace extremadamente guapo -le dijo una vez que volvió vestido para la noche- si fuera por mi no te tendría allí escondido lavando platos.

Miró a los costados, el plantel completo de empleados temporarios contratados para esa cena posaron la vista en él, más de unos ojos repasando de manera apreciativa poniéndolo incómodo.
Bajó los párpados y contó atrás desde diez, solo serían unas horas, pronto volvería a la seguridad que le daba la soledad.

〰️〰️〰️

El trabajo no lo dejó analizar mucho, porque si bien el salón no era muy grande, la despedida había sido convocada para el personal de una empresa y sus familias. No tuvo tiempo de pensar en si alguien reparaba en él o lo miraba demasiado, los pedidos lo mantuvieron en movimiento constante, esquivando personas que iban y venían por todo el lugar. Pasada la media noche tuvo su descanso, parte de los presentes se habían retirado y solo quedaba un grupo ruidoso que mantenían circulando el alcohol.

-Hey bonito -lo llamó uno de los que seguía consumiendo- necesitamos unas cervezas por aquí.

Asintió y llegó a la barra para buscar varias botellas heladas y algo para que pudieran comer. Equilibró sin dificultad, después de todo, aunque no fuera su trabajo habitual, lo hacía bastante bien.

-¿Necesitan algo más? -habló mientras limpiaba un poco el desorden de la mesa.
-Mmmmm si -la respuesta vino de su costado- ¿tu nombre y número de teléfono?

Quedó paralizado por un segundo, las voces apagándose a su alrededor hasta que reaccionó de la única manera posible, alejándose sin decir nada. Ya no volvió a salir de atrás, dejó que sus compañeros se ocuparan de servir y él se dedicó a preparar todo para la posterior limpieza. Dos horas más tarde ya no quedaban clientes, uno a uno se fueron retirando los mozos contratados y luego de apagar las luces del frente y despedirse de Maísha, hizo lo mismo.
Caminó hacia el sur, las luces tenues iluminando las calles y proyectando sombras que lo hacían sentir intimidado. El sonido de una moto muy cerca lo puso alerta, caminó un poco mas rápido pero era imposible alejarse lo suficiente y la vio detenerse unos metros por delante. El corazón se sintió desbocado, los latidos sintiéndose en los oídos, no podía mover su cuerpo, los pies estaban pegados al asfalto.

-Heyyy oye -observó con terror como se sacaba el casco- lo dije enserio... me gustaría tu nombre y número de teléfono.

Respiró profundo para dominar el terror antes de negar con la cabeza y ponerse en marcha una vez más.

-Vamos! -se colocó unos pasos delante- sólo tu nombre ¿si?

Tontamente pensó que se daría por vencido pero empezó a caminar de espaldas mientras seguía pidiendo por su nombre como un niño malcriado.

-No.
-Sólo eso.

Juntó las manos en un ruego antes de hacer algo totalmente estúpido, allí, sobre una vereda bastante sucia e irregular cayó de rodillas, de seguro manchando el pantalón oscuro.

-Estas loco... -habló a media voz.
-Tal vez un poco -lo miró con unos ojos similares al chocolate derretido y una sonrisa que dominaba el rostro moreno- solo pido tu nombre.
-No...
-Por favor -pidió una vez más con una mirada de cachorrito- solo quiero saber tu nombre.

Apretó los labios fuerte para evitar que una media sonrisa se escapara, observó al tonto de rodillas a él, el pelo negro desordenado iluminado por las luces que se proyectaban desde los faroles.

-Por favor, levántate.
-¿Me dirás tu nombre?
-Tal vez...

Cuando estuvo de pie una vez más pudo ver que era apenas unos centímetros más bajo, pero esos centímetros eran compensados con una actitud carismática.

-Me llamo Pete -se resignó- ¿ahora puedo seguir mi camino?
-Hola Pete -sonrió mostrando unos hoyuelos- te pediría acompañarte pero se cual va a ser la respuesta.
-Exacto.
-Me llamo Ae, por si te lo preguntas.
-Es tarde, necesito irme.
-¿No vas a darme tu número?

Negó con la cabeza pero el morocho no pensaba rendirse.

-¿Tienes novio, pareja, amigo con derechos? -interrogó- porque dejame decirte, soy muy celoso y no voy a compartirte.
-Estas...
-¿Loco? Eso ya quedó claro.
-Tengo que irme.

Comenzó a alejarse antes de sentir que lo seguía unos pasos atrás.

-No voy a rendirme -escuchó demasiado cerca, tanto que el calor de su piel parecía tocarlo- así que ve preparándote para el momento que me digas que si.

Se alejó un poco más rápido, miró de reojo chequeando haberlo perdido y notó cuando arrancó la moto y tomó el desvío que llevaba al centro de la ciudad.

Aún a su pesar sonrió, no podía permitirse soñar con imposibles, no importaba lo hermosa que había resultado su sonrisa.

〰️🖤〰️

Hola! Gracias por estar aquí. Espero que esta nueva propuesta les parezca interesante.
Por favor, tengan paciencia si ven que desaparezco.
Saludos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro