- ¿Quieres decir que su amistad se fue al diablo por una chica? -Preguntó Nezha alzando una ceja un poco sorprendido, que se hicieran rivales era comprensible, pero... ¿hasta el punto de odiarse?, eso era muy dramático y exagerado.

Liu Er volvió a reír, - ¿crees que somos tan estúpidos?, por supuesto que no.

- ¿Entonces?

El macaco volteó a verlo con una ceja alzada, -ya te dije lo que querías saber e incluso más.

-Es tu culpa, -dijo Nezha de brazos cruzados, -hiciste que me diera curiosidad, ahora cuéntame la historia completa.

- ¿Tu novio no te la contó?, creí que se tenían mucha confianza- habló Liu Er con un toque de burla y sorpresa.

- ¡Sólo comienza a contarme!

-Cuanta agresividad, -dijo el mayor dando un pequeño salto del susto, por un momento pensó que el azabache lo golpearía de nuevo. -Bien, -comenzó a hablar mientras se acomodaba mejor en el pastizal. -Hace mucho, cuando vivía en las montañas del-

-Te pedí la historia de su enemistad, no que me contaras tu vida, -interrumpió el menor.

-Eso fue irrespetuoso y grosero, -se quejó el macaco, todavía le costaba creer que Wukong lo haya escogido como su pareja, - dijiste que querías saber la historia completa, así que deja de interrumpir.

Nezha frunció un poco el ceño, pero no dijo nada más.

-Bien, como decía; hubo un tiempo en el que viví en las montañas del oeste junto con mi aldea, en ese tiempo tenía aproximadamente tu edad, -señaló Liu Er, -solo me interesaba buscar problemas y divertirme un rato; uno de esos días salí como de costumbre, solo que en aquella ocasión terminé saliéndome del sendero. Recorrí gran parte del valle hasta toparme con una aldea desconocida, fue ahí donde conocí a esos dos.

El azabache iba a preguntar a quienes se refería, pero prefirió guardar silencio.

-Ahí conocí a Wukong y a una chica llamada Mei, si has pasado suficiente tiempo con el mono estoy seguro que sabes quien es.

-Tenlo por seguro, -contestó Nezha recordando a la obsesionada.

-Al principio nos tratábamos con desconfianza, pero con el tiempo nos hicimos buenos amigos, éramos el trío busca problemas.

- ¿También el mono?, -preguntó el azabache, ese mono era todo lo opuesto a diversión, siempre serio y de mal humor, no podía imaginárselo en el desorden.

Liu Er rió, -aunque no lo creas, cuando Wukong tenía tu edad era todo un desastre, siempre estaba metido en problemas; incluso ahora, ¿ya olvidaste quien causó estragos en el Palacio Celestial?, pregúntale a cualquiera sobre él, todos te dirán que es un imán para los problemas.

- ¿Y qué hay de la chica que le gustaba?

-Un día ella llegó junto con su familia a la aldea de Mei y Wukong, -contestó el mayor con simpleza, -con el paso del tiempo me empezó a llamar la atención, no me di cuenta hasta que ya estaba enamorado. Y en cuanto al mono pues... nunca lo admitió a los cuatro vientos, pero sí, estaba igual de enamorado que yo.

- ¿Cómo sabes eso?, -preguntó Nezha.

-Traté de invitarla a salir muchas veces, pero Wukong siempre encontraba una buena escusa para interrumpirnos; pensaba que solo era mala suerte hasta que le presté más atención a los detalles.

- ¿Cuáles detalles?

-Los típicos, -contestó Liu Er con obviedad, - noté que con ella era más amable y atento de lo normal, siempre que podía le hacia cumplidos y la acompañaba a todos lados; aun así, eso no fue mi evidencia definitiva, -admitió, - naturalmente me sentí celoso de su cercanía y un día de esos decidí seguirlos.

- ¿Los espiaste?

-No interrumpas, -dijo el mayor, -ese día el mono se ofreció a llevarla a su casa, así que los seguí desde lejos, en medio del camino Wukong hizo una parada; le hizo un cumplido y le recordó lo bella que era, le dijo un par de palabras que la hicieron sonrojarse y se acercó a su rostro. -Liu Er se volvió a acomodar e hizo una pequeña pausa; -antes de que pudieran hacer algo más los interrumpí, ella se fue a su casa y Wukong y yo nos quedamos.

- ¿Por eso ya no se hablan?

El macaco ignoró su pregunta y continuó; - hicimos un acuerdo, el mejor se la quedaría, competimos muchas veces, sin embargo, ninguno de los dos estábamos dispuestos a perder; pasamos un tiempo así... hasta que pasó el incidente.

- ¿Fue el ataque a la aldea?, -preguntó Nezha con un poco de tristeza, el gigante de hielo ya le había dejado más que claro lo que les hizo a sus habitantes.

Liu Er suspiró con amargura, -por lo visto ya sabes sobre eso; ese día ninguno de los tres estábamos, por lo que me contaron, Wukong fue el primero en llegar; no hubo ningún sobreviviente, supongo que desde entonces se obsesionó un poco con evitar la muerte. -Volvió a pausar para encontrar las palabras correctas, -encontró una forma de cambiar las cosas, se las arregló para adentrarse en el inframundo y tomar el libro de los muertos; el resto no es necesario explicarlo ¿verdad?

El menor negó.

-Desde ese día dejamos la tontería de nuestra competencia.

- ¿Por qué?, -interrumpió Nezha.

-Por que ese día ninguno de los dos pudo protegerla...

El azache bajó un poco la vista, siempre juzgaba al mono por ser un amargado y aguafiestas, pero nunca se imaginó que hubiera pasado por todo eso, en su lugar no estaba seguro de si podría soportarlo, perder a su familia, amigos, a la persona que le gusta.

-Ahora todos están sanos y salvos, -habló Liu Er cambiando de tema, para él también fueron tiempos muy difíciles, ya se había estancado una vez en el pasado, no cometería el mismo error; -después de eso llegó un impostor, se hizo pasar por mí y comenzó a causar desastres; en esa ocasión no me encontraba cerca, pero una vez que regresé recibí reclamos de todas partes, sobre todo de Wukong, no sé qué le dijo mi copia, pero lo dejó un poco afectado.

El macaco frunció un poco el ceño, -tuvimos una fuerte discusión, la pelea se nos salió de las manos y tocamos algunos temas sensibles; nos culpamos de no haber estado presentes ese día, -hizo una pausa para tragar un poco de saliva, -terminamos por irnos cada quien por su lado, tiempo después el impostor volvió a aparecer, esta vez se hizo pasar por el mono para robar unos pergaminos muy valiosos a un monje; Wukong logró detenerlo, y fue entonces cuando descubrió la verdad, sin embargo, ya estábamos muy fracturados en nuestra relación.

-Y desde entonces no se han vuelto a hablar ¿verdad?

-Exactamente, -afirmó el macaco, -no nos volvimos a ver hasta ahora, el mismo malnacido volvió a tomar mi forma y comenzó a causar desastres por doquier; me di cuenta de sus fechorías cuando me empezaron a llover quejas de todos lados.

-Y viniste hasta aquí para detenerlo, -completó el azabache.

Liu Er asintió, -no sé qué intenciones tenía el farsante, pero todo lo que hacía era para manchar mi imagen; ya no podía salir tranquilo sin recibir malas miradas y reclamos, me llegaban quejas de robos, daños a propiedades, pérdida de cosechas, agresión física, fraudes, estafas; ¿y a ti que te hizo?, -preguntó con curiosidad.

Nezha se quedó callado por un momento, -pues... de todos modos ya lo detuviste; ya no tiene caso.

-Vamos, no me dejes con la intriga; -insistió el mayor; -el golpe que me diste me dejó sin aliento literalmente; casi me sorprende que no me hayas roto una costilla.

El azabache desvió un poco la vista, -no era mi intención golp-

-Lo sé, -interrumpió Liu Er, -no eres el primero en hacerlo, pero si el primero en golpearme tan fuerte; ¿qué te hizo mi copia?

-Bueno... pues... -Nezha no encontraba las palabras, cómo le explicas a alguien que tuviste un intento de... ¿abuso?, ¿intento de... violación?, no estaba muy seguro. -Era un pervertido, -fue lo único que pudo decir.

El macaco no tocó más el tema, un pervertido podía hacer un sinfín de fechorías, no se ocupaba mucha imaginación para darse una idea.

-Oye...

Liu Er volteó a verlo de reojo.

- ¿Y cómo es la chica de la que te enamoraste?, -preguntó el azabache tratando de no sonar tan obvio con sus intenciones.

-Ella es muy bonita, tiene un hermoso cabello rizado y ojos color avellana; es muy amable y atenta, responsable y ordenada, y también es delicada y gentil, es una persona muy dulce; en otras palabras, es todo un terrón de azúcar, -concluyó el mayor sonriendo.

Nezha lo miró pensativo, ¿esos eran los gustos del mono?, porque si era así estaba perdido, él era desastroso y problemático, todo lo contrario a esa chica; - el mono ya no está interesado en ella... ¿verdad?

El mayor rió, -no te hagas el inocente, no me interesa su relación ni nada por el estilo; pero deberías bajarle un poco a tus celos, si el mono está contigo es porque seguramente ya la olvidó.

-No estamos saliendo...

- ¡¿Ya se casaron?!, -preguntó Liu Er sorprendido.

-Nunca hemos salido, -contestó el menor desviando la vista, la sola idea de pensar eso le subía los colores a la cara.

-Ya veo, -dijo el macaco, eso sonaba mucho más lógico, pero, por otro lado...- ¿te gusta el mono verdad?

-No digas tonterías, -habló Nezha tratando de negarlo.

- ¿Cuántos años tienes?

-Tres, ¿por qué?, -preguntó el azabache confundido por el cambio tan repentino de pregunta.

-Pregunta... ¿quieres a Wukong como pareja o como padre adoptivo?, -preguntó Liu Er aguantándose la risa, sin embargo; eso no lo salvó de recibir un golpe. -Auch, ¡eso dolió!, -se quejó.

Nezha solo desvió la vista un poco avergonzado, sabía que la diferencia de edades no era poca, él mismo lo usó de escusa para no salir con el mono enamorado.

-Solo estaba bromeando, no te lo tomes tan personal, -dijo el mayor sobándose la cabeza; -oí por ahí que eran compañeros de equipo, solo quería ver tu reacción, pero me acabo de arrepentir; -finalizó parándose.

- ¿A dónde vas?

-A mi casa, a donde más; -contestó el macaco alejándose, tendría como nota mental no acercarse tanto al demonio, apenas había pasado un día con él y ya lo había golpeado como tres veces.

Nezha lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista, estaba por irse a su casa, pero terminó regresando con poco frustrado, ya era de noche; se la pasó toda la tarde platicando con el macaco y no le recordó de quitarle el sello. Caminó un poco hasta llegar a la entrada de la aldea del monje, decidió entrar con cuidado, buscó por todos los rincones del lugar, pero no hubo ni rastro del mono.

Recorrió toda la aldea hasta llegar al fondo, pudo divisar una luz que salía desde la puerta de una cerca de madera; con cautela y curiosidad se acercó para ver mejor, podía escuchar voces del otro lado, pero no lograba distinguirlas, estaba por asomarse por la puerta cuando esta se abrió inesperadamente.

- ¿Nezha-san?, -habló Liuer sorprendido.

Nezha estaba en una situación incómoda, era como cuando estás espiando a alguien y te descubren en el acto, - ¿de casualidad se encuentra el mono por aquí?

- ¡Por supuesto!, -contestó el monje con la misma energía de siempre, -en este momento estamos cenando, pero puede pasar si gusta, hay comida y asientos de sobra.

-Esperaré aquí afuera, -dijo el azabache, adentro se escuchaban varias voces, lo que indicaba más gente, ni de broma se metería ahí.

-Liuer ¿con quien hablas?, -preguntó una voz al fondo.

-Enseguida voy maestro, -contestó Liuer para no preocuparlo. -Descuide Nezha-san, solo estamos mi maestro, el Gran Sabio y un amigo; iba a ir por un poco de té, pero si quiere puedo acompañarlo hasta la mesa.

-Ya te dije que esperaré afue- sin previo aviso el monje lo jaló de una mano para meterlo; cuando reaccionó ya estaba a la vista de todos, dos de los presentes miraban sorprendidos y curiosos al recién llegado. Era una situación muy vergonzosa, está por salir corriendo, pero Liuer se lo impidió, no sabía si eran sus nervios, pero en ese momento el monje tenía más fuerza que él.

El demonio cerdo preguntó por la visita inesperada, sin embargo, su boca estaba llena de comida, por lo que solo se escucharon balbuceos.

-Liuer... ¿quién es esta señorita?, -preguntó con amabilidad el monje mayor.

-Él es Nezha, -contestó el pequeño monje mientras literalmente arrastraba al azabache a la mesa.

-Ah, una disculpa por mi confusión, -dijo el anciano, -mi discípulo ya me ha hablado sobre ti, no tengas pena; toma asiento y siéntete como en casa, come lo que quieras.

El demonio cerdo no puso atención a la conversación desde que aquella belleza apareció, era como un ángel, sus facciones tan delicadas y sus acciones tímidas; probablemente estaba nerviosa. Wukong lo miró de reojo, no necesitaba leer su mente para saber lo que estaba pensando, rió mentalmente, no podía esperar a ver su cara cuando se enterara que Nezha era hombre.

Nezha estaba por negarse, sin embargo, sintió una mirada penetrante, miró de reojo, si las miradas pudieran hablar la del mono diría algo como: ¡Toma un maldito asiento y deja de estropear la cena!, ¡me gustaría comer en paz!  Miró a su alrededor, había dos espacios vacíos, uno al lado de lo que parecía ser un cerdo mutante y otro al lado de Wukong. Estar tan cerca del mono probablemente lo pondría más nervioso, así que decidió escoger el otro lugar.

El demonio cerdo se veía desinteresado, pero por dentro daba brincos de emoción, incluso se limpió la boca y tomó una mejor postura en la silla, tenía que darle una buena impresión a la chica. Sin embargo, antes de que el menor pudiera sentarse el Rey Mono arrimó la silla de su costado como una invitación para que se sentara, Nezha no sabía que hacer, pero sus impulsos lo traicionaron y terminó sentándose junto a él. El cerdo bufó discretamente, ya luego le reclamaría al mono.

Wukong miró al menor de reojo, conociendo al demonio cerdo lo primero que hará será tratar de coquetear con Nezha pensando que es mujer; y conociendo a Nezha, la primera reacción que tendrá será a base de insultos. Suspiró mentalmente, al menos había un lado positivo, con el demonio cerca de él será más fácil mantenerlo a raya.