Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CIX

El hombre frente a mí suelta un grito antes de que le parta el cuello. Su cuerpo cae al suelo y éste se mancha de rojo.

La puerta chirría ante la entrada de alguien. Se suponía que la esposa y el hijo estarían fuera de casa.

Maldita sea, es el cuarto fallo.

-¡Cielo, volvimos! ¡Jack y yo te compramos algo!

Suelto un suspiro y me pongo el cubre boca y las gafas. Sacudo mi disfraz de exterminador de plagas, y salgo al encuentro de la esposa.

-señora Steven, su esposo salió.

Ella escruta cuidadosamente mi ropa, y pone a su pequeño niño de diez años atrás de ella.

-¿Tú eres?

-William Park. Vengo por el problema de la plaga.

Su expresión se suaviza, y una dulce sonrisa se instala en sus labios.

Lo haces más difícil, mujer.

-¡Oh, sí! Gracias. Llevamos meses con esos infernales animales.

-descuide, se rompió la cañería, por eso están aquí. Casi acabo. Pronto estas alimañas no la molestarán más.

-me alegra escucharlo. Mi hijo y yo nos retiramos para que pueda hacer su trabajo.

-tenga buena tarde.

El chiquillo me mira con asombro antes de irse.

Jamás me había dolido tanto ese tipo de mirada.

Luego de que la mujer se fuera, empaco el cuerpo del hombre en una bolsa, me deshago de la sangre y arreglo el problema de la cañería.

No deseo causar más daño a esta familia. El hombre que maté era a quien buscaba. El último jefe en mi lista.

El peor.

Zack Steven, cincuenta y seis años, fundador del burdel en el que trabajé por cinco noches y con una reputación de estafador, golpeador y asesino bien fundamentada.

Le estoy haciendo un favor a su mujer y a su hijo.

Aunque ocultar un cadáver tan robusto no es nada fácil.

Y las medidas extremas son la desgraciada solución.

Una motosierra corta cada pedazo de este hombre.

No hay náuseas, ni dudas.

Tampoco hay placer.

Sólo... Nada.

—ten cuidado con la cabeza, Jeon. Recuerda lo que pasó con la señora Wong. El cabello se atora con facilidad.

Doy una fugaz mirada a mi padre, quién está cómodamente sentado en el sofá.

Me he tenido que esconder en esta pequeña bodega por más de un mes. Me queda convenientemente cerca de todos los jefes de la Organización que no murieron en la explosión.

Por semanas investigué sus vidas, cada más mínimo detalle, y luego empecé a matarlos uno por uno.

Hubo días en que pude eliminar a dos en pocas horas. Existió el caso de que me tardé más de tres días cazando a uno solo.

La motosierra ha sido un elemento al que desgraciadamente he recurrido mucho, como bien ha dicho el fantasmón ese.

Vamos, eran los jefes de una empresa asesina, ¿por qué no pueden ser más atléticos?

-lárgate. Te he dicho mil veces que tu compañía no es nada placentera.

—mh... Pero... Es la única compañía que tienes.

—eso no es del todo cierto, señor Jeon. No se olvide de Ryu, Jae y de mí.

La voz de Yugyeom golpea mi corazón con dureza, y por un segundo la sierra eléctrica se me va de las manos y corta la cara de Zach.

—te lo dije.

-¡Cállate! - grito, aventando la sierra a cualquier lado, poniéndome cara a cara con él -. No necesito a nadie, ¿oíste? Mucho menos a ti, y tu asquerosa presencia. ¡No necesito la presencia de ninguno de ustedes!

Yugyeom se empieza a reír fuertemente, se aleja del cuerpo desmembrado en el suelo y acaricia dulcemente mi mejilla.

—cariño... No sabes nada.

-no me toques.

Me alejo bruscamente de Yugyeom, limpiando la sangre imaginaria que mancha mi rostro.

—¡Acéptalo, cielo! Nos necesitas. Gracias a nosotros estás vivo. Cada fantasma que se agrega a tu colección es para tu propio beneficio. Sin nosotros estarías muerto. Somos la voz en tu cabeza que te advierte del peligro, somos las experiencias fallidas que te advierten no seguir ciertas técnicas, ¡nosotros te damos la vida!… Eres un demonio. Con cada muerte que brindas te haces más fuerte, nosotros te hacemos más fuerte.

Una risa brota de mis labios cuando, al tratar de alejarme de Yug termino cayendo sobre el cuerpo de Zach.

-¿Fuerte? - pregunto entre risas -. ¡¿Te parