La vida de Isis es cómoda, idílica y plagada de amor... O eso le hace pensar la frágil burbuja mental que ha creado con el paso de los años, hasta que un día se topa con la realidad y descubre a quién tiene a su lado: un auténtico machista y maltratador.

Deja todo atrás y solo se lleva consigo una maleta cargada de miedos, incertidumbre y tristeza.
Todo su mundo empieza a desmoronarse, como cartas de naipe en efecto dominó, y su estabilidad mental se encuentra intentando mantener el equilibrio sobre el filo de un alambre que amenaza con despeñarla al vacío.

Armándose de valor y como último remedio, decide pedirle ayuda a un desconocido psicólogo que no duda en ofrecerle más de lo que espera. Un salvoconducto que le parece desorbitado e inapropiado, lo que hace que salten todas sus alarmas. Sin embargo, pese a lo que le dice la razón, Isis acepta. Total, si ya no le queda nada, ¿qué más puede perder?