
3.
Rápidamente sintió como Jimin volteaba a verlo, pero Taehyung no podía sacar la mirada de aquella escena.
—Creo que será mejor que nos vayamos —Ni siquiera supo quien había dicho eso, pero en cuestión de segundos solo estaban Jimin y Taehyung en la mesa.
—¿Taehyung? —Hablo su mejor amigo.
—¿Lee YongSung? —Pregunto con sarcasmo—. ¿Lee YongSung le va a dar más que superficialidad y sexo?
Lee YongSung era algo así como su rival desde siempre, todo en su vida era una constante replica de lo que Taehyung hacia, su mayor objetivo era tener lo mismo que el y al parecer iba por buen camino, ya que ahora tenía a su ex novio.
YongSung caminaba con el brazo de Minho sobre sus hombros, este sonreía como diciendo: Mírenme, se lo quite, al igual Minho caminaba como si nada, saludando a los demás miembros del equipo que estaban sentados en una de las mesas del otro extremo de la cafetería.
—¡Taehyung! —Escucho la firme voz de Jimin, pero no podía.
No podía sacar la mirada de ellos.
Yong se encontró con Taehyung, ambos se sostuvieron la mirada, comenzaron una guerra de miradas, no había nada peor que desviar los ojos y dejar que tu enemigo te ganase, aquel acto demostraba nada más que debilidad. Al ver que Taehyung no cedía, Yong levanto una de sus delgadas y castañas cejas, se dio vuelta y tomo a Minho del rostro para atraerlo a sus labios.
—Odiaba que yo hiciera eso. —Taehyung dijo mientras veía como se besaban frente a todos sus amigos, Minho detestaba que hiciera eso, pero al parecer el que Yong lo hiciera le agradaba.
—¡Kim Taehyung! ¡Voltea a verme ahora! —Le ordenó Jimin y este rápidamente volteo a verlo—. Cuando más necesitas tu orgullo, este decide descansar —Lo regaño—. ¡Deja de verlo! ¡Ya!
Tenía razón, pero era imposible apartar la mirada.
—No Jimin —Se puso de pie— ¡No puede hacerme esto! —Camino hacia la puerta de la cafetería y salió de ahí.
Llego a su casillero para sacar sus libros para la siguiente materia, Historia.
—¿Cómo pudo hacerme eso?
Sin duda alguna YongSung era la persona más estúpida que conocía.
El fuerte timbre lo saco de sus pensamientos, cerro de un fuerte golpe el casillero y camino de vuelta hacia el salón de clases.
Entro y todos lo miraron extrañados, comúnmente llegaba tarde a clases ya que solía quedarse a ver los entrenamientos de Minho o simplemente a escucharlo charlar con sus compañeros de equipo.
Solo que ahora no tenía con quien distraerse
Tomo asiento en su lugar de siempre, en la primera fila en el penúltimo asiento ya que Jimin se sentaba en el último, detrás de él.
Recargo su cabeza sobre sus manos y miraba perdidamente hacia el piso.
—¿Qué no era que no te importaba? —La voz de Jimin lo hizo volver de su mundo.
—¡No me importa! —le importaba, pero de todos modos Jimin se daría cuenta
—Si no es así, ¿por qué esa cara?
—Pienso en cómo me voy a vengar de ellos.
—¿Vengar? —Soltó una carcajada—. Lo bueno es que no te importa.
—¡Cállate Park! —Giro sobre su asiento para poder verlo ya que estaba detrás de él.
—¿Y qué vas a hacer? —Sonrió divertido— ¿Vas a salir con alguien más para causarle celos a Minho? —Se burló.
—No es mala idea —realmente lo pensó.
—Es una estupidez.
—¡Claro que no! —Comento pensativo— Solo tengo que buscar a alguien que le produzca celos, así el idiota se dará cuenta de que aún me quiere, se enojaran, Minho regresa conmigo y todo perfecto —Levanto una de sus perfectas cejas, estaba orgulloso de su plan.
—¿Cómo fue que termine siendo tu mejor amigo?
—No lo sé —tomo su mano—. Pero ahora serás mi novio.
—Taehyung —Puso su otra mano sobre la de su amigo— Todos saben que somos como hermanos y que jamás saldríamos. —Comentó con obviedad.
Era cierto, no creerían que entre ellos había algo.
—Entonces, ¿quién? —Su plan se había frustrado
No podía ser cualquier chico, tenía que ser alguien que a Minho le molestara y que no resistiera verlo a su lado.
Pero el problema era ¿Quién?
—¿Qué tal él? —Señalo a uno de los come libros sentados en los asientos de adelante.
—Park, el punto es que le moleste —Le dijo serio—. No causarle gracia.
—¿Y cómo sabes que al que elijas te seguirá el juego? —Pregunto.
—Ya lo veras —Contesto seguro.
Nadie en sus cinco sentidos rechazaría una cita con él.
—¿Él? —Pregunto señalando con la mirada a uno de los miembros del equipo.
—No lo sé, tal vez sí. —Volteó hacia la puerta y cambio de opinión— ¿Por qué no él? —Dijo mientras seguía con la mirada a un chico que para ser sincero jamás le había puesto atención.
—¿Él? —Pregunto incrédulo.
—Es todo lo contrario a Minho.
Jeans negros ajustados, camisa blanca súper pegada al cuerpo, chaqueta negra de cuero y botas.
—¿Quién es él? —Preguntó, ya que como dijo jamás le había puesto atención y vaya que era atractivo.
—Olvídalo, él no te hará caso ni en un millón de años.
—Jimin, nadie rechaza a...
—Él sí —le interrumpió—. Como puedes ver no le agradan las florecitas como tú.
¿Su amigo lo había llamado florecita?
—¿Y cómo sabes tú eso? —No podía ser cierto, caería igual que los demás.
—¡Es lógico! —Contestó— Conduce una motocicleta, usa chaqueta de cuero —Describió— ¡Tu usas tops hasta para el colegio! —Podía tener un poco de razón—. A kilómetros se nota que no son compatibles.
—Jimin, no me voy a casar con el —Sonrió—. Solo digamos que lo quiero por unos días, no necesitamos ser compatibles.
—Piensa lo que quieras, pero cuando te rechace no te ayudare en el plan de venganza en contra de él.
—¿Cuándo me rechace? —Preguntó indignado.
—Oh, claro que lo hará
—No lo creo.
—¿Quieres apostar? —Sonrió.
—¿Cuánto quieres perder? —Le contesto seguro.
—¿Cuánto? —Soltó una carcajada— Hagámoslo más interesante —Lo miraba atento— Si tú ganas yo... —Dijo para que el completara la oración.
—Si yo gano. —Pensó— Si yo gano, harás todos mis trabajos finales. —los trabajos finales eran bastantes y la verdad detestaba hacerlos, así que sería un buen castigo para el bocón de su amigo.
—Y si yo gano —dijo el sonriendo— Harás hasta lo imposible por convertirte en el mejor amigo de Yong. —Taehyung maldijo, su castigo no era nada comparado con el suyo— Y si él se niega, insistirás hasta lograrlo. —sonrió—. Le rogaras, le suplicaras, le imploraras...
—Cállate ya entendí —dijo harto.
—Bien —Contestó tendiendo su mano hacia su amigo—. No te daré fecha límite, ya que seguramente te dirá que no a los dos segundos de que comiences a hablar, así que seguro te cansaras y dirás; oh Jimin, tienes toda la razón eres el más listo y grandioso chico y ahora me voy a buscar a mi mejor amigo YongSung.
—Te quiero Jimin, pero eres un idiota —Taehyung tomo su mano aceptando la apuesta antes de girarse ya que al fin el maestro había entrado al aula.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro