Ahmed

Luego de pensar e imaginar el rostro que pondría Tormenta si le llegase a decir lo que en verdad pasaba, sentía que todo debajo de mi se caía y entonces comprendí que no podía ocasionarle un daño tan grande, por eso decidí mentirle y decirle que debía vivir conmigo, cuando claramente simplemente debía sacarle de esa casa y listo, dejarla a su suerte. Algo no me permitía hacerlo, no podía dejarla porque se que ella es importante y no podría permitir que su sufrimiento se hiciera más grande y pudiera incluso perder su vida.

Mi misión es proteger y servir a mi gente, a mi país y no puedo dejar que semejante atrocidad sea cometida por temor a morir

Si estamos en este trabajo es porque lo amamos y si debemos de morir, morimos, por que eso es lo que verdaderamente significa tener vocación.
No estamos aquí por la buena paga, es para esforzarnos y entregar todo de nosotros como si fuésemos soldados en la guerra.

Camino un poco más relajado al llegar al departamento con Tormenta siguiendo mis pasos evidentemente nerviosa y temerosa.

No es fácil salir de un lugar lleno de hombres que las forzaban a todo para venir a vivir con un hombre en su departamento de soltero, realmente la comprendo y por eso pienso mantenerme al margen con ella con tal de que se sienta cómoda conmigo y no quiera irse

No me gustaría que lo hiciera

—Mi departamento es cómodo, mi habitación es la de la esquina con puerta gris y la tuya será la que tengo a la otra esquina con la puerta negra. Esa es mi habitación para cuando mi hermana o mi madre quieran venir a visitarme, por lo tanto la encontrarás muy completa con cosas que las mujeres usan. La verdad es que me hace ilusión que vengan, pero no es así, así que ahora es completamente tuya, puedes modificarla si algo no te gusta, solo dímelo y te ayudaré a conseguir lo que necesites — digo con total amabilidad aunque algo dentro de mi se removió al recordar a mi madre y a mi hermana

Una triste historia que tal vez les cuente más adelante

—muchas gracias por tu amabilidad, como este seguro esta perfecta, gracias. Voy a ir a verla y quizás dormiré, estoy un poco cansada del viaje — dice Tormenta con una tímida sonrisa y incomodidad a la vez

Ya comprendo, quiere alejarse de mi presencia cuanto antes y su excusa es dormir

—esta bien, anda y ponte cómoda, solo que te espero aquí en unas dos horas para la cena —digo alzando una ceja y evito reírme por como sueño y por lo que estoy diciendo

¿Desde cuándo yo ceno? Jamás lo hago, siempre como afuera, pero hoy como esta ella quiero comer ¿coincidencia? Bueno ¡ya! Es solo para hacerla sentir cómoda

Solamente

—esta bien, aunque no traigo mucha hambre. Comí maníes en el camino —dice y yo chasqueo la lengua

—no sea terca señorita, duerme unas dos horas que cuando despiertes estará la cena servida ¿o vas a despreciar mis platillos exquisitos? — digo tratando de imitar a un tonto chef como de las propagandas televisivas

Hago el ridículo lo sé, pero solo quiero verla sonreír y es lo que hace

—¡ya esta bien! No hagas el ridículo —dice con una sonrisa mientras sus mejillas pálidas se llenan de un sonrojo muy precioso

—esa sonrisa lo vale todo — comento y luego carraspeo al darme cuenta de como lo dije

¡quede en no hacerla sentir incómoda! Nunca puedo controlar estos impulsos.
Ella luce algo sorprendida y sus mejillas se incendian aún más, sin embargo no dice nada y toma su maleta dirigiéndose al cuarto que le indiqué y yo sin embargo solo la observo, hasta que cierra su puerta y niego con la cabeza

Estas mal Ahmed muy mal, tras de eso ni se cocinar ¡que voy a hacer!

Tengo dos horas para ponerme manos a la obra, así que voy a la cocina y me dijo en la despensa y la nevera para ver que consigo de cocinar.

La verdad está llena porque como dije, siempre espero que venga mi madre y mi hermana, aunque se que no pasará.

Saco tomates, lechuga, pepino y un aderezo para hacer una ensalada, luego un filete de pollo para hacerlo a la plancha. Por suerte son filetes que ya vienen condimentados, así que me salvó en esa parte.

Pongo el filete en la plancha eléctrica que tengo y lo tapo. Espero que se cocine bien, si no quedaré haciendo más el ridículo.

Me pongo a picar los tomates y termino apretujandolos todos, pierdo partes gruesas del pepino al intentar pelarlo y  la lechuga, pues, creo que estoy poniendo las hojas muy enteras ¡soy un asco! Y solo es una simple ensalada. Aún con todo y mi mala suerte en esto, lo pongo en el bowl y le agrego el aderezo

Hasta eso me sale mal ¡no puede ser! Se me sale la tapa del frasco y todo el aderezo cae dentro de la ensalada fallida

Ahora luce como un vomito cuando la mezclo. Me agarro la cabeza con frustración, cuando siento un olor a quemado y entonces recuerdo ¡los filetes de pollo! Corro a la plancha y veo dos piezas negras donde antes había puesto los filetes

¡Porque me pasa esto a mi!

Miro la hora y veo que falta media hora para que ella salga a cenar y entonces pienso que hago, más no se me ocurre más nada. Pido comida a domicilio. Pido dos ensaladas caesar y dos filetes de pollo, con una amenaza que debe estar aquí en 15 minutos

Lo lamento, pero es un caso muy importante

No puedo hacer el ridículo con que no se preparar una mísera ensalada con un filete de pollo.
Tomo la comida echada a perder y la depósito en el tinaco. No creo que ni un perro quiera comerse eso.

El timbre suena y corro antes que lo vuelvan a tocar y despierten a Tormenta. Abro y tomo el pedido, dándole una buena propina por llegar con la rapidez que necesitaba.
Saco la ensalada de su envase y la sirvo en los platos, al igual que el filete de pollo y trato de que sea lo más casera posible, tiro a la basura los envases y llevo a la mesa la cena, con dos vasos de agua y dos vasos de jugos servidos. No sabía si ella tomaba agua en la cena como yo, así que igual le serví.
Voy hasta su habitación a tocar y avisar que la cena está servida, pero justo ella venía saliendo, puntual.

—ya está, aquí estoy — dice sonriente y me sorprendo por lo radiante que luce su cara, no es la que tenía cuando estaba en casa de la familia temporal

¿Se sentirá más segura y feliz aquí que con ellos? La idea me hincha el pecho de alegría, sin embargo disimulo y voy tras ella para sentarnos a la mesa. Ella observa su plato y abre sus ojos sorprendida

—¿tu preparaste eso? Luce muy bien —comenta tan inocente

Es que eso es ella, una chica pura

Que pena me da seguir mintiendo, sin embargo lo hago porque me digo que no quiero quedar haciendo el ridículo y  también porque quiero conquistarla

Pero a esa opción no le hago caso, no es correcta

—eh ¡si! Fue muy difícil en verdad, pero ahora comamos. —digo para cambiar rápido el tema y pincho la ensalada

—¡espera! No comas, aún no hemos agradecido a Dios por el alimento —dice y yo me detengo

¿A Dios? ¿Debo agradecerle?

—este... —trato de decir algo pero no quiero dañarla en ninguna forma

Sin embargo ella parece leer mis pensamientos

— se que no crees o no estás seguro aún de a quien creer, pero déjame decirte que esta comida, esta mesa, está calidez y este hogar es gracias a Dios, porque sin el ¿qué somos? Muchos quisieran tenerlo y no se puede, nosotros que tenemos la dicha debemos agradecer cada día por ello, porque no sabemos si mañana lo podamos tener —dice y yo me quedo pensativo

Ella tiene razón, su mirada llena de paz me lo dice y también algo dentro de mi, algo que lleva tratando de decirme tantas cosas hace mucho tiempo y quien sabe, tal vez sea ese Alguien, de quien ella tanto confía

—adelante, oremos entonces —digo con una sonrisa y eso parece alegrarla también que me dice que cierre mis ojos y repita lo mismo que ella y lo hago embobado, pero ya no se si sea por ella o por ese Dios que tanto habla

La verdad me gustaría conocerle más.