- ¡¿QUE ES LO QUE TE PASA POR LA CABEZA?! – dijo un muy molesto Nezha.

- Yo solo paso la voz, no soy más que un mensajero del Palacio Celestial, ya dije lo que tenía que decirte, así que me voy – dijo Taiyi marchándose del lugar.

Nezha se encontraba más que molesto con la situación, trató de calmarse recapitulando todo lo que le había pasado en los últimos días:

«Acababa de despertarse en un lugar que no conocía, sentía su cuello adolorido, miró su entorno; estaba un poco oscuro, poco a poco se fue reincorporando hasta que escuchó el sonido de una cascada, miró a sus espaldas, y en efecto, había una cascada, al parecer estaba dentro de una gran cueva, y la cascada era la que cubría su entrada.

Con la mirada buscó a Bing, pero no lo encontró. Estaba completamente solo, lo único que recordaba era que estaba peleando con Sun Wukong, después de eso todo se oscureció.

-Hasta que despertaste Nezha, - dijo un peli-azul caminando a su dirección, iba acompañado de... ¿un niño?

- ¿En dónde estamos? – preguntó el azabache.

- Descuide, estamos en un lugar seguro, - dijo el niño.

- ¿Y quién eres tú? – preguntó Nezha con una mueca de leve disgusto; ese niño que había salido de quien sabe dónde, estaba tomando la mano de Bing con mucha confianza, y el peli-azul no parecía disgustado.

- Su nombre es Liuer, es un aprendiz de monje; mientras estabas inconsciente fui a la aldea más cercana y me topé con él, nos puede ayudar. – dijo Ao Bing con tranquilidad.

- ¿Y porque no me despertaste? – dijo el azabache indiferente, aunque por dentro estaba un poco dolido; no importaba que su intención fuera saber dónde estaban, ¿en serio lo había abandonado a su suerte sabiendo que estaba inconsciente?

- Traté de hacerlo varias veces, pero no respondías y me preocupé, así que fui a la aldea más cercana en busca de ayuda, hasta que me topé con Liuer; le conté lo sucedido y se ofreció a mostrarme el camino de regreso. – Respondió Bing. - No era mi intención dejarte solo, pero no sabía qué hacer en esas circunstancias; - dijo el dragón mientras se hincaba en una rodilla, tal y como lo hacía su padre, - te pido mis más sinceras disculpas Nezha.

-Descuida Bing, solo preguntaba, no había necesidad de que te disculparas, - dijo Nezha sonriendo, pero la verdad es que le hacía muy feliz escuchar eso; Bing sí se había preocupado por él.

– Bien, en ese caso deberíamos marcharnos en este momento, ya deberíamos haber llegado a casa; tus padres podrían preocuparse. – dijo el peli-azul.

- ¡Entonces síganme!, les enseñaré el camino, - dijo Liuer entusiasmado mientras se dirigía a la salida de la cueva. Ao Bing y Nezha solo se limitaron a seguirlo.

Después de eso se despidieron del niño, aunque en todo ese tiempo había conservado su verdadera forma, ya que en su forma de niño era un poco más bajo que el niño monje, y ni de broma aceptaría ser el más pequeño del grupo.

«Aunque incluso en su verdadera forma, el peli-azul era un poco más alto que él por un par de centímetros, al parecer los dragones se desarrollaban un poco más rápido que los demonios; mientras Bing aparentaba tener 17 o 18 años, el aparentaba un máximo de 16 años.»

Luego Ao Bing le contó lo que había pasado minutos antes de caer inconsciente; al parecer Sun Wukong aprovechó la fracción de segundos en la que se distrajo para noquearlo, eso explicaba su dolor de cuello, y con Bing había hecho lo mismo.

También le contó sobre Liuer, dijo que le había tenido confianza porque fue uno de los pocos que no le habían tenido miedo, y fue el único en acercársele para ofrecer su ayuda.

Por si fuera poco, Bing le dijo que el niño era prácticamente un fanático de Sung Wukong, según sus propias palabras, mientras le contaba lo sucedido y mencionó al mono, el niño inmediatamente se emocionó y no dejaba de hablar sobre él hasta que le dijo que ese era la razón de sus problemas, fue entonces cuando paró de hablar.

Para Nezha, todos tenían derecho de admirar a quien quisieran, sin embargo, no entendía porque el niño lo admiraba tanto, ¿qué tenía de especial ese mono?

Por otro lado, una vez que llegaron a la aldea de Nezha, Ao Bing se despidió y el azabache se dirigía a su casa con un poco de inseguridad; era la primera misión que habían fracasado, y no sabía con qué cara se lo diría a sus padres, sobre todo a su padre.

Justo cuando estaba por abrir la puerta alguien lo llamó:

- ¡Nezha ven para acá, es urgente!, - dijo Taiyi a la distancia mientras le señalaba el punto de encuentro, el cual estaba a las afueras de la aldea.

El azabache suspiro de alivio, era como si sus plegarias hubieran sido escuchadas.

-Iré directo al punto, en un par de días se llevará a cabo una misión de suma importancia, por lo que se ha tomado la decisión de reclutar a un nuevo miembro que los ayude a completar ese trabajo. – explicó su maestro con rapidez.

- ¿Todo el alboroto era solo por eso?, ya hemos hecho varias misiones, ¿qué tiene de especial esta? – preguntó Nezha indiferente, últimamente para su maestro todo era urgente.

- Esta viene desde el Palacio Celestial, ya que su última misión fue un fracaso el emperador ha decidido enviarnos a uno de sus hombres. – contestó Taiyi.

- ¿Un Guerrero Celestial? – se dijo Nezha, era más una afirmación que una pregunta. – Sigo sin entender el problema, - concluyó el azabache.

- Es un general de alto rango, será tu superior de ahora en adelante, así que trata de no atacarlo cuando lo veas, - dijo un cansado Taiyi.

- ¿Atacarlo? – se preguntó mentalmente, ¿por qué querría hacerlo?, ni siquiera lo conocía... ¿o sí?

Llegó el día de la misión, y en todo ese transcurso sus padres no habíantocado el tema de su última misión; tal vez ya sabían lo que pasó o simplementeestaban tan ocupados que se les olvidó, mejor para él. Nezha caminaba hacia el punto de encuentro en su forma de niño, cuando escuchó voces, al acercarse vio a Bing hablando con alguien que estaba recargado en un árbol.

Portaba una armadura divina, por lo que dedujo que se trataba del Guerrero Celestial; no podía distinguir bien su figura, ya que el árbol en donde se recargaba tapaba la mayor parte de su cuerpo.

-Nezha llegaste – dijo Ao Bing interrumpiendo sus pensamientos.

El azabache se acercó con cautela, por alguna extraña razón sentía que algo estaba mal; una vez que estuvo frente al sujeto se quedó congelado...

-Wukong-sama, en nuestro primer encuentro no tuvimos la oportunidad de presentarnos como se debe, así que- Ao Bing todavía no terminaba de hablar cuando Nezha salió disparado en busca de su maestro; ahora entendía lo que quiso decir con no atacarlo.»

Ahora volvía al presente, primero le habían dado la misión de atrapar al simio por órdenes del Cielo, y ahora resulta que el mono era un Guerrero Celestial y que debía formar equipo con él a petición del mismo palacio.

O el Emperador había perdido la cordura, o su maestro estaba bebiendo más de lo habitual. Cualquiera de las dos opciones no le favorecía, al parecer la decisión estaba tomada y no había nada que pudiera hacer; lo único que le quedaba era completar su misión.

Después de su pequeña reflexión sobre qué hacer se dirigió hacia donde estaba Bing y el mono.

Este sería un largo día...