
7.
Taehyung se paró en frente de la caja junto con Jungkook quien dejo todas las cosas en el mostrador.
—¿Tarjeta o efectivo? —pregunto la castaña tras el mostrador.
—Efectivo —dijo el azabache.
—Tarjeta —Taehyung corrigió a Jungkook.
El azabache lo miro desaprobatoriamente, pero Taehyung lo ignoro y entrego su tarjeta.
—Ese no lo llevare —le dijo antes de que marcara la blusa.
—Es muy linda, ¿no te gusto?
—Sí, es linda —sonrió forzadamente— Pero no me convence. —la chica siguió marcando las cosas y guardándolas en bolsas.
—Gracias por su compra —dijo con una gran sonrisa mientras le entregaba todas las bolsas.
—¿Te ayudo? —hablo Jungkook para ayudarlo con las bolsas, pero el rubio se negó —Vamos Tae —alargo— No seas dramático —el rubio lo miro mal, estaba enojado, pero estaba haciendo un enorme esfuerzo para no gritar— Elige otra cosa, lo que quieras —se acercó a su novio— No estés enojado —le dio un rápido beso en sus labios.
El rubio levanto su mirada un poco más risueño
—Me vuelve loco tu sonrisa —Jungkook lo halago y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse en el rostro del rubio.
Con dificultad, el azabache abrazo al menor, paso sus brazos por su espalda, el rubio lo abrazo también antes de unir sus labios, al parecer había sido más fácil de lo que pensaba.
—Y si mejor yo escojo algo para ti...
Ese tono de voz, esa mirada, su novio era un manipulador de primera.
—No lo creo —el azabache le dijo divertido mientras trataba de besarlo de nuevo pero el rubio lo empujo.
—Entonces vámonos ya —nuevamente cambio su tono de voz a uno más duro.
—¡Tae! —lo tomo de la mano.
—Suéltame.
—¿Estarás así todo el día? —pregunto con fastidio.
—A menos que me dejes comprar la blusa o algo para ti —su tono de convencimiento volvió.
Jungkook pensó con detenimiento las opciones que le daba, si se compraba la blusa todos los imbéciles del campus lo disfrutarían y no sería divertido tener que golpear a cada uno de los que tuvieran la valentía de mirarlo.
La segunda opción ¿Qué podría comprar para él? ¿Una camisa? Sin duda esa era la mejor opción, si no le gustaba simplemente la desaparecía. Era más fácil, ya que él no le perdonaría que dañara algo de su armario.
—Está bien, elige algo para mí —una perversa sonrisa se apodero del rostro de Taehyung.
—¡Kim Taehyung! ¿Estás completamente loco? —el azabache le grito al momento de ver lo que había comprado para él, sin duda hubiera sido mejor dejarlo comprarse esa jodida blusa.
—Gguk, solo úsala una vez —sonrió— Después la puedes dejar refundida en el armario, pero úsala una sola vez —el rubio se acercó a él con una asquerosa camisa de vestir color rosa.
—¡Jamás! —contesto haciéndose hacia atrás.
—El color rosa no te hace menos hombre.
El azabache carcajeó— Claro que no, eso lo sé de sobra —rodó los ojos— Solamente que no te pase por la mente que yo algún día usare eso.
—¿Yo si tengo que cambiar mi forma de vestir por ti y tú no eres capaz de ponerte una estúpida camisa para mí? Ten —el rubio le lanzo la camisa— Quémala si quieres, me da lo mismo —subió las escaleras corriendo, hasta que lo perdió de vista, a los segundos se escuchó un portazo.
El azabache no quería estar enojado con el rubio, así que con cuidado ingreso las llaves para poder quitar el seguro, entro a la habitación sin siquiera pedir permiso.
—Entiendo que es tu casa, pero respétame y toca la puerta —el rubio dijo sin siquiera abrir los ojos.
—Lo siento, creí que si lo hacía no me abrirías —Jungkook se puso de rodillas en la cama para acercarme a su novio— ¿Precioso? —susurró en su oído y no respondió— ¿Estas molesto?
—No Gguk, estoy saltando de la felicidad —dijo sarcástico.
—Eres un caprichoso —mordió suavemente su hombro.
—Y tu un orgulloso que detesta el color rosa —Jungkook soltó una risita por lo bajo en su oído, lo estrujo contra su cuerpo, el rubio le parecía tan delicado, tan frágil.
—No me gusta que pelemos siempre.
Taehyung se giró sobre la cama y rápido oculto su rostro en el pecho del azabache— A mi si —confesó y saco su rostro— Ya te lo había dicho antes, me encantan nuestras reconciliaciones —el rubio capturo sus labios tan suavemente y Jungkook sintió como se creaba una sonrisa en sus labios, las manos del menor subieron rápidamente al cuello de su novio, pasando por su abdomen, pecho y clavículas.
Las manos de Jungkook subieron al cuello de Taehyung y después se deslizaron hasta su cadera, donde comenzó a jugar con el borde de su blusa, metió sus dedos en esta mientras acariciaba suavemente su piel. Le fascinaba sentirlo estremecer entre sus brazos.
Jungkook introdujo su lengua en la boca del contrario tornando el beso más intenso, subió la blusa del menor hasta la altura de su pecho, lo que le permitía acariciar su espalda y abdomen con libertad.
Él rubio se separó de los labios del azabache para hacer lo mismo con su playera, solo que él lo hizo levantar los brazos para sacarla por completo, el mayor no se negó ya que aprovecho y sacó la de Taehyung también.
—Ignóralo —Jungkook susurró sobre los labios del menor cuando escucharon el teléfono sonar.
—Gguk... —reprochó— Puede ser tu tía o tus hermanos —Jungkook se quejó con un sonido que hizo con la garganta— Responde —el menor jadeaba, no quería que se detuviera, pero podría ser algo importante.
—Diga —Contesto de mala gana, escucho la risita de Taehyung.
—Qué forma de responder —su tía estaba del otro lado de la línea.
—¿Que se te ofrece? —su forma de hablar era la misma, no pudo haber sido más inoportuna su llamada.
—Pedirte qué si tú podías venir por tus hermanos, así se quedan a cenar.
—No lo sé —sintió la mano de Taehyung vagar por su espalda— T-Todos tenemos que levantarnos temprano mañana —tartamudeó tratando de controlarse, ¿acaso Taehyung no sabía lo que provocaban sus caricias?
—Jungkook, ven a las ocho estaremos en casa esperando —el azabache atrapó la mano del rubio y la atrajo hacía sus labios para depositar un beso en el dorso de esta.
—Está bien —no tenía opción.
—No olvides traer a Tae, quiero conocerlo mejor —el azabache colgó.
—¿Continuamos? —el rubio pregunto jugando con su cabello.
—No — se lanzó sobre él y lo beso salvajemente, seguramente confundiéndolo ya que su acción no era precisamente un "no"— Cámbiate, mi tía nos invitó a cenar... quiere conocerte mejor.
—¿Debo preocuparme?
—Un poco —Jungkook cambió su tono de voz a uno serio, solo para asustarlo.
—¡Hey! —el rubio lo empujó— Deberías decirme: no te preocupes por nada —ambos rieron.
—Tranquilo —acaricio su mejilla— Si tienes suerte no te acosara con preguntas, el que tiene que preocuparse soy yo, tienen en común el gusto de hacerme enojar —el rubio soltó una carcajada.
—Entonces no la pasare tan mal —suspiro— ¿Te pondrás la camisa que te regale? — Jungkook rodo los ojos con fastidio— Seguro que hasta a tu tía le encantara y también a Sana.
—No intentes manipularme, conozco tus trucos.
—Pensé que no perdía nada con intentarlo —sonrió— Nos harías felices a muchos si te pones esa camisa, aunque sea por una vez.
—No lo creo —el azabache beso los labios de su novio una vez más antes de salir de su habitación.
—¡Wow! —la tía de Jungkook tapó su boca con incredulidad y removió un poco la chaqueta negra de su sobrino para asegurarse de lo que veía— Ni si quiera tu madre logro ponerte una camisa —carcajeo— ¿Como lo lograste Tae? —el rubio solo se sonrojo y se aferró al brazo del azabache, estaba nervioso— Pasen, Pasen —Jungkook soltó la mano de Taehyung para que pudiera pasar primero.
De inmediato las risas y pláticas de los niños inundaron sus oídos.
—¡Gguk! —Sana y Hoseok corrían hacia su hermano mayor, pero se detuvieron con sorpresa.
—¡Wow! ¡Es tan linda! —susurro Sana y sus ojos brillaron, se refería a la camisa.
—¿Te gusta? —Jungkook le pregunto a su hermana y ella de inmediato asintió con la cabeza— Tae la eligió para mí... pero yo la detesto —ambos formaron una 'o' con sus labios y después Sana cubrió su boca riendo— Pero no le digan ¿está bien? —Jungkook sabía que el rubio estaba detrás de ellos escuchando la conversación.
—Discúlpame por tener un pésimo sentido de la moda —dijo Taehyung y los niños rieron a carcajadas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro