ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 4 ᴜɴᴀ ᴠɪꜱɪᴛᴀ ᴀʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ
Nora
En este momento debería estar en la universidad, entregando el trabajo de literatura, pero no puedo. Me costó demasiado decidir si debía venir o no, este lugar me trae muchos recuerdos demasiado bonitos, pero también uno doloroso.
Después de estar mirando por un largo rato el gimnasio nacional, decidí entrar, el pasillo esta igual como la última vez que estuve aquí, camino lentamente con la indecisión de querer salir huyendo y no volver.
─ ¿Nora? ─una voz familiar se escucha a mi espalda
Respiro profundamente y volteo hacia donde proviene la voz.
─ Nora ─la chica frente a mí se abalanza a abrazarme─ espera que las chicas te vean ─tomó mi mano y me guio hacia donde todas deben estar entrenando
─ El lugar no ha cambiado nada ─logro decir después de un rato
─ Te hemos echado mucho de menos, después de ese día ─desvió la mirada hacia el frente─ no volvimos a saber de ti, te buscamos en el hospital, pero nadie nos quiso decir nada
─ No me sentía estable emocionalmente ─Tara asintió, me dedico una sonrisa cálida
Seguimos caminando hacia la entrada del salón de entrenamiento, había chicas practicando en unas colchonetas, otras jugando un poco con la cinta y la entrenadora supervisando todo.
─ ¡Miren quién ha venido a vernos! ─Grita Tara─ nuestro cubito de hielo
─ ¡Nora! ─todas dejaron de lado su entrenamiento y corrieron a abrazarme
─ No me dejan respirar ─me quejo─ supe que la otra semana tienen una competencia
─ Y les va a ir de maravilla ─la entrenadora camina hacia mí─ más ahora que la persona que tanto admiran, vino a verlas ─baje la mirada
Cuando volví a levantar la mirada, ya me estaba abrazando.
─ ¿Quieres un café? ─pregunto después de un rato─ el pastel de chocolate aún sigue siendo el mejor aquí ─asiento─ chicas, continúen con el entrenamiento
Todas asintieron, retomando sus actividades.
Nos dirigimos hacia la cafetería en silencio, estar acá me hace sentir nostálgica, recuerdo las competencias, los entrenamientos y la emociono cada vez que ganábamos.
─ ¿Qué tal la universidad? ─pregunta
─ Bien, un poco alocada estos últimos días ─digo al recordar el trato que hice con Dylan─ resulta que ahora estoy en una relación falsa
─ ¿Cómo es eso? ─alza las cejas, acomodo los codos en la mesa y tomo su taza de café
─ El idiota con el que siempre compito en las clases de literatura, me pidió que fingiéramos que estábamos saliendo, para que una chica que no deja de buscarlo se alejara, a mí me sirve para que mi mamá deje de querer organizarme citas ─abrió los labios y los volvió a cerrar─ y pusimos reglas
─ ¿Qué reglas?
─ No salir con nadie más en público, besos solo cuando sea extremadamente necesario ─mis ganas de matarlo volvieron a aparecer, ahora que recuerdo el beso de ayer─ nadie aparte de nuestros mejores amigos se puede enterar de que es falso y... que debo unirme al grupo de animadoras
─ Estás aquí por lo último, ¿cierto? ─asentí─ ¿todavía tienes miedo?
─ No sé si es miedo, pero siento que mi cuerpo aún no está preparado ─deja la taza en la mesa y toma mis manos
─ Tu cuerpo está preparado para volver a entrenar ─respiré profundo, sabía lo que diría─ es tu mente la que no está
─ Desde que paso el accidente, no pude volver acá ─una lágrima se deslizó por mis mejillas─ esa lesión... llegue a pensar que no volvería a caminar ─me pase las manos por debajo de mis ojos limpiando las lágrimas
La recuperación fue lo más difícil, tuve que empezar a caminar de 0, a moverme como si nunca lo hubiese hecho, un simple golpe puede provocar lo peor.
─ Lo quieres intentar ─asentí─ lo harás bien, de solo estar en este momento acá...es un enorme paso
─ Gracias ─ tomé mi taza de café, que ya está frío ─mañana debo hablar con la entrenadora, estoy nerviosa─ mordí mi labio para evitar volver a llorar
─ Anda paso a paso y cuando te sientas lista
─ Volveré
─ Siempre tendrás un lugar acá, es tu hogar
Terminamos de tomarnos el café, pedimos un pastel de chocolate para llevar, acompañé a la entrenadora con las demás para despedirme y prometí que volvería a venir a verlas. Caminé hasta el estacionamiento, colgué la bolsa donde está el pastel en el manubrio y encendí mi moto.
Me fui por la carretera, el tránsito es casi nulo, por lo que acelere un poco más de la velocidad usual, cuando llegue a la residencia el Mustang negro de Dylan estaba estacionado.
¿Qué hace acá?
Deje mi moto en su lugar y me acerque donde Dylan.
─ Espero que estés acá por una razón de vida o muerte ─rodó los ojos
─ Te mandé mensajes, pero no contestaste ─saque mi celular de mi mochila para comprobar lo que decir─ era para avisarte que el profesor está contento con el trabajo
Miente
─ ¿A qué viniste?
─ No te crees nada lo que digo, ¿verdad?
─ No sabes mentir ─lo señalo─ aparte, no creo que vendrías solo para decirme eso
─ Me invitaron a una fiesta ─ya sé por dónde va esto─ ¿me puedes acompañar?
─ No ─respondo al instante
─ ¿Por qué no? ─se afirma en su auto─ va a estar Kylie, y no me dejará tranquilo
─ Entonces no vayas ─giré con la intención de irme, pero me sujeto del brazo─ ¿Qué?
─ 2 horas ─fruncí el ceño─ solo vamos 2 horas, y te traigo de regreso
Pero qué irritante
─ Bien ─antes que festejara volví a hablar─ pero, debes comprarme el desayuno por una semana
─ Sí, lo que tú digas
─ Tengo que ir a dejar mis cosas ─muevo la bolsa en mis manos─ ¿vas a subir o me esperas acá?
─ Me quedo acá, es más seguro ─está buscando que le dé en la cabeza con un ladrillo─ es broma, pero me quedo acá
Entre en el ascensor con toda la lentitud posible, cuando llegue a mi habitación deje el pastel en la nevera y me dirigí a mi placar para buscar mi chaqueta de cuero. Guardé mi celular, billetera y llaves en los bolsillos y salí hacia el ascensor nuevamente.
─ Más te vale que no te emborraches, no seré tu niñera ─comenté apenas me subí al auto
─ No lo haré, no tengo quien conduzca hacia mi casa en caso de que pasara ─me quede pensando en lo de la fiesta del domingo─ a esa fiesta había ido con Jeremy
─ ¿Ahora no va? ─negó con la cabeza─ ¿puedo poner música? Este silencio me aburre
─ Ve si funciona ─se refiere a eso
Solo desconecté un cable.
Arregle lo que había hecho y encendí el parlante, busque la canción en mi celular, Dylan me mira de reojo.
─ ¿Cómo lograste entrar a mi auto?
─ No te lo diré ─le di play a la canción─ listo
La música se apoderó del silencio, Dylan tenía la mirada puesta en el camino y yo no podía dejar de pensar que volviera a entrenar, no es gimnasia rítmica, pero se le parece y me servirá para sentirme más segura.
Ir a allá y verlas a todas, fue como volver al revivir el pasado.
─ ¿Por qué faltaste hoy? ─Dylan rompió el silencio
─ Tenía unas cosas que hacer ─me miro unos segundos para luego volver su mirada al camino─ mañana hablaré con la entrenadora
─ ¿No lo ibas a hacer la otra semana?
─ Me siento prepara ahora ─abrió los labios para hablar, sin embargo, los cerro y solo asintió
El resto del camino lo seguimos en silencio.
Dylan aparcó en una casa que parecía un arbolito de navidad, bajamos del auto y caminamos hacia la casa.
─ Estamos en la casa de Barbie ─me burlé─ parece un árbol de navidad
─ ¿Eres el grinch?
─ Tal vez ─le guiñe un ojo─ vamos, que la tortura empieza
Paso su brazo por mis hombros y entramos a la casa de Barbie.
─ ¿Quieres algo de beber? ─pregunto con una sonrisa
Miré a todos lados hasta que me encontré con Kylie, que no nos quitaba la mirada de encima
─ Creo que me quieren matar con la mirada ─susurre cerca de su oído
─ La noté apenas entramos ─dice sin quitar su mirada de mí─ vamos al jardín, deben estar todos ahí ─asentí
─ Primero ─pasé por el lado de donde estaban los vasos y me serví ponche─ esto
─ No que no querías
─ No dije eso ─me giré para quedar delante de él─ tú eres el que no puede beber, porque tienes que conducir
Seguimos caminando hacia donde se encuentran los del equipo, y me percate que en un rincón están las animadoras, incluida el diablo, digo mi mejor amiga.
─ Voy a saludar a Elena ─le comento a Dylan─ después vengo
Deje a los jugadores hablando estupideces y me acerque a mi amiga.
─ Amor de mi vida, no pensé que vendrías
─ Ni yo ─respondí─ pero, me trajeron ─miré a Dylan
─ ¿Cómo va eso? ─me jala del brazo para que nos alejemos de las demás
─ Bien, por momentos le quiero lanzar un ladrillo por la cabeza, pero va bien
─ Si no supiera que es falso, diría que son novios de verdad
─ Es el arte de fingir ─jugué con el contenido de mi vaso─ hoy fui a la academia
─ ¿Qué paso?
─ Me sentí bien, al volver a verla a todas ─levante la mirada─ volver a estar en mi lugar y... mañana hablaré con la entrenadora
─ ¿Te vas a unir al equipo? Pensé que lo harías la otra semana
Estos se ponen de acuerdo
─ Me siento preparada ─sonreí─ solo debo ir paso a paso y lograré volver a lo que era
─ Yo sé que lo harás ─paso su brazo por mi hombro─ ahora divirtámonos, mientras no tengas que irte
─ Solo esteré 2 horas ─digo─ esa fue mi condición para venir
─ Sabía que no te había convencido tan fácil
Caminamos devuelta hacia el grupo de animadoras, mientras más tiempo lejos de Dylan pudiera pasar, mejor para mí.
Después de terminar mi vaso, deje a Elena hablando con las chicas mientras iba por otro, si iba a estar acá, habia que aprovechar.
─ ¿Eres la novia de Dylan? ─una chica se acercó a mí con una sonrisa─ perdón por la imprudencia, pero es un poco raro que no estés con él
─ Primero que nada querida ─terminé de rellenar mi vaso y volteé a verla─ No te conozco, así que no tengo porque responderte ─tomo un sorbo y levanto el vaso─ que te diviertas
La escuche insultarme mientras la dejaba hablando sola.
Me acerqué nuevamente a Elena, pero no logre estar ni 5 minutos hasta que una voz nos interrumpido.
─ Buenas noches ─Dylan saludo a todas y deposito un beso en mi mejilla─ me debo robar a mi chica, ya se nos está haciendo tarde
Todas asintieron con una sonrisa, mientras Elena me observaba con picardía.
─ No era necesario que te acercaras tanto ─quite su brazo de mis hombros y camine hacia el auto
─ Yo creo que fue totalmente necesario ─sonrió antes de encender el auto─ ¿Cuál es el destino?
─ Mi casa
─ Como digas belle
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