Capítulo 33 - Confesión
Nezha recorría el bosque a paso lento, si sus sospechas eran ciertas, entonces... ¿qué demonios iba a hacer?, si el mono había recuperado la memoria... ¿debería hablarle o cavar un hueco en la tierra y quedarse ahí el resto de su vida?
Bufó con molestia, como iban marchando las cosas lo más probable es que terminara por hacer lo último, no estaba seguro de cómo se lo había tomado Wukong, es lo que verdaderamente le preocupaba. Era como la primera vez que convivió con él bajo los efectos de la poción, fue rechazo inmediato, desde el primer contacto sintió asco; ¿y si el mono tenía la misma reacción al verlo?
Rió levemente burlándose de sí mismo, Wukong lo superaba en muchas cosas, incluso tenía más valor que él, tuvo el valor de declararle sus sentimientos sin temor, aun sabiendo que lo rechazaría. Es más, lo rechazó más de una vez, le dio un trato hostil, y aun así, siempre tuvo la misma seguridad de que se saldría con la suya.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un ruido, miró sus alrededores con cautela, sin embargo, no pudo ver nada; agradecía tener sus armas a la mano. Dirigió su vista a las copas de los árboles y tomó una posición defensiva, alguien se aproximaba rápidamente; tan pronto como el desconocido saltó por el siguiente árbol usó su ceda mágica para capturarlo.
- ¡¿Qué diablos fue eso?!, -dijo el macaco sobándose la cabeza.
- ¿Liuer?, -habló Nezha sorprendido, ¿no se suponía que había regresado a su casa?
- ¡¿Tú otra vez?!, -gritó Liu Er apuntándolo acusadoramente.
- ¿No deberías estar en tu casa?
- ¡Eso no es de tu incumbencia!, -contestó el macaco tratando de liberarse, -hazme un favor y quítame esta porquería de encima. -Sin embargo, sintió que la ceda se apretó aún más.
-Primero responde mi pregunta, -habló el azabache un poco molesto, nadie le decía porquería a su lazo mágico.
- No soy tu sirviente, -respondió Liu Er, - si quieres saber algo pregúntaselo a tu novio.
Nezha desvió la vista molesto, le reclamaría, de no ser porque la idea no le incomodaba en lo absoluto.
El mayor aprovechó su pequeña distracción para soltarse y tratar de escapar; pero para su mala suerte, la seda mágica bloqueó sus posibles salidas.
El macaco frunció molesto, no era ningún debilucho, fácilmente podría quitárselo de encima; sin embargo, prefería dejar la violencia como última opción, todavía no estaba seguro de qué relación tenía ese niño con su amigo de la infancia. Pero tenía el terrible presentimiento de que si le hacia algo al demonio, Wukong no dudaría en patearle el trasero.
- ¡¿Qué dominios quieres de mí?!, -preguntó Liu Er con molestia.
El azabache se sorprendió un poco de su reacción, ahora que lo pensaba mejor, el macaco y el mono se parecían más de lo que se veía a simple vista, pensó que el mono de seis orejas era más alegre, pero al parecer, ambos resultaron tener el mismo humor de mierda.
-No es para tanto, -dijo Nezha guardando su seda roja, - no esperaba verte por aquí, dijiste que regresarías a tu casa.
-Solo vine a arreglar cuentas con alguien.
- ¿Otra copia?, -preguntó Nezha un poco preocupado.
Liu Er negó con la cabeza mientras se iba, pero inmediatamente paró en seco, no estaba de humor para tener una «amistosa charla» con Sun Wukong; tal vez el niño sepa algo, después de todo está en el mismo equipo, no pierde nada con preguntar.
- ¿Te pasa algo?, -interrogó el menor con la ceja alzada.
-Oye... ¿de casualidad has oído hablar sobre un gigante de hielo?
- ¿Gunbayen?, -habló Nezha automáticamente, era el único gigante que conocía.
- ¡¿Lo conoces?!, -dijo el macaco sorprendido, no esperaba encontrar información al primer intento.
-Supongo.
- ¡¿Dónde está?!, -interrogó el mayor.
El azabache hizo una pequeña pausa, Gunbayen fue el responsable de la destrucción de la aldea de Wukong, todos fueron ejecutados, incluido el amor olvidado del mono y el macaco; - ¿es por ella?
-Escuché que ese maldito se refugiaba por aquí, fue un dolor de cabeza encontrar información de utilidad.
-Lo sé, -habló Nezha dándole la razón, el mismo gigante dijo que se encargaba de eliminar a todos aquellos que pudieran delatarlo, no era de extrañar que no se tuviera mucha información sobre él. -Si te sirve de algo... ya está muerto.
- ¿Cómo sabes eso?, -preguntó el mayor sin poder esconder su sorpresa, ¿cómo era posible que ese chiquillo ajeno al problema supiera más del caso que él?
-Porque estuve ahí.
- ¿Quién lo hizo?
-Wukong.
Liu Er suspiró, ese mono le ganaba en todo, hasta para la venganza; pero, por otro lado, ahora podría dormir complemente tranquilo. Aun así, había algo que todavía quería saber, no era por ser chismoso pero la curiosidad no lo dejaba en paz.
-Cambiando de tema, -habló el mayor para llamar la atención del contrario, -lo de que tú y Wukong son novios lo digo en broma, sobre todo para molestar al mono; también sé que eres de su equipo; pero ya hablando en serio, ¿qué eres de él?
-Me tengo que ir, -dijo Nezha marchándose.
-Oye... ¿porqué me evades el tema?, -interrogó el macaco siguiéndolo, -no te cuesta nada decirme.
-Si te acercas más no respondo.
Liu Er retrocedió una distancia considerable, ya había recibido suficientes golpes, -ya te he dicho varias cosas sobre mí, lo mínimo que deberías hacer es regresarme el favor, ni que te estuviera pidiendo algo imposible.
-Está bien, -dijo Nezha parándose, - te lo diré, si me dices más sobre ella.
- ¿Sobre la antigua novia de Wukong?
- ¡¿Novia?!
-Sí, ¿algún inconveniente?
- ¡Nunca me dijiste que fueron novios!, -se quejó el azabache. Pero para su sorpresa y desconcierto, el contrario comenzó a reír.
-Pensé que solo eran cosas mías, pero tal parece que no, con esto me acabas de confirmar mis sospechas, así que no trates de negarlo; -habló Liuer sin poder ocultar su sonrisa, - todavía no puedo creerlo, ¿de verdad te gusta el Rey Mono?, -preguntó con un tono un poco burlón, - ¿al menos ya lo sabe?
-No, -contestó Nezha desviando la mirada cabizbajo.
El macaco borró su sonrisa, ya había pasado por eso, y era una sensación para nada agradable; -tengo cosas que hacer, ya me voy.
- ¿Lo que dijiste hace un momento es verd-
-No, -interrumpió el mayor, -solo lo dije para para comprobar mi teoría.
Nezha lo miró con un poco de preocupación, - y sobre eso... ¿tú vas a-
-No se lo diré a nadie, -contesto Liu Er empezando a caminar, -como dije en la primera ocasión, su vida privada no me incumbe.
- ¿No dirás nada?
El macaco le dedicó una muy leve sonrisa, -mi boca es una tumba, de aquí no saldrá nada; es más, lo acabo de olvidar, -finalizó para después perderse en el espeso bosque. No era el dios del amor para decidir que era lo correcto, así que simplemente se dedicaría a no entrometerse y dejar que las cosas fluyan, solo esperaba que todo esto no terminara en otra desgracia.
El azabache soltó un suspiro de alivio, todavía no tenía en claro por qué el macaco decidió guardar su pequeño secreto; ¿tal vez porque al igual que él era un fracaso en el amor? Agitó un poco su cabeza para diluir sus pensamientos, debía continuar con su camino...
-Gran Sabio... desde que volvió se a comportado un poco extraño... ¿seguro que se encuentra bien?, -preguntó Liuer un poco preocupado.
-No te preocupes por mí, estoy bien; solo son cosas del trabajo, -respondió el Rey Mono fingiendo tranquilidad, porque la verdad es que su mente estaba hecha un lío.
Estaba recargado en una de las paredes de una choza de la aldea, había venido al pueblo del pequeño monje para checar que todo estuviera en orden y también poder despejar su mente; sin embargo, no logró esto último.
Al final se decidió por dar un pequeño paseo por los alrededores, al menos así Liuer no se preocuparía. Miró sus alrededores un rato mientras sentía cómo el viento movía su pelaje, era una sensación agradable, sin embargo; su tranquilidad no duró mucho, ya que el crujido de una rama lo puso en alerta.
Permaneció quieto en su lugar, una entidad desconocida se aproximaba, esperó pacientemente a que la persona se acercara lo suficiente; el viento se dirigió hacia su dirección, lo que le permitió oler con claridad el aroma de su dueño, su cuerpo se congeló al instante, no importaba que hubieran pasados años, todavía no olvidaba su dulce fragancia.
-Tal vez ya me olvidaste, pero-
Wukong se dio la vuelta rápidamente, formando una cálida sonrisa, -nunca te olvidaría.
La mujer formó una sonrisa en su rostro, -ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos... Wukong.
El Rey Mono la observó un poco, su cabello, sus ojos, su dulce sonrisa, no había cambiado nada desde aquella vez, seguía igual de hermosa. Lamentablemente su subconsciente lo trajo de nuevo a la realidad.
-Estás muy lejos de la aldea, ¿hubo algún problema?, -preguntó Sun Wukong con calma.
La chica le volvió a sonreír, -nuestra aldea se encuentra bien, en realidad... vine a pedirte un favor...
- ¿Qué necesitas?
-Necesito que regreses a la aldea.
Wukong parpadeó un par de veces un poco confundido.
-Sé que visitas la aldea de vez en cuando, pero no es suficiente... yo... te necesito a mi lado.
El Rey Mono le dedico una sutil sonrisa, -trataré de visitarlos más a menudo, lo lamento, pero no puedo quedarme permanentemente, tengo muchos asuntos que arreglar y-
La mujer posó su dedo índice sobre la boca del contrario, -es mejor dejar el pasado atrás, no tienes porqué retenerlo; solo deja que todo se vaya, como si fuera un mal sueño.
Sun Wukong reflexiono un poco sus palabras, ¿dejar el pasado atrás?, ¿fingir que todos sus problemas no existen?, la idea era muy tentadora, tal vez... solo tal vez... podría ser lo mejor en este momento, fingir que nunca recuperó esos recuerdos indeseados.
-Lo tendré en consideración, -dijo el Rey Mono.
- Hace tiempo me hiciste una declaración, ¿lo recuerdas?... ¿ya no significa lo mismo para ti?
-Siempre ha tenido el mismo valor, desde ese día hasta ahora, -contestó Wukong con seguridad.
-Entonces... ¿qué te retiene?
Wukong sonrió levemente, - en realidad-
-Papá... ¿por qué estas con esa mujer?, -preguntó una pequeña voz triste.
- ¿E-Es tu hijo?, -preguntó la chica sorprendida.
Sun Wukong estaba por negarlo, sin embargo, el niño se colgó de su brazo.
- ¿Ya no quieres a mamá?, -habló Nezha en su forma de niño fingiendo tristeza; -mamá se pondrá muy triste.
-Entonces... ¿esto es lo que querías decirme?, ¿qué ya... estás casado?, -preguntó la mujer con voz un poco temblorosa y triste, -en ese caso, yo... debo irme, -dijo corriendo en la dirección contraria.
- ¡Espera!, ¡Saki!, -habló el Rey Mono, sin embargo, la chica no pareció escucharlo.
-Dudo que te oiga, - dijo el azabache desinteresado mientras metía las manos en los bolsillos.
Wukong lo miró con enojo, de todas sus molestas bromas esta era la gota que derramó el vaso, era el colmo; - ¿por qué demonios hiciste eso?
-De cualquier forma ya se fue, -contestó Nezha restándole importancia.
- ¡Esta vez pasaste la línea con tus tonterías!
- ¡No es ninguna tontería!, -contestó el azabache tomando su verdadera forma para encararlo.
- ¡Por supuesto que lo es!, -dijo el mayor molesto, - ¡¿por qué no me dejas en paz?!, ¡¿por qué siempre causas problemas?!
- ¡Porque parece que es la única forma en la que puedo llamar tu atención!
Las palabras hicieron eco en la cabeza del Rey Mono, lo que le provocó una gran confusión, - ¿para qué quieres eso?
Nezha miró con un poco de temor hacia el suelo, era hora o nunca; -para que te fijes en mí, porque tú... me gustas.
La declaración le cayó como agua helada a Wukong, por primera vez deseó que el demonio estuviera jugándole una broma, sin embargo; no era así, sus palabras eran tan claras como el agua, y tan sinceras como un niño pequeño. Ahora todo cuadraba, sus recuerdos, el extraño e inusual comportamiento del menor, todo. ¿Cómo habían llegado a esto?
Volvió a mirar al menor, su mirada se suavizó un poco mientras suspiraba levemente, no era la primera vez que rechazaba a alguien ni sería la última, -escucha niño, lo siento, pero yo...
Pequeñas gotas de agua salada comenzaron a resbalar por las mejillas de Nezha, no era necesario seguir escuchando, era más que obvia su respuesta, siempre lo supo, sin embargo, parece que nunca lo quiso aceptar, porque ahora mismo no estaba listo para ser rechazado.
-Lo pensaré.
- ¿Qué?, -preguntó el azabache limpiándose los rastros de lágrimas.
-Necesito pensarlo, mañana te daré una respuesta, -dijo el mayor marchándose, -ven a la misma hora.
Nezha lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista, volvió a limpiar su rostro, Wukong no lo rechazó, pero tampoco lo aceptó. Suspiró como chica enamorada, tendría que esperar hasta mañana...
Al día siguiente se despertó temprano y se alistó para irse al lugar acordado, sin embargo, mientras caminaba estaba perdido en sus pensamientos, sonaba duro, pero era la verdad, el mono no tenía ninguna razón para corresponderle, entonces... ¿por qué necesitaba pensarlo?
-Llegaste temprano.
Nezha miró al frente, topándose con la mirada del mayor, ¿había llegado tan pronto?, - ¿ya lo decidiste?
El Rey Mono asintió levemente, -ya tomé una decisión, pero te diré más tarde.
El azabache hizo una mueca de confusión, - ¿por qué?
-No has comido ¿cierto?
Nezha quedo aún más confundido, se sentía nervioso y a la vez intrigado.
-Por aquí hay un lugar en donde podemos comer, sígueme; -habló Wukong haciendo señas con la mano.
-Yo no... no lo entiendo.
-Solo sígueme, -dijo Sun Wukong tomándolo suavemente de la mano.
Nezha no dijo nada y solo dejó que el mayor lo guiara, si este iba a ser su último día al lado del mono... al menos debería tratar de disfrutarlo.
Caminaron un poco hasta llegar a una especie de taberna, la cual estaba a las afueras de la aldea del monje. El Rey Mono lo siguió guiando hasta llegar a una mesa apartada, no pasó mucho para que llegaran un par de empleados a servirles, al parecer el contrario ya había reservado el lugar con antelación.
Nezha miró su comida, ¿por qué el mono se estaba comportando así?
-Ya puedes empezar, -dijo Wukong amablemente mientras le acercaba un vaso, -toma esto.
El azabache miró al mayor de reojo, la mirada de Wukong era... indescriptible, no se veía molesto, pero tampoco era una mirada alegre; volvió a mirar el vaso y lo tomó entre sus manos, aspiró el aroma, parecía algún tipo de té, lentamente comenzó a acercar sus labios para beber del contenido.
Por su parte, Sun Wukong miraba neutralmente la escena, ya había rechazado a muchos con anterioridad, pero... por alguna razón, no pudo hacer lo mismo con Nezha, ¿tal vez porque ya había convivido con él?, ¿o porque no se esperaba su declaración?, tal vez... ¿sintió lastima?, ¿empatía?, sinceramente no lo sabía, no sabía por qué no pudo decirle que no.
Pero eso ya no importaba, el té estaba mezclado con una de las pociones de la vieja Lady, a diferencia de la que él tomó, esta tenía un efecto totalmente opuesto; era una poción de desamor, con eso todos los recuerdos y sentimientos del demonio hacia él se esfumarían permanentemente.
Por esa razón había hecho su pequeño teatro, para poder arreglar el problema desde la raíz, miró de reojo al menor, el cual ya se había llevado el vaso a la boca; un pequeño sorbo y todo acabaría, era mejor así, era... lo mejor para todos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro