✨✨✨✨✨✨✨✨
-Final-
Seis meses después.
"Hola nuevo cuaderno, me siento rara escribiendo después de tanto tiempo en algo. Que extraño ¿No?. Si supieras por todo lo que tuve que vivir durante estos meses, fue difícil, bueno al menos para mí.
Y sí te preguntas como en las típicas historias encarameladas y pegajosas de amor, no, no soy nada de Ruggero.
Y cuando digo nada, es absolutamente nada.
No te voy a mentir, lo extraño muchísimo, bastante, exageradamente, y cualquier sinónimo más de eso.
Nos hemos distanciado, fue una decisión de ambos.
Y todo por un descuido mío..."
🔙⏰
Venía completamente desesperada desde hace una semana, quería que la tierra me tragara completamente, o que venga Dios del cielo y me llevase de una maldita vez.
No encontraba mi cuaderno. Aquel cuaderno donde desahogaba mis verdaderos sentimientos cada día.
Busqué en cada salón, cada pasillo, hasta en los estantes de la biblioteca y nada.
Estaba desesperada, quería gritar, llorar sin parar, pero no ahora.
Había un salón que me quedaba por revisar, y si no era aquí, que me lleven al infierno ya.
Seguía en mi fallido intento de buscar, pero no podía, me había quedado sin fuerzas, no tenía nada, a nadie, ya era tarde, en vano, alguien más tenía mis sentimientos en sus manos.
Y no quisiera saber quien lo tenía.
-Karol... -sentí que me llamaba alguien desde la puerta del salón
Me di la vuelta y deseé no haberlo hecho nunca.
Deseé que todo desapareciera en ese instante.
No era nada más ni nada menos que Ruggero, con aquel cuaderno.
Me dispuse correr en aquel instante, a un lugar donde nadie más sepa de mi estúpida existencia. Pero él me había detenido.
-Necesitamos hablar, ahora -me detuvo de mi cobarde acción
-¿Y de qué quieres hablar? ¿Qué quieres que te explique? -pregunté a punto de romper en llanto
-¿Por qué no me dijiste lo que sentías por mí, Karol? -preguntó como si nada
-Porque fui una maldita cobarde ¿Y acaso crees que sería tan fácil decírtelo o qué? -dije demasiado ruda - ¡La puta madre Ruggero! Me gustas demasiado, estoy tan malditamente loca por ti, me enamoré desde el primer momento, no pude evitarlo, sí, sé que soy una persona demasiado ilusa, tonta y niñata para alguien tan genial e increíble como tú lo eres, tan amable, carismático, tan tú... -por primera vez me sentía libre pero era incorrecto esto
Ruggero estaba sin palabras, se había quedado mudo delante de mí, habíamos cambiado los roles hoy, normalmente era yo la que se quedaba sin palabras delante de él.
-Sólo necesito saber una cosa -le dije y me miró a los ojos -¿Sientes lo mismo por mí? -pregunté con un poco de esperanza en el corazón
Había tirado mi dignidad a la mierda por él.
Se quedó pensando por un momento. Mientras yo cada vez más moría por dentro.
-Karol, yo... -le miraba con una pizca de posibilidades - No, lo siento.
Sólo tomó un momento, un instante, un segundo para retirarme de ahí. Sin nada.
—Espera, el cuaderno... —me di la vuelta y le interrumpi
—Quédatelo —afirme con un nudo en la garganta—Así tienes un recuerdo para reírte de mí con tus amiguitas— y sin más nada, me fui
Era hora de aceptar mi derrota, la cruda realidad y el gran error que he cometido.
Enamorarme de mi mejor amigo.
Si pensamos esto desde otro punto de vista, no es lo más grave que me pudiera haber pasado. Pero cuando lo sientes, y sabiendo que todo lo que hiciste salió de tu corazón, de tu alma, créeme, duele mucho.
Seguía caminando con lágrimas en los ojos, sin mirar atrás. Podía superarlo, tenía que superarlo.
Después de todo, ya no estaré más, me iría para siempre, en donde nadie me encuentre y seré alguien completamente nuevo.
🔜⏰
El motor del avión comenzó a arrancar para después comenzar a volar. Esperaba con ansias llegar a mi destino desde ahora, lejos de todo, comenzando de nuevo.
Miré a mi madre quien estaba a mi lado, me sonrió a lo cuál respondí igual, siempre estuvo para mí y por eso estoy tan agradecida con ella.
Ella me ayudaría mucho con esto.
Tenía el objetivo principal bastante claro desde hoy. Volver a rehacer mi vida, conocer gente nueva y alejarme de mi entorno por un tiempo, gracias a las vacaciones que le habían dado a mi mamá del trabajo por estos meses.
Y otro de mi objetivo principal pero no menos importante, no volver a caer en las redes del amor.
Muchos dicen que el primer amor nunca se olvida, pero no me cabe duda de que yo si lo haré.
Tengo que hacerlo para volver a ser feliz, ser yo nuevamente y recuperar toda la dignidad que había perdido.
Te lo juro Ruggero Pasquarelli, por tu culpa no volveré, ni seré la misma.
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