Capítulo 37- Un día "normal" (Última parte)
En realidad, las cosas no habían cambiado mucho, seguía haciendo misiones regularmente, de vez en cuando visitaba a Ao Bing, le hacía unas cuantas travesuras a su maestro; y por supuesto, el resto del día se la pasaba con el mono pelirrojo.
A decir verdad, todos sus días libres estaban reservados para él.
A veces sólo tenían una charla un tanto forzosa sobre su día, a veces discutían por cosas sin sentido (por supuesto que todo era más que un simple juego, nunca peleaban en serio), otras veces se acostaban en el pasto para mirar el cielo, daban un recorrido por los alrededores hasta el anochecer.
Pero otras veces, sólo se dedicaban a una sola cosa, hacerse compañía uno del otro, una compañía silenciosa pero agradable, donde no necesitaban palabras para sentir esa calidez dentro de sus cuerpos.
Nezha realmente comenzaba a acostumbrarse a esa nueva "rutina", y ciertamente no le molestaba en lo absoluto, era un sentimiento nuevo que le generaba paz, como si no tuviera que preocuparse de nada más.
Si esto era a lo que la gente le llamaba estar enamorado, entonces podría decir firmemente se equivocó al pensar que había sentido lo mismo por su amigo dragón.
Pero... ¿podría culparse?
Para ser honestos nunca había tenido un amigo, y el primero que entró a su vida lo había tratado tan bien que no sería de extrañar de que confundiera una gran admiración por una atracción que va más allá.
Nunca lo tuvo tan claro como ahora, Ao Bing era como el hermano que nunca tuvo, y Sun Wukong pues ... él era otra historia, una que prefería guardarse para sí mismo.
Justo ahora se encontraba vagando por el sendero del bosque, se encontraba tan tranquilo y tan sereno que cualquiera que lo viera diría que no es el mismo demonio que aterrorizó a la aldea, simplemente un muchacho común, porque, a decir verdad, ni él mismo sabía desde cuándo dejó de usar su forma de niño.
Aunque probablemente se hubiera esforzado en demostrar que seguía siendo el mismo diablo, en este momento no le importaba en lo absoluto. Después de todos merecían tener un tiempo de paz, había pasado por tanto desde hace meses, que la sola idea de tomarse un tiempo a solas le resultaba tentador.
No había visto a Mei desde hace semanas, no desde que se enteró de su "derrota", para su sorpresa la chica se lo tomó mejor de lo que había pensado, no sin antes advertirle que no dudaría en aparecer si el fuego en su relación se apagaba. Y en cuanto al macaco de seis orejas... no había sabido nada de él desde que el Rey Mono barrió el suelo con él por... ¿Milésima vez consecutiva? Ciertamente su rivalidad no le interesaba.
- ¿Nada mejor que hacer?
Sonrió de lado al reconocer la voz, -no deberías estar haciendo... ya sabes, ¿algún aburrido papeleo?
Wukong le regresó la sonrisa, -sabes muy bien que odio esas cosas.
Nezha rodó los ojos divertido, esta era otra de las cosas que comenzaron a hacer muy a menudo, cuando buscaban cualquier pretexto para salir de sus tediosos deberes. - Entonces... ¿viniste sólo a verme?
- Venir a desestresarme un poco es parte de mi rutina, - finalizó Wukong acercándose hasta quedar frente a frente.
Nezha sólo disfrutó del momento, fue un pequeño beso, algo rápido, como un pequeño bocadillo dulce antes de volver a probar un platillo amargo, antes de volver a la tan indeseada rutina de siempre.
Creyó haber sentido la presencia de alguien más, pero rápidamente lo descartó, era muy temprano para preocuparse por futuras consecuencias.
...
El azabache se dirigía nuevamente hacia su casa, seguía igual de apacible y sereno.
Una voz familiar lo sacó de su pequeño, pero muy adictivo trance, era Ao Bing, aunque por su cara juraría que acababa de ver a un fantasma, - ¿te espantaron a algo así?, - preguntó en un tono burlón.
-Para ser honesto, algo parecido.
- ¿Viste algún alma en pena?, - siguió con su juego.
- Te ví a ti.
La sonrisa desapareció de su cara junto con su tranquilidad.
