Veía con nostalgia el cielo del vacio. ¿Cómo había terminado todo así?¿Cuándo había perdido todo en un abrir y cerrar de ojos?¿Por qué ella hacia esas cosas?¿Se divertía?¿Lo gozaba?¿Gozaba ver a todos sufrir?

Ahora lo único que le quedaba era su creación, lo que había hecho hacía 5 años. Palette tenía en esos momentos 25 años y vagaba por el enorme vacio que había causado el reset masivo de Reaper!Chara.

Después de mucho tiempo lagrimas recorrieron su rostro por recordar la impotencia que lo obligó a abandonar a su familia cuando todo ocurrió. Recordaba con tantas emociones negativas que nunca pensó en experimentar, pero ahora, nisiquiera podía ver a Nightmare.

Nadie existía ya.

Dolido, abrió un portal al único lugar que no fue, y no sería afectado por otro reset masivo de ningún humano. Cuando entró le observó pintando flores, cómo era su costumbre.

-¿No estas cansado de sólo pintar esas estúpidas flores?- preguntó sin ningún sentimiento. El arte ya no le llamaba la atención.

El pequeño esqueleto movió la cabeza negando.

-Para nada Roller, me gustan las flores más de lo que me gustan los dulces- siguió con su tarea.

-Niño estúpido, eso no te ayudara para nada- bufó.

-Tengo un nombre, ¿puedes llamarme por el? Por favor- el de ojos de estrella se estremeció.

-Cen, nada de eso te va ayudar si ella te encuentra- reclamó.

-No te preocupes, Chara no me puede alcanzar en este lugar- sonrió.

-¡Basta!- gritó- ¡Deja de ser tan confiado!¡Goth no se salvó por lo mismo!- al escucharse a sí mismo llevó sus manos a su boca y salió del lugar.

-Al menos... Me parezco un poco a él.-