Bardock abrió los ojos, se encontraba en una cama de una casa desconocida sin su armadura, que se encontraba colocada en una mesilla al lado.
El se asomó a la ventana, el color del cielo era muy parecido al del planeta Vegeta.
Entonces escucho unos pasos y se giró, era un hombre de una raza muy extraña, detrás de él había un muchacho que se escondía tras el.
-Veo que ya has despertado. Soy el médico de este pueblo y este es mi hijo, Berry. El fue quien te encontró herido en el bosque.
El los miro sorprendido, nunca había visto aquella raza y no lograba recordar que pasó después de la explosión del planeta Vegeta.
El medico se acercó con un frasco mientas decía: -Este es un líquido que hará que tus heridas sanen rápido- echó un poco en el brazo de él y sus heridas comenzaron a sanar.
"Este es el mismo líquido que utilizamos en la cápsula de recuperación" pensó el.
El Niño llamado Berry le trajo su armadura diciéndole: "tome su ropa señor"
Bardock le miró mal, pero la cogio y se la puso.
El Niño se quedó mirándole y él, irritado dijo: - no me agradan los niños-
Berry in poco dolido se alejó.
Entonces escuchó como que dos personas peleaban, se asomó al balcón y vio a dos personas, una mujer y un hombre más mayor que parecían de la misma raza que el peleando.
-Vamos, golpea más fuerte- dijo el hombre -tienes que concéntrate más
El medico se pudo junto a Bardock y habló:
-Son muy parecidos a ti ¿cierto? Llegaron aquí hace 4 años cuando su nave se estrelló aquí, murieron todos salvo ellos que salieron muy mal heridos pero con nuestra medicina conseguimos salvarlos. Al parecer el es muy bueno en artes marciales y está siendo el maestro de Angelica, entrenan todos los días muy duro, si lo desearas podrías ir con ellos.
-Yo no necesito que nadie me entrené, soy lo suficientemente fuerte como para mataros a todos vosotros.
-Bueno está bien, nosotros te dejamos solo, siéntete como en tu casa. Vamos berry.
Bardock miró como se alejaban y volvió a asomarse a la ventana viendo como ellos dos peleaban, tampoco se les daba nada mal.
El era un hombre bastante más mayor que ella, de pelo negro y bigote, con ojos achinados. Ella es una chica joven y bastante bonita, tenía ojos azules, larga cabellera negra muy bien cuidada, labios ni muy gruesos ni muy finos, simplemente perfectos y también era algo bajita.
Entonces observó que llevaban atuendos muy diferentes al de el, por lo que supo que no eran saijayins.