Un concepto tan básico como la paz, la comprensión y la charla son tan difíciles de conseguir entre una fuerte guerra...

Algo que difícilmente se puede arreglar con algo tan básico, todos piden sangre y los que quieren la paz guardan silencio llevándoselo la mayoría de veces a la tumba.

La culpa, el perdón.

La estupidez y la inteligencia.

Opuestos como el agua y el fuego.

Uno tan calmado y frío, sin ningún malestar ni deseo que me lleve a la desesperación. Quizás mis aguas están turbias ahora, pero pronto se calmaran con el tiempo.

El otro, chispeante e impredecible, con deseo de más y más. Siempre a la defensiva llevándose todo consigo.

Su fuego quema, pero mi amor por Dios es más fuerte y mantendré mi postura.

Mis ángeles no pueden asesinar a los demonios por temor a la ira de nuestro Dios, pero ustedes pueden asesinarnos con honores sin el temor de ser expulsados de su parte del cielo.

La envidia no debería estar en mi, pero aún sigo siendo parte humana.

Mi dios todo poderoso todo lo cura, y como su encarnación, con las manos tocaré sus cielos y a sus ángeles terrestres y traeré a todos a su paraíso.

Orare lo necesario para estar conectada con el señor que creo la tierra y las estrellas.

– ¡Señorita Niry!

Suspira con calma y me levante para encontrarme con mi pequeña hija adoptiva, tierna y compasiva aun que algo torpe... Luz.

– ¿Sucede algo? ¿Por qué gritas tanto?

– ¡E-Estan atacando el pueblo!

Y en un vuelo veloz, llegué al pueblo tras la noticia. Ahí estaba el, tras un largo y amargo tiempo...

– ¿Cómo estás pequeña Nirelle? ¿Te apetece jugar otra vez?

Su tonta sonrisa.

No se si la odio...

O la amo...

©MaxinTheWolf©