## Midoriya Izuku ##

El comentario de Kacchan me sorprendió. Me quedé unos momentos en blanco sin poder procesarlo. Era raro que se hubiese acercado hasta donde estábamos y aún más que me hubiese dirigido la palabra, porque antes habíamos discutido. Si es que se le puede llamar así a la situación tan extraña en mi habitación y su posterior huida.

-Deku-kun.- Uraraka agitaba sus manos frente a mí llamando mi atención.- ¿Qué te pasa?

-N-nada.- Alcancé a decir.-

Pero Uraraka me miraba con un gesto de reproche y giró sus ojos. Cruzó sus brazos a la defensiva.

-Llevo un rato llamándote. Parece que no estés aquí, no me gusta que me ignores.- Parecía verdaderamente ofendida. Me sentí mal.-

-Lo siento, Uraraka-san.- Respondí bajito.- Tengo nuchas cosas que pensar.

Y era cierto. Porque lo que más me dejó estupefacto fueron precisamente sus palabras. Quizás le daba demasiadas vueltas a las cosas, pero era demasiado extraño que Kacchan se preocupara porque no me acostara tarde y, sobre todo, que hubiera dejado a un lado su orgullo para decírmelo.

Con esos pensamientos me dirigí a mi dormitorio seguido de una Uraraka molesta. Se despidió en el pasillo para ir a la zona de las chicas con un gesto serio.

Me acosté pensando que el día siguiente iba a ser muy largo.

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## Katsuki Bakugou ##

Ya en mi habitación, me desquité con la almohada, quemándola con una explosión. Cada vez que pensaba en Deku y esa desgraciada de Cara Redonda, se me revolvía el estómago y eso me jodía enormemente.

Pero más furioso me ponía haberle dicho algo al Nerd, no tenía que haber abierto mi jodida boca. Me sentía como un imbécil, lo que sólo me enfurecía más.

Pude dormir después de haberme desahogado con algunas otras cosas de mi habitación aparte de la almohada.

Me despertó el sonido de la maldita alarma unas horas más tarde, recordándome que ya se había terminado mi castigo y por fin podría asistir a clases. Pero no quería verle la cara a ningún jodido extra, iba a ser un día de mierda.

Después de tomarme una ducha para despejarme, preparé todo con orden para bajar a desayunar. Me sobraba tiempo. Después de todo, siempre me iba bien, siempre era puntual, era la puta perfección en todo lo que hacía.

En la cocina sólo me encontré con los más puntuales, que eran Tokoyami (el emo idiota) y Ojiro (el cola de mono). Por suerte, no eran muy habladores y no me encontré con nadie de mi grupo.

Desayuné lo más rápido que pude y me encaminé hacia la clase. Llegué el primero. Sonreí con superioridad, hasta en eso era el mejor.

Esperé un buen rato, había llegado cuarenta minutos antes. Quizás me había pasado con la puntualidad.

Entonces vi al segundo alumno entrar por la puerta. Mi cuerpo se tensó, aunque intenté actuar con normalidad. El maldito Deku iba tan putamente absorto en sus pensamientos que todavía no me había visto.

-Ah.- Dijo al ir hacia su asiento y levantar al fin su mirada hacia mí.- H-hola, Kacchan.

Mierda. De todos los jodidos compañeros que tenía en la clase, justo él tenía que llegar tan temprano.

-Tsk.- Es todo lo que salió de mi boca.-

Miré por la ventana para ignorarlo. Lo que menos me apetecía era mantener una maldita conversación con el Nerd.

-¿P-podemos hablar?- Se escuchó decir a Deku. Me di la vuelta intentando parecer aburrido, la verdad es que me había llamado la atención su nerviosismo.- ¡¡P-por supuesto, n-no ahora, después de clases, c-claro!!- Habló de forma atropellada.-

-Otra vez con tus jodidas mierdas. No voy a hablar contigo, mierdecilla.- No iba a pasar otro jodido momento incómodo.-

Entonces llegaron el cuatro ojos y la cara redonda y se acercaron a saludar a Deku. No me habló más, pero sí me dirigía alguna que otra mirada interrogante o triste.

Desearía poder decir que me importaba una mierda, pero lo cierto es que no podía evitar girar mis ojos hacia su sitio de vez en cuando para ver su mueca concentrada o cómo murmuraba sobre algo que no pude entender. Jodido Deku.

