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II-Bienvenida Maternidad

II- Capítulo Dos-Bienvenida Maternidad

Canción: Casualidad-Nacho

Desperté por el ruido del timbre que resonaba en casa, caminé con desgano, incluso sin mis zapatillas de andar por casa, mis ojeras se notaban de reojo, mis ojos estaban adormilados, mi cuerpo todavía estaba dormido. Observé el orificio que daba vistas hacia afuera, parpadee varias veces para caer en cuenta de lo que mis ojos veían, era mi novio, con una pequeña en brazos, al principio me sorprendí al notar el pequeño paquete envuelto en una cobija, estaba dormida en sus brazos.

-Tal vez, es demasiado temprano para venir. No es la hora de salir del trabajo, solamente necesito tu ayuda. Han dejado a una pequeña bebé en la puerta del consultorio, no sabíamos qué hacer, ella está dormida. - Dijo Daniel, estrechándome a la pequeña bebé, con temor la tomé en brazos, ella estaba blandita, muy suave. Era una pequeña de aproximadamente unos días de nacida, tenía unas mejillas rosadas, al parecer estuvo bien alimentada durante el embarazo, lo cual era bueno.

-¡Es hermosa! - Expresé embelesada, viendo con ojos enamorados a la pequeña bebé en mis brazos. Daniel solamente sonrió.

-La dejaré contigo unas horas. Prometo llevarla mañana a un orfanato. - Masculló Daniel con tristeza. De solo ver a una pequeña bebé en un orfanato, se me rompía el alma. Asentí con seriedad. Daniel me dio un angelical beso y se marchó, no sin antes enseñarme lo que habían dejado junto a la bebé, eran tan solo una pañalera con: Un papel importante del registro de la pequeña en blanco, un biberón vacío y un pañal de repuesto. Observé a la bebé en mis brazos, era regordeta y larga, debía tener más de una semana de nacida. 

Dejé a la pequeña en mi cama, me recosté junto a ella, a seguir descansando, puesto que tenía trabajo en la tarde, atender muchas consultas. Sin embargo, el sueño fugaz que estaba teniendo no tardó en irse, cuando me tocó hacerme despertar un llorinqueo a mi lado, la pequeña bebé se removía nerviosa en mi cama, estaba sollozando a todo volumen, mi miedo se hizo notar cuando la tomé en brazos y ella seguía desconsoladamente llorando.

-Tranquila bebé. - Musité acariciando su carita, tratando de cerrarle los ojos, probando hacerla dormir mágicamente, lo cual sería un sueño que no cumpliría. Quité con cuidado su pantaloncito, dándome cuenta que estaba manchado por haberse hecho pipí, al notar que cambiaba su pañal, se calmó, lo retiré con ganas de vomitar, la limpie con cuidado, evitando hacerla llorar, aunque fue imposible, la trasladé al baño, la única opción de limpiarla era dándole un baño, sabiendo que la temperatura del agua no era la más adecuada, estaba bastante fría, lo cual fue un error, porque no es justo para un bebé; pero lo pensé mucho después de ejecutar la acción de cambiar su pañal.

-Bebé, cálmate- Susurré despacio, pensando si ella me escuchara o captaría lo que expresaba. La sequé con delicadeza con un paño que jamás había usado, le coloqué un pañal nuevo que había en su pañalera, empezó a chupar sus manitas, lo que me hizo saber que tenía hambre. Por desgracia, no tenía comida para bebé en su pañalera, lo que me hizo maldecir, solamente había un chupete, se lo coloqué, eso por lo menos la obligó a calmarse. Tomé mi celular, tecleé el número de Daniel, al cuarto tono, respondió.

-Cariño. ¿Que pasa?- Preguntó Daniel al contestar el teléfono.

-Es que la bebé llora mucho. Le he cambiado el pañal como pude. Creo que tiene hambre. - Dije. Observé a la bebé, mirarme expectante a lo que hacia, la tome en brazos de la cama y la acerqué a mi pecho, ella comenzó a buscar como si allí hubiese algo que pudiese comer, seguramente pensó en buscar su comida en mi cuerpo.

-Compra lo necesario para ella. Pasaré por ti al salir de la reunión en la que estoy, máximo unos treinta minutos - Garantizó Daniel. Asentí con un "Sí". Colgué y me empecé a preparar para salir, me aseguré de dejar a la bebé en la cama, cubierta por una fina cobija por el frío.

Me duché, había dejado a la bebé relajada en la cama, rodeada de muchas almohadas a su alrededor, me preparé algo para desayunar seguidamente de bañarme, me quedé en bata de baño.

Cuando terminé de comer en la mesa del comedor, me dirigí hacía mi habitación, necesitaba cerciorarme que todo estuviese bien con la pequeña, me encontré con que estaba plácidamente dormida, eso me alivió, pues no aguantaba ver a una bebé llorar; sus verdosos ojos se posaron en mí, cuando estaba colocándome la camisa, decidí llevar un short de mezclilla, una camiseta roja de tirantes, unas zapatillas negras y una cartera que combinaba, mientras me maquillaba, veía a la bebé de reojo, sentí un aprieto en mi corazón, era hermosa.

Escuché el timbre, al abrir me di cuenta de la presencia de Daniel, me dio un abrazo y entró a la sala, frunció el ceño, observó la sala con determinación.

-¿ Y donde está ella? - Preguntó seriamente, con la vista fija en un cuadro de mi casa.

-En mi habitación. Iré por ella y mi bolsa. - Dije, retirándome a buscarla. Entré en mi habitación, ella estaba todavía despierta, la tomé en brazos con sutileza, la posicioné en mi hombro junto con su pañal de tela. Al entrar en la sala, Daniel me observó de arriba a abajo, incluso a la bebé y quedó unos segundos viéndole.

-Estamos enamorados de ésta bebé- Dije con sinceridad. Besando la capa exuberante de cabello rubio claro de la bebé, sus ojitos fueron abiertos, permitiéndonos observarlos una vez más. Ambos reímos. Caminamos juntos hasta la entrada de casa. Nos fuimos en su auto, por suerte de la vida, no tuvimos que lidiar con los guardias que están en los semáforos. Llegamos a un centro comercial, estaba sin muchas personas, entramos en una tienda de bebés, las personas nos observaron con descaro.

-Buenas tardes. ¿En que los podemos ayudar? - Dijo una chica pelinegra con ojos grandes y una nariz graciosa.

-Nos gustaría algunas cosas para una bebé recién nacida. - Dijo Daniel apenado

-Oh la la. Al parecer el nacimiento los tomo desprevenidos. - Dijo la mujer, observando mi abdomen. Se podría decir que mi abdomen estaba normal, no era delgada, tampoco obesa.

-Síganme por aquí. -Dijo, guiándonos por un pasillo largo muy bien abastecido. - Ella necesita leche, hubiese sido mejor que la amamantara. Esta es la mejor para ella- Dijo señalándonos un pote de leche para bebé, habían tantas marcas que no sabía cual sería la mejor para ella, tenía la gran suerte de la recomendación de la chica.

Luego, nos mostró pañales, según ella nos señaló la marca Pampers eran los mejores, absorbían bien y eran cómodos. Decidimos comprar una muda de ropa para la bebé, puesto el caso que no tenía ninguna ropa limpia, en ese caso, tomamos un kit de baño para bebés menores de seis meses, traía: champú, enjuague, una colonia, crema hidratante, crema para la pañalitis, todo lo necesario para la higiene de la bebé; además tuvimos que comprar un maxicosi, porque no podíamos llevar una bebé en un auto sin silla de coche. Llegamos a mi casa cansados, la bebé no paraba de llorar en mis brazos, todo el trayecto a mi casa, fue realmente cansado, la coloque en mis brazos, la arrullé, le canté, la coloqué en mis piernas, pero nada funcionó.

Cuando llegamos a casa, apenas entramos, preparé la leche como lo indicaba en las instrucciones, mezclé todo en un biberón, calenté el biberón en agua de maría, puesto el caso que no tenía ningún calentador. Apenas coloque el biberón en los labios de la bebé, ella comenzó a succionar con rapidez y quedó dormida en unos largos veinte minutos. Deposité a la pequeña bolita en mi cama, la cubrí con la sábana que era delgada, la vi unos minutos y recordé que Daniel, estaba en mi sala.

-Mañana será un largo día. Te amo. Descansa. Pasaré por ti, a las siete de la mañana. Iremos al orfanato. - Dijo Daniel, depositando un beso en mis labios, seguido de uno en mi frente para abandonar mi casa.

Vi el silencio que estaba en mi casa, así que me recosté al lado de la bebé, estaba exhausta del llanto incesante de ella. Admitir que la noche, había sido larga era una mentira, lloró un par de veces en las que le dí un biberón de leche, cambié su pañal y la arrullé contra mi pecho. 

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