Capítulo 12
¡Joven Desaparecida!
Esta mañana salió a relucir la noticia de que una joven de 17 años desapareció hace algunos días. Su nombre es Tormenta Peterson.
Hasta el momento no hay pistas ni sospechoso...
Apago la televisión inmediatamente aliviado de oir que no hay pista ni sospechosos.
Estos días han sido díficiles. Desde que dejé a Tormenta en manos de mi padre siento una especie de nudo en el estómago ¿qué me pasa? Mínimo ella significaba algo para mí.
El períodico llega y me sorprendo al ver la hoja de primera plana
¡Desapareció sin rastros!
Tormenta Peterson, una joven de 17 años que estudia en la preparatoria de Middinton no da señales ni indicios de que le habrá podido pasar. Descartan que sea por relación amorosa, debido a los testimonios de sus conocidos.
Tenía un coeficiente alto y con las mejores calificaciones de Middinton, además que llevaba una vida dedicada a Dios, sí ¡era cristiana! Como muchas de las jóvenes que han desaparecido en estos últimos años ¿será este un indicio de algo? Las investigaciones continuan.
Termino de leer y no se como sentirme al respecto ¡no puedo esconderme! Ya me han visto con ella en el colegio, pero al parecer nadie declaró que yo salía con ella ¡por lo menos! Debo seguir asistiendo a clases hasta que las aguas se calmen.
Me pongo el estúpido uniforme de una manera desaliñada ¡debo fingir! No puedo llegar como un tonto desquiciado frente a los demás, podría levantar sospechas y no necesito esto ahora mismo.
Arranco el coche y manejo de una manera relajada por las calles de este mugroso lugar. No espero el momento de cambiarme ya de país.
Me detengo de golpe al ver a un señor pegando volantes ¡con el rostro de Tormenta! En cada esquina.
Luce demasiado mal y siento por un momento culpa... o que se yo.
Me bajo de golpe y me acerco a el. Si hay que fingir, debo fingir bien
-¡Quien es usted! - digo luego de poner un rostro de abatimiento y tristeza
-el que debo preguntar eso soy yo -dice el señor mirandome en desafio y yo hago que rompo en llanto
-yo podía ser el novio de esa chica... -susurro mirando la volante fingiendo tristeza
-¿perdón? ¿Conocía usted a mi hija? ¿Era amigo de la iglesia? - pregunta el señor que ahora ubico como el padre de Tormenta
Trato de no rodar los ojos y finjo sorpresa
-¿es usted su padre? Perdone mi imprudencia... es solo que la estoy pasando mal debido a esto ¡no se que haré sin ella! Como se perdió asi nada más... - digo fingiendo limpiarme unas lágrimas
-si soy su padre, ahora quiero que usted me diga de que conoce a mi hija y cuando fue la ultima vez que la vió - me interroga el señor y yo me rio internamente
-yo era su compañero en el colegio. Nos hicimos amigos luego de que un día la defendí del bullying que le hacian sus compañeros, desde entonces nos volvimos muy unidos, pero creo que... nos enamoramos uno del otro - digo fingiendo una sonrisa al ver su rostro en el volante
-¿enamorarse? ¡Qué quieres decir! Dime de una buena vez cuando fue la ultima vez que la viste
-hace unos ocho dias salimos juntos y bueno... me apena pero le di un beso inocente y ella se alteró diciendo que estaba mal ante Dios y formo un drama extraño y salió corriendo, luego de ahí no la ví mas. Pensé que se escondia de mí por ese hecho pero hasta hoy me entero que lleva desaparecida una semana, casi el mismo tiempo desde esa noche - digo llorando y abrazando la foto para hacer el drama mas creíble
-¡Queeee! ¿Y hasta ahora se te ocurre decir eso? Debes declarar esto en la delegación para que sirva de pista ¡vamos ahora mismo! -dice el señor alterandose y yo me asusto
- ya le he dicho lo que se, no puedo ir a la policía, ellos me dan miedo porque hirieron a mi padre frente a mi cuando era pequeño, no pienso ir allí, lo siento debo irme al colegio - digo fingiendo temor y me voy rapidamente a mi auto
-¡me lleva! Por favor, si ves algo que ayude a encontrar a mi pequeña dilo ¡la necesito volver a ver! - dice el señor desgarradoramente y yo le miro frio
Desgarrador fue ver a mi madre morir el día de mi cumpleaños, lo demás no me importa nada.
Arranco el coche y voy pensando todo el camino en esos ojos acusadores. Tenia unos bellos ojos... que solo le serviran para ver hombres asquerosos que me hacen rico a mi padre y a mi por supuesto.
Si tan solo no hubiese sido tan ingenua y... cristiana.
Aparco el auto y llego al colegio con mi mirada fría y distante. Todos me observan extraño y no se porqué ¿me habran descubierto? No lo creo... es casi imposible.
Llego al aula y el profesor se acerca a mi con la mirada expectante de mis "compañeros" hipócritas e idiotas que según estan preocupados cuando lo único que hacian era tratar mal a la tontita de Tormenta.
-oh Josafat cuanto siento lo de tu... amiga Tormenta. Me enteré que estaban bien unidos y hasta dicen que eran novios ¿es cierto? ¿Que haz sabido? -me pregunta este viejo inmundo y ruedo los ojos mentalmente, pero finjo tristeza en mi rostro
-lastimosamente no llegamos a serlo, ella tenia pues... creencias religiosas y eso para ella no era correcto. Acabo de hablar con su padre y luce muy mal, no sabe que daría por encontrarla, pero mis padres no me permitieron ausentarme a clases -digo dejando ir unas lágrimas reales
Con solo mencionar la palabra "padres" de ellos... juntos, todo se remueve en mi ser
-cuanto lo lamentamos Josafat, el colegio entero estará unido y buscaremos hacer lo posible por guardar la presencia de Tormenta, una muchacha ejemplar. Se que no tendrás la concentración necesaria en las clases, asique mis colegas y yo buscaremos la manera de ayudarte para que te gradues asi como esperamos que Tormenta aparezca y nos acompañe tambien en un acto importante para todos - dice el profesor y se retira con rostro preocupado a su asiento.
Merezco un premio increible ¡qué gran actor soy! He obtenido grandes beneficios gracias a la cristianita ¡que grata sorpresa!
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