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## Todoroki Shoto ##

En la clase todo parecía normal. Cuando llegó Aizawa, todos se sentaron obedientes, aunque el grupo de Bakugou llegó tarde. Venían todos juntos, probablemente habrían estado hablando de algo serio.

Me fijé en cómo Bakugou no le quitaba la vista de encima a Midoriya, y éste último simplemente lo miraba de vez en cuando a escondidas, aunque se hacía bastante evidente. Pensé que esos dos tenían más que una relación complicada, no eran capaces de aceptar sus sentimientos por el otro y aún menos hablar las cosas con normalidad.

Cuando terminó la clase, Uraraka se acercó corriendo a Midoriya sonriendo, sin darle tiempo ni a levantarse de su asiento. Ese gesto me pareció extraño, pero no sospeché. Al fin y al cabo, no era un secreto el amor de Ochaco por él.

-Deku-kun, ¿Te vienes conmigo luego a comer?- Preguntaba Uraraka.-

-C-claro, Uraraka-san. Siempre voy con vosotros.- Le respondió Izuku un poco confundido.-

-B-bueno, me gustaría que fuesemos... Y-ya sabes, sólo nosotros dos.- Me sorprendió lo directa que estaba siendo.-

-Mmm... V-vale, supongo que no hay problema con eso.- Midoriya tenía un gesto amable.-

Me acerqué a ellos y conversé un poco. Me di cuenta que entre Midoriya y Ochaco había un ambiente tenso, parecía que no estaban muy bien el uno con el otro. Eso sí me pareció inusual.

El resto del día vi como cada vez que Miroriya intentaba acercarse a Bakugou, Uraraka se ponía en medio y le decía cualquier cosa para alejarlo. Es más, no se separó de él en ningún momento.

Decidí que iba a mantener una conversación con ella después.

Llegó la tarde y me dispuse a hablarle. Ella estaba al lado de Izuku, e Iida estaba con ellos.

-Uraraka-san.- La llamé con tono neutral.- ¿Podrías ayudarme a transportar unos muebles a mi habitación? Son muy pesados y pensé que podrías aligerarlos un poco con tu habilidad, así tardaría menos.

Ella no se negaría a ayudar a un amigo estando delante de Midoriya, aunque tuviera que dejarlo a solas unos minutos.

-S-sí, claro, Todoroki-kun.- Puso una sonrisa forzosa.-

-Pues vamos ahora, están en el salón de los dormitorios.

Me miró un poco fastidiada, aunque se veía que intentaba fingir amabilidad. Miró a Izuku y le dijo que no tardaría.

Andábamos por el parque que había de camino a la Residencia.

-Oye, Uraraka-san.- Me paré en seco, debía ir al grano.- ¿Qué sientes por Midoriya?

Ella también se paró con brusquedad delante de mí, estaba de espaldas, pero no se giró a mirarme.

-¿P-por qué preguntas eso?- Era evidente que se había puesto nerviosa.-

-Porque no te despegas de él.- Dije lentamente acercándome a ella para verle la cara.- Y porque parece que intentas alejarlo de Bakugou.

Tenía la cara muy roja y apretaba los puños con fuerza. Mis palabras seguramente eran acertadas a juzgar por la mueca de fastidio que hizo con lo último que dije.

-¿Me equivoco?- Cuestioné.-

-Eso no te importa.- Dijo seca e intentó seguir su camino. Yo la paré poniendo una mano en su hombro.- Déjame caminar, por favor.- Seguía igual de seca y se le había pasado un poco el sonrojo, parecía simplemente molesta.-

-Midoriya se merece ser feliz con la persona que él elija.- Dije con la misma sequedad.- No puedes interferir en su relación con Bakugou.

-Lo que yo haga no te importa.- Soltó molesta y quitó mi mano.- Si no necesitas mi ayuda realmente, me vuelvo con Deku.

Me sorprendió su actitud. Ella no era así, no era tan brusca ni era una mala persona, nunca la había visto así. Su amor por Midoriya la estaba dominando. Se dio la vuelta y caminó de regreso al campus.

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Nota de la autora.

Bueno, he decidido meter a Todoroki aún más y que definitivamente Uraraka manifieste sus sentimientos alejando a Deku de Bakugou, simplemente para justificar mejor la historia uwu.

Deben darse una serie de circunstancias para que se acerquen, porque siempre han tenido una relación muy complicada.

¿Qué os parece la historia hasta ahora? ¿Cuál ha sido vuestra parte favorita? Os leo en los comentarios. ❤

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