Hace un tiempo lejano, existió un reino muy poderoso lleno de riqueza y prosperidad donde el sol siempre brillaba con intensidad, todos sus habitantes estaban muy a gusto, no obstante, debido a esto, casi no había lluvia y comenzó a marchitarse las cosechas por la escasez de agua, así mismo, el rey decreto buscar en el reino de la lluvia quien pudiera hacerse cargo pues ellos tenían la habilidad de controlar el clima con su canto. Eligiendo a la hija menor de la familia real la desposó como su futura reina, ella poseía un corazón valeroso y siempre se preocupaba por el bienestar de su pueblo cómo el de su rey fue muy querida por todos ellos

Pasando los años, Lo inevitable paso, la vida de la reina estaba dando su fin, su papel en este mundo había terminado y ya llegaba su hora de partir, aún así eso no la detuvo a despedirse con su hermoso canto bajo la lluvia.

— espero que mi canto perdure en sus corazones — susurró con su último aliento cayendo en los brazos de su rey —

Podía sentirlo, su vida siendo arrancado de su cuerpo, con sus pocas fuerzas logró escuchar por última vez a su pareja

— descansa en paz... Nike — abrazo su cuerpo con dolor —

El alma de la reina abandonó el mundo de los vivos para ser guiada al descanso eterno como debía de ser, quien le estaba escoltando, le recibió dándole la bienvenida al mundo de los espíritus.

—¿Mundo de los espíritus? ¿No es esto es el cielo? — era una pregunta para sí misma —

— podría decirse que no, su alma aún necesita pasar por un pequeño juicio, pero no se preocupe majestad yo me asegurare de escoltarla —

— si usted lo dice — hablo con algo de desconfianza pero decidió seguirlo —

Mientras transcurrió el viaje, él espíritu sintió una fuerza en el camino, este no quiso tomarle importancia y siguieron su camino. Cual fue su error... En un parpadeo, esta fuerza logró arrastrarla hacia una misteriosa puerta

— ¡¿que está pasando?! — grito siendo absorbida  — ¡¡Ayuda!!

Su escolta intento alcanzarle, más al tomar su mano, está desprendió una fuerte descarga eléctrica obligando a que la soltara. La puerta se cerro y antes de poder hacer algo... Desapareció frente al espíritu.

— debo reportar esto al consejo — abrió un portal, para alertar la desaparición  —

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Nike no sabía lo que pasaba, tenía tanto miedo que ni se atrevía a ver lo que estaba a punto de pasar a continuación...

Bump - bump

Eso es...

Bump - bump

Un latido?

— en efecto majestad — le respondió una voz fuerte y poderosa — pasara mucho tiempo para volvernos a encontrar así que preste atención, su nuevo cuerpo no tardara en reaccionar —

Frente a ella apareció la figura de un hombre portando una capucha impidiendo ver su rostro

— no entiendo, mi vida ha terminado ¿por que sigo aquí? — preguntó alterada por lo sucedido —

— Es correcto, su vida terminó en su "tiempo", sin embargo, mis colegas te trajeron aquí por error, yo personalmente te iba a dejar volver al juicio, pero... he observado cada una de sus cualidades y por lo que veo — la miro detenidamente cual león asechando a su presa — usted es la persona que necesito para ayudar a cierto... niño especial

Esa petición la tomo por sorpresa, pero lo que más le intrigaba era el... ¿Por qué? Lo que estaba pidiendo no tenía ningún sentido

— veras... La historia de este niño me es demasiado entretenida, no obstante , esta vez quiero una versión distinta de la historia original — sonrió divertido — ¡Oh! Y ahí es donde entras tú, tu único deber será entrar en la vida de ese niño ¿Alguna última pregunta? —

— ¿podre conservar mis habilidades para controlar el clima? — preguntó con la esperanza de al menos conservar aunque sea algo de su mundo —

— hm... — pensó por un breve momento — Bueno yo no tendría ningún problema, pero por el momento es necesario que tu habilidad se mantenga sellada cuando yo lo vea conveniente, hasta entonces solo podrás cantar como siempre lo haz hecho, es lo único que te daré —

De un chasquido, la oscuridad nubló su vista obligándole a caer en un estado de inconsciencia, en su mente intentaba acomodar todos los hechos

—Murió

—fue secuestrada el mundo de los espíritus.

—una persona con capucha (si es que se le puede llamar persona) le envía sin su consentimiento a un mundo que no tiene idea de como sobrevivir.

—Ahora tiene que estar al pendiente de un niño

— espera... - se dijo a si misma — ¿como se supone que voy a encontrarlo? Un momento... ¡Ni siquiera se como es! —

Las cosas se iban a complicar para Nike, sin ninguna pista ni un paradero de quien debía de proteger sería difícil cumplir aquella misión. Sin embargo, por ahora su prioridad ahora será descansar aunque sea por un corto tiempo...

