## Midoriya Izuku ##

Llegué a clase mentalizándome de nuevo de todo lo que tendría que hacer de tarea debido a estos días perdidos por el castigo y pensando que intentaría ponerme al día lo antes posible. Sabía por Todoroki que había un tema importante que yo debía saber, pero del cual él no podía hablarme. Así que estaba expectante por lo que me esperaba.

No pude evitar pensar de nuevo en Kacchan. Él se perdería otro día en la academia y me sentía en parte culpable, aunque hubiese sido él el que empezó la pelea.

Sacudí mi cabeza por segunda vez en el día con la esperanza de hacer desaparecer toda la pena que sentía. Entonces pensé que me aplicaría mucho y me centraría en las clases para olvidarlo todo, al menos por el momento, pues necesitaba volver a la normalidad y había perdido mucho por no estar en clase para atender a las lecciones de la academia.

Entré decidido a la clase 1°A, y comencé a disculparme de una forma quizás demasiado efusiva con todo el mundo, pero realmente me sentía muy mal por haber decepcionado a mis compañeros y profesores con mi actitud, la cual había sido impropia de un héroe.

Entonces nos hablaron de las residencias y entraron los alumnos estrella de la UA, los de tercer año que más sobresalían, los tres grandes. No cabía en mí de júbilo, estaba tan emocionado que por un momento ya no estaba pensando en nada más que eso y creí que explotaría de felicidad.

Aunque también me preocupaba la residencia, pues Gran Torino no tenía una empresa en la que hacer esas prácticas y nadie se fijó en mí en el festival deportivo como un posible buen candidato porque salí muy lastimado.

Al salir de clases, me topé con un Todoroki que llevaba una expresión rara en el rostro.

-Midoriya.- Su voz sonaba igual de impasible que siempre.- ¿Podemos hablar?

Mentiría si dijera que no me puse muy nervioso. El día anterior se había declarado y en ese momento quería hablar commigo. Aún así, no podía negarme, tampoco sabía de qué quería hablar, quizás estaba preocupado por algo.

-Vale, Todoroki-kun.- Le respondí un poco inseguro.- ¿Va todo bien?

"Qué pregunta más tonta." Lo pensé y aún así no pude cerrar la boca y lo solté sin más. Todoroki al ver mi expresión probablemente avergonzada, sonrió. Eso me tranquilizó un poco, aunque seguía nervioso.

-Todo bien.- Seguía sonriendo y me miraba con un gesto amable.- Tranquilo, Izuku, estoy bien, sólo quiero hablar contigo en privado un momento.- Dijo, al ver que yo no quedé muy convencido.-

Al final acabé siguiéndolo por los pasillos y subimos al tejado. No recordaba haber estado ahí con anterioridad, no era un lugar concurrido. Muy adecuado para una conversación privada.

Cuando por fin llegamos al sitio elegido por Todoroki, se paró delante mío. Estaba de espaldas a mí, así que no podía ver su cara. Entonces se giró, y cuando eso pasó, mi corazón dio un vuelco. Él tenía los ojos un poco llorosos, pero intentó sonreír con una mueca que más bien resonaba tristeza.

-Perdona, Izuku.- Volvió a llamarme por mi nombre mientras se pasaba la manga que cubria su brazo por los ojos, tratando de secar sus lágrimas. Me sorprendió que el tono de su voz siguiera tan impasible como siempre.- No era mi intención que me vieras así.- Sonaba serio, ya había dejado de llorar.

Yo me había quedado demasiado sorprendido para reaccionar. Nunca había visto así a Todoroki. Era doloroso y más sabiendo que probablemente era mi culpa.

-No es tu culpa.- Dijo como leyéndome la mente.- No te preocupes por mí.- Ya sonreía de nuevo.- No es eso por lo que te he traído. Quiero hacerte una pregunta y quiero que seas sincero.

-V-vale.- No podía ocultar mis nervios, seguían ahí, mezclados con una frustración que se acrecentaba al ver así a mi amigo.- ¿De qué se trata?

-¿Qué sientes por Bakugou?

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## Katsuki Bakugou ##

Ya había terminado mis labores del castigo. Por la hora, todos mis compañeros debían estar saliendo de clases. Me enfurecía no poder saber qué mierda estaba pasando. Iría muy retrasado con respecto a esos extras y sentía rabia.

A los pocos minutos, reconocí en la entrada a los de mi clase.

-Ey, Katsubro.- Kirishima me saludaba alzando una mano.- ¿Qué tal esa limpieza? Hoy estuviste solito, ¿Te sentiste abandonado?

Como siempre venía dando por culo. Y ese día yo no estaba para nada de humor.

-¡Cállate, Pelos de mierda!- Grité y él empezó a descojonarse de mí.

Como soltara alguna otra frase de mierda, me daba igual que fuera mi amigo, juraba que explotaría esa jodida boca afilada que tenía.

-Ey, no te pongas así, bro. Ya hoy es tu último día.- Se acercó más a mí y se dispuso a soltarme una palmadita en el hombro, pero se detuvo al ver mi cara asesina.

Cansado, me senté en el sofá con mi grupo. Este consistía en Kirishima (pelos de mierda), Kaminari (neuronas defectuosas), Mina (ojos de mapache) y Sero (cara plana). Los autoproclamados "Bakusquad". Realmente era algo propio de mí poner motes a todo el que me rodeara. Curiosamente, pensé, "Deku" era el más normal de todos. Ese pensamiento me enfadó, y no sabía cómo seguía aún en pie después de todas las horas que había pasado estando mal.

-Bro, esa mueca alejaría hasta a tu madre.- Se mofó Kaminari.- ¿Qué te pasa?- Se acercó un poco a mí, en realidad se le notaba la preocupación.-

-Nada.- Respondí seco y levantando la mano para alejar su cara de una explosión, pero se me adelantó sujetándome por la muñeca .- ¿Qué mierda?

-A ti te pasa algo.- Me miró fijamente y estaba empezando a estresarme.-

-¡Déjame en paz! ¡No me toques, joder!- Quité la mano bruscamente soltándome de su agarre. El resto también tenía sus ojos posados en mí. Supongo que estaban sorprendidos con mi actitud.

-Ey, Blasty.- Hablaba Mina.- Ni siquiera lo has insultado.

"Mierda" pensé. Ya había captado la atención de mis compañeros. Ni siquiera yo sabía qué me pasaba.

-¡Iida-kun!- Escuché la voz de cara redonda detrás de nosotros.- ¿Sabes dónde está Deku? No lo vi al salir de clase.

-Uraraka-san, no grites mientras corres por la residencia.- Decía Iida con rectitud y un brazo levantado haciendo aspavientos.- Midoriya se fue con Todoroki-kun. Espero que no hayan incumplido las normas yendo al tejado, los vi subiendo por las escaleras.

Una vena peligrosa apareció por mi frente.

-Joder...- Murmuré con ira.

-Bakugou.- Kirishima captó de nuevo mi atención. Después de la interrupción de Uraraka, todos me miraban de nuevo.- Se nota que algo no anda bien. ¿Tiene que ver con Midoriya?

Empecé a respirar con dificultad y sentía un poco de mareo. Al fin las horas sin dormir y los cambios bruscos de actitud provocaron en mí una sensación de malestar que me hacía estar ido. Me levanté del sofá, quería largarme de allí lo antes posible. No sabía si ir a mi habitación o ir a buscar al imbécil de Deku.

-¡Ey, Bakugou, contesta! ¿Qué coño te pasa?- Kirishima me había cogido del brazo parándome de repente.

Miré hacia atrás y todos se habían levantado del sitio y me miraban con preocupación.

-Sois una molestia.- Mi voz era ronca y demasiado baja.- Sólo quiero que me dejéis en paz.

-¡No te dejaremos en paz en ese estado!- Esta vez hablaba Mina.- Llevémoslo a la habitación.- Susurró de manera que sólo lo escucháramos nosotros, pues ya habíamos llamado la atención de toda la sala y nuestros compañeros nos miraban con intriga.

-No habléis de mí como si no estuviera. Y no me voy a dejar llevar por unos inútiles como vosotros.- Hablé bajito y despacio, más que nada porque el mareo comenzaba a disminuir aún más mi adrenalina y me imposibilitaba salir corriendo hasta perderlos de vista.

Al final terminé en mi habitación sujeto por mis amigos, si es que podía llamarlos así. Al principio me resistí e intenté explotarles la cara, pero acabé perdiendo las pocas fuerzas que me quedaban.

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Nota de la autora

Hi! De verdad me gustaría saber qué opináis de cómo va transcurriendo la historia. He intentado lo más posible apegarme a las personalidades de ambos y describir hechos de la historia porque quiero que se ajuste al manga y me pareció relevante contar los hechos de la pelea, pues fue un acontecimiento importante para su relación.

Cuando comentéis iré subiendo más capítulos uwu.

Gracias una vez más por leer mi historia.

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