8.
Capítulo 8: ¡Akira es mamá!
Sabía que Akira estaba lista para ser mamá y quería sacarle unas pequeñas crías. Por lo que estuve buscando a varios perros también de su misma raza para que puedan tener bebés.
Hace aproximadamente una semanas y medias hubo acto, pero aún no sé si sí, o si no.
O.o
Creo que sí, porque últimamente ha estado muy hambrienta y algo hinchada; sin embargo no sé.
Aún no he confirmado mis sospechas, ella es una perrita gorda y llenita de amor.
Le hoy le harán un examen para saber si está embarazada.
(...)
Después de haberse hecho el examen Akira tenía casi los dos meses, por lo que el doctor quién ha llevado su control desde la primera vez conmigo me recomendó tener ciertas cosas a la mano porque ya estaría muy pronto en labor de parto.
Eso me hizo sentir feliz y nerviosa.
Después de unas semanas estaba que explota con su barriga, se ve tan tierna así.
Ya nos explicó el doctor que nacerán ocho cachorritos y que como están algo grandes por la genética de Akira y el padre de los cachorritos. Puede que nazcan mucho antes de lo estipulado.
Y sí, así sucedió.
Cómo lo dijo el veterinario Akira a las pocas semanas más estaba con su barriga gigante, parecía una perra obesa, pero lo importante es que tanto ella como los cachorritos estaban sanos. El dueño de Pongo casi a diario llamaba para preguntar por ella y saber cómo va.
También estaba emocionado por las crías de su perro.
Con unos días de diferencia y con mucha impresión por mi parte Akira dio a luz a ocho gigantes cachorritos. Sí que eran grandes para su edad.
:O
Nacieron tres bebés machos y cinco bebés hembras. Todos son unos bebé hermosísimos lo que más me gusto fue saber que Akira es buena mamá ya que cuando sus bebés nacieron ella con paciencia y amor los limpio y los amamantó.
Es increíble, Akira estuvo en todo el proceso tranquila y relajada, en ningún momento se desesperó ni causo algún movimiento brusco. Nada, es como si ella hubiera estado preparada para eso.
Pero quién no estaba preparada era yo, la veía tan calmada y relajada mientras suspiraba por sus cachorritos que yo en mi sitio me movía de un lado para otro. Juro que me daba una horrible agonía observar por donde estaban saliendo que decidí caminar y solo mirar su rostro.
—Vaya que estas loca Marlene.
Ella de nuevo me observó y suspiró, yo quise estar cerca de ella; pero no pude, por más que quise no.
—Dime diosaaa, ¿que pasa? Verte así hasta ganas me dan de tener los míos.
Ella giró su cabeza ignorando mi comentario y yo indignada sola me limité a mirar a otro sitio.
Al cabo de un tiempo después ya los cachorritos están sanos y mucho más grandes, cada uno tenía tres meses y hasta nombre les habíamos puesto, el dueño de Pongo y yo habíamos acordado que él se llevaría a seis y yo me quedaría con dos, más adelante les conseguiría familia.
Son ocho y sus nombres son preciosos también.
Observé las fotografías que les había tomado el tiempo que estuvieron junto a mí, las observé y me sonreí por las travesuras que ellos igualmente hicieron aquí. Igual a su mamá dejaron una legado en mi casa.
;-;
Los tres primeros son Lucy, Koky y Canelo.
El de la preciosa pajarita es el cariñoso Mou. Que hasta me recuerda un poco a Akira cuando estaba recién llegada, con aquella cara que te decía «Mírame, no quiebro ni un plato, te quiebro la vajilla completa» :D
Y la preciosa Mela, ¿No es un angelito con sus alas y su cuerno?
¡No, no lo es!
Me carcajeé. Una vez la conseguí volteada en el retrete, no supe como ni que pasó, solo la vi ahí en un acto suicida gracioso. Solo me quedó reírme mucho ese día.
La que le sigue es Cristi aparte de ser muy dormilona es una aspiradora, come muchísimo. Ella considera que yo soy un árbol de dinero, siempre me estaba pidiendo más.
También está la traviesa de Bibi, ¡Le fascina robar comida!
Ese día la conseguí junto en la caja donde había llegado el pollo con el sobre de salsa de tomate en la boca, capturé el momento que más que risa, fue mucha ternura lo que me dió.
Y la última y más consentida por parte de su papá. Sami es muy juguetona con Pongo, algunas veces sale brava con él por ser tosco con ella.
Akira crío a sus ocho bebés y luego el dueño de Pongo, se quedó con seis cachorros como lo habíamos acordado y yo con dos quienes eran súper activos pero así como eran de traviesos son un amor.
Por razones como estás los perros merecen mucho más de lo que entregan, son animales tan puros que aun así, hay gente que abusa y maltrata de ellos.
Nunca me cansaré de decirlo.
Nunca lo entenderé.
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