...
-Es que ... todavía no puedo entenderlo.
-No necesitas entenderlo, sólo finge que no viste nada, - interrumpió el azabache reuniendo el poco autocontrol que le quedaba para evitar un ataque de nervios, - además, ¡¿nadie te envió a estar de entrometido o sí?!
- No fue mi intención, - se disculpó el dragón, - es sólo que estabas actuando tan raro últimamente que yo...
-Está bien te perdono, - habló Nezha poniendo una mano sobre el hombro del contrario, - siempre y cuando prometas no decírselo a nadie, - porque para ser honestos, no tenía la más mínima intención de hacer su relación oficial al resto del mundo, al menos no por ahora.
Ao Bing suspiró, - no puedes solo-
- Sí puedo, tan sólo mírame, lo llevo haciendo desde hace semanas.
- ¡¿Semanas?!, - el peli-azul trató de recuperar su postura, - Nezha, de amigo a amigo... creo que deberías recon-
-No voy a reconsiderar nada, - volvió a interrumpir el azabache, - tranquilo Bing, tu querido superior está en muy buenas manos.
-En realidad, estoy preocupado por ti, la relación que ustedes llevan no me parece del todo correcta.
- ¡Ni siquiera sabes qué tipo de relación es!, ¡no puedes deducir todo con un simple... -lo pensó mejor, - ¡con una simple es escena!
...
El viento acarició suavemente el cabello del demonio de fuego.
Ao Bing llevaba un par de días tratando de convencerlo de "pensar mejor" las cosas, y él simplemente se había dedicado a evitarlo. No quería despreciar la preocupación de su primer amigo, pero ciertamente tampoco quería escuchar sus discursos.
Aunque ahora se arrepentía de no haber arreglado las cosas antes. Miró discretamente a sus costados, estaban en medio de una misión, y el silencio era incómodo a morir, incluso si ninguno de los dos decía nada, había un aura pesada alrededor de Ao Bing y Sun Wukong.
El dragón fue el primero en romper el silencio, -Si me lo permite, me gustaría discutir algunas cosas con usted.
-No veo el problema, - contestó Wukong desinteresadamente, aunque ya se daba una idea de lo que era.
-La conversación puede llevarse después de terminar el trabajo, - interrumpió Nezha, como si la situación no fuera ya lo suficientemente incómoda.
-Me disculpo, pero esto es algo que debemos discutir en este momento, - interrumpió Ao Bing.
El azabache estaba por volver a hablar, pero una mano en su hombro lo detuvo. Era la primera vez que Wukong le dedicaba una mirada de ese tipo, era tranquila, confiada, como si tuviera el plan perfecto para no volver a preocuparse por algo como esto.
-Yo me haré cargo, - prometió el Rey Mono con una sonrisa pequeña, pero apacible.
Nezha se sintió más tranquilo, podía dejar el resto en las manos del mono.
-Escucha dragón, lo que pase entre nosotros no te incumbe, así que sería muy grato de tu parte que no vuelvas a meter las narices en donde no debes.
Suspiró con desilusión, o tal vez no, definitivamente había estado esperando mucho de Wukong. - ¡No tienes porqué hablarle así!
- ¿De qué otra forma debería hablarle a otro entrometido hijo del viejo Guang?
...
Cabe destacar que su "pequeña" discusión duró mucho más de lo pensado, no sabe ni cómo lo logró, pero convenció a Bing de dejar el asunto, a regañadientes por supuesto. Aunque la verdad no sabe si lo que lo convenció fueron sus palabras de honestidad o las amenazas de Wukong.
Cualquiera que fuera el caso podría pasar una temporada más pensando en cómo decírselo a sus padres, pero por ahora podría esperar, sólo esperaba y confiaba en que lo entenderían.
Miró de reojo al mono, ahora se encontraban admirando las estrellas, - aún no lo entiendo, ¿por qué no pudiste detectarlo?
- ¿Y quién dijo que no lo hice?, sólo no pensé que fuera a tomarse las cosas tan personales, - admitió el Rey Mono indiferente.
El demonio rojo rió secamente, seguía sin entender del todo como podía amar y querer matar a alguien al mismo tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro