Tres años...

Tres años son el tiempo suficiente para cumplir una infinidad de deseos y caprichos, para aprender y enseñar, para reír y llorar, para amar y odiar, para estar con los seres que amas; tres años son el tiempo suficiente para vivir...

Lamentablemente había desperdiciado ese tiempo, o al menos Nezha lo veía de ese modo, no podía regresar el tiempo, aun así, se sentía feliz de haber tenido unos buenos padres y haber hecho un amigo.

Nezha volvió a tomar su forma de niño y descendió lentamente del cielo, una vez que sus pies tocaron el piso sacó de su ropa el sello de Intercambio, para posteriormente romperlo en pedazos.

Con ayuda de su lazo mágico ató a sus padres, y acompañado de una sonrisa melancólica se arrodilló frente a ellos. Les debía tantas cosas y nunca les agradeció por ello; así que mientras se preparaba para su destino solo pudo decirles en un susurro: - Gracias.

En el momento en que decidió aceptar su destino y dejar que aquel rayo celestial lo destruyera, nunca imaginó que tendría una segunda oportunidad...

Lo único que él esperaba era la muerte, no la ayuda de Ao Bing, ni mucho menos esperaba terminar como un espíritu en el jarrón de loto. Pero ahí estaba, presenciando como las personas que lo odiaban se arrodillaban frente a él, comenzando a verlo como algo más que un peligro...

Como algo más que solo un demonio...

Nezha estaba más que feliz, había obtenido el reconocimiento de su pueblo, un gran amigo y una nueva oportunidad para comenzar de nuevo su vida; lo único que le causaría problemas seria no tener un cuerpo físico, mismo problema que presentaba Ao Bing.

Pero para fortuna de ambos eso tenía solución gracias a su maestro Taiyi, el cual les enseñó una técnica para recuperar su cuerpo con ayuda de un sello especial; recuperar su cuerpo en su totalidad les tomó varios días, pero había valido la pena.

Una vez que el pueblo se restableció del ataque, los generales Li decidieron hacer un tratado de paz con el Rey Dragón, para así formar una alianza con los dragones de las profundidades que permanecían cautivos; esto a petición de Nezha.

Convencer a sus padres de que los dragones no eran un peligro no había sido nada fácil, sobre todo después de que uno de ellos casi sepulta a la aldea; pero después de todo, Ao Bing era su único y mejor amigo, lo menos que podía hacer por él era liberar a su gente.

El tratado que se llevó a cabo ligaba a ambos pueblos, en tiempos difíciles tendrían que colaborar entre sí y no podían atacar ni declararse guerras, no al menos sin una buena razón.

Después de esto las naciones volvieron a su normalidad, y esta normalidad incluía ser atacados por demonios y bestias de vez en cuando; por lo que los padres de Nezha tuvieron una gran idea, tanto su hijo como Ao Bing serían asignados a diversas misiones regularmente, las cuales consistirían en exterminar algunos monstruos y peligros para ambas naciones.

Esto con el fin de que Nezha se convierta en un símbolo de protección y seguridad para su pueblo, y para que la aldea deje de temerle a los dragones, viendo a Ao Bing como un gran aliado y no como una amenaza.

Gracias a esto Nezha y Ao Bing convivían más tiempo juntos; aunque después de cada misión la rutina era prácticamente la misma, después de completar su trabajo Ao Bing acompañaba a Nezha a su aldea, mientras en el camino conversaban sobre diversas cosas, una vez que llegaban a su destino el peli-azul se despedía de Nezha, y este a su vez regresaba a la residencia Li para dar el informe a sus padres.

Posteriormente pasaba el resto del día molestando a Taiyi cuando lo encontraba o se ponía a jugar solo, ya que Bing normalmente solía estar ocupado la mayor parte del tiempo, debido a la reconstrucción de su pueblo; así que cuando se aburría salía de su casa para dar una caminata al aire libre.

La misión que había tenido el día de hoy fue demasiado fácil, por lo que había terminado en tiempo récord y ahora se dirigía a su casa. En la residencia, Li Jing se encontraba revisando un par de pergaminos importantes, hasta que escuchó una voz familiar:

- Aquí está mi reporte, - dijo un Nezha un poco aburrido mientras entraba por la puerta principal y ponía un pergamino sobre la mesa.

- ¿Cumplieron con la misión? – Preguntó Li Jing sin despegar la mirada de los documentos.

- ¿No es algo obvio?, por supuesto que salimos victoriosos, - dijo Nezha con aires de grandeza mientras se cruzaba de brazos, claramente estaba ofendido.

– No te lo tomes personal Nezha, es la forma de saludar de tu padre, - dijo su madre entrando a la habitación, para después darle un leve empujón a su esposo en señal de inconformidad; ya que, si bien la relación que tenían de padre e hijo no era mala, tampoco era algo que pudieran presumir.

Li Jing dio un pequeño suspiro, quería mucho a su único hijo, no por nada estuvo dispuesto a sacrificarse por él; sin embargo, querer a un hijo y ser un buen padre eran dos cosas completamente diferentes.

El general se paró de su asiento y empezó a caminar hasta quedar en frente de su hijo. Él hacía lo que consideraba era lo mejor, pero no siempre había estado en lo correcto; además de que, no era muy bueno con las palabras; pero tal parecía que su mujer no lo dejaría en paz hasta que mejorara su relación con Nezha.

Justo cuando estaba por abrir la boca tocaron a la puerta principal con desespero. Volvió a suspirar, era como si el destino no quisiera que su relación mejorara, - hablaremos en otro momento, - dijo Jing mientras se dirigía a la puerta.

Nezha, quien hasta el momento había permanecido callado, dio un largo suspiro de decepción, justo cuando pensó que su padre por fin le diría algo diferente llegaba alguien a estropearlo todo. Nezha estaba por retirarse cuando su madre lo detuvo, no se había percatado de que seguía ahí.

– Y...dime Nezha, ¿cómo se encuentra tu amigo? – preguntó su madre, era algo muy repentino, pero fue lo único que se le ocurrió para cambiar el ambiente.

-Ha estado muy ocupado, pero está bien – contestó el niño, - si no te importa iré a pasear un rato, - terminó de decir con una sonrisa mientras se dirigía a la puerta trasera.

«Las únicas personas que lo habían visto sonreír dulcemente eran sus padres y Bing.»

Por otro lado, Lady Yin se dirigió hacia la puerta principal con una sonrisa en sus labios, no importaba lo que dijeran los demás, Nezha era un buen niño.

Si bien Nezha ya podía darse el lujo de pasear tranquilamente por la aldea sin ser reprehendido ni agredido, seguía prefiriendo los lugares desolados y poco frecuentados; ya que, a su parecer, los lugareños seguían siendo la misma bola de hipócritas con los que había tenido que lidiar desde el día en que nació.

La única razón por la que ya no lo agredían era por ser el "Salvador de la aldea".

-Una vez que me encuentren un nuevo defecto o una razón para desconfiar de mí, no dudarán en volverme a tratar como un monstruo. – Se dijo Nezha a sí mismo mientras caminaba por las afueras de la aldea, en ese momento se paró frente a las aguas del mar. – La vista es demasiado hermosa como para desperdiciarla pensando en esos estorbos. – Pensó Nezha, hasta que fue interrumpido por una escandalosa voz que lo llamaba.

- ¡NEZHA!, ¡¿DONDE TE HAS METIDO?!, ¡ES URGENTE! – gritó Taiyi mientras miraba en todas direcciones.

- ¿Qué ocurre, porque tanto escandalo? – dijo Nezha desinteresadamente mientras caminaba hacia su maestro.

Taiyi comenzó a hablar: – Tengo dos noticias para ti, una buena y una mala, la bue-

- ¿Es buena para mí o buena para ti? – Interrumpió Nezha aburrido mientras alzaba la cabeza para mirarlo, ya que siempre estaba en su forma de niño, solo tomaba su verdadera forma cuando necesitaba usar todo su poder.

- ¡Solo ponme atención niño! – respondió Taiyi, no lo había buscado por medio valle para que se lo tomara a la ligera.

– Escucha Nezha, por alguna extraña razón el Reino Celestial nos ha pedido ayuda para una tarea, y a cambio de eso prometen una gran recompensa, esa es la buena noticia.

- ¿Y cuál es el problema?, suena bastante bien. – Dijo Nezha sin entender su preocupación.

- Ese es el problema, la mala noticia es que la tarea consiste en capturar a alguien, por lo que se ha decidido que lo mejor será que tú y Ao Bing vayan a enfrentarlo, ya que son los más fuertes; sin embargo, temo decirte que, por lo que he oído, ese alguien es lo suficientemente fuerte como para acabar con ustedes dos juntos.