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— oye... ¡Despierta! Si la directora te encuentra nos castigará a todos — reclamó una voz infantil y rencorosa —

— ¿eh? ¿Donde estoy? —

— hasta que te levantas, la directora pronto vendrá a supervisar a todos — le lanza un uniforme — tienes 10 minutos para arreglarte y si puedes asearte hazlo —

La niña que estaba delante de ella parecía tener alrededor de unos siete años, a su parecer. Sin oportunidad de responderle salió de la habitación, miró a sus alrededores, no había que ser un genio para darse cuenta de que se encontraba en un orfanato.

Se dio su tiempo para observar su cuerpo, en efecto, volvió a ser una niña de aproximadamente cinco años, a su lado había un espejo, quedó estupefacta viendo su rostro exactamente igual, se hubiera quedado a mirarse un rato más sino fuera porque recordó lo que le dijo aquella niña. De inmediato cambio su pijama por su uniforme.

Antes de irse, tomó un mapa encontrado en el suelo, al revisarlo sospecho que eran los posibles planos del edificio facilitándole las cosas.

Estando ya lista buscó lo que sería el comedor, no le fue muy difícil al percibir el aroma de la comida y corriendo a prisa choco por accidente con una pareja haciéndole caer sentada, cuando Nike se dio cuenta con quienes había chocado, quiso disculparse inmediatamente, más no pudo evitar mirar las prendas tan llamativas y al juzgar por sus pertenencias, claramente eran de clase alta.

— esto... — de forma automática se inclinó haciendo una reverencia en forma de disculpa — Lo siento mucho, no me fije por donde venía — se disculpó algo avergonzada —

Aquella pareja en vez de molestarse se le quedó viendo reflejando un poco su sorpresa, no era común ver a alguien haciendo una reverencia en forma de disculpa

— Disculpa pequeña — hablo el señor rompiendo la incómoda atmósfera — ¿cual es tu nombre? —

Nike levanta la cabeza, cuando iba a responder alguien la toma del brazo.

— señorita Nike, ¿Qué hace en el pasillo? El desayuno no la va a esperar por siempre — le llamo la atención una mujer mayor — señor y señora Wayne - sonrie falsamente — me disculpo por esta escena que acaban de ver, espero que no les haya causado molestias —

— en absoluto directora — hablo por primera vez la señora Wayne — es una niña muy educada, ¿verdad querido? — volteo a su pareja sonriendo en señal de "no hubo ningún problema" —

El hombre asintió sin quitar seriedad en su rostro

— si es así — soltó el brazo de Nike — vaya a desayunar con sus demás compañeros señorita Nike — ordenó mientras guiaba a la pareja a lo que sería la oficina — acompañenme a mi oficina señor y señora Wayne, así podremos hablar sin interrupciones —

Cuando la pareja se alejo del pasillo hasta desaparecer de la vista de Nike, se digno a irse también como se le ordenó. Al entrar, ningún niño se dio cuenta de su presencia, agradecida por eso tomo su charola de comida y fue a sentarse cerca de una ventana.

— Mentiría si dijera que el aspecto burbujeando saliendo del plato no me causa cierta repulsión — susurro lo más bajo posible rezando que nadie le oyera —

Cabría decir que el sabor de la comida que le sirvieron le desagrado a grandes escalas, bastó un bocado para querer vomitar lo poco que había consumido.

— ¡¿Qué es esto?! — pensó intentando quitar el sabor de su boca tomando la botella de agua —

Aún asqueada y con un mal sabor de boca fue al baño a devolver lo que había digerido su estómago. En el trayecto, caminando a pasos pequeños con cuidado de no llamar la atención de alguien no deseado, sin embargo, la suerte parecía haberla abandonado cuando por accidente la vieja madera del suelo colapso cayendo hasta su cintura, gracias a Dios logró sostenerse de sus brazos a tiempo impidiendo que la gravedad hiciera lo suyo.

— ayuda!! — imploró asustada — quien sea!!

Era inútil, nadie la podría escuchar, todo el mundo estaba en el comedor comiendo esa comida que debía ser tirada a la basura. La directora bien gracias en la oficina importándole un comino lo que podría pasarles aún bajo sus propias narices

— si tan sólo... Pudiera controlar el aire — susurro enterrando hasta sus propias uñas en la madera —

No sabía cuanto tiempo más resistiría, sus brazos eran menos resistentes que antes. Cuando menos lo espero la madera en la que se sostenía se quebró, cerro sus ojos esperando lo peor de la caída....

Continuará...