Anécdota de @JalanThelis

Hace como tres años, iba en mi penúltimo año de colegio. Estaba comenzando una relación con un chico que en ese entonces creía amar.

Siempre fui muy regular, y mi periodo debería llegar en un semana más, pero el muy bastardo se adelantó, y ya verán de qué forma...

Para que entiendan mi historia tengo que agregar que soy intolerante a la lactosa; cada vez que la consumo me hincho como un globo.

Un día en el receso ese chico me dio un chocolate casero que hacía su mamá; me lo dio con tanto cariño que no pude evitar darle una mascada (sin contar que se veía muy rico). Todo bien hasta ese momento. Como dos horas más tarde ya tenía una barriga del porte de una embarazada de ocho meses.

Tocaron el timbre para salir de clases y yo esperaba al chico este, de repente sentí que alguien me abrazó muy fuerte por la espalda, en ese instante todo lo que había dentro de mí bajó por mis piernas...

¡La bomba atómica azotó con todo! Entre el sonido de un gas enorme producido por mi intolerancia, y mi maldito endometrio que acababa de hacer su aparición, llamaron la atención de todos los alumnos que salían de sus salas para dirigirse a casa.

El suelo se manchó de rojo, mi falda y toda mi dignidad estaba en esa poza roja... El chico tiró su mochila sobre la poza para disimular. Me fui corriendo al baño esperando a que todos se fueran.

A la media hora después que salí del balo, él estaba esperándome, con su mochila roja y un gran abrazo.

A los tres meses terminamos, y ahora está de novio con un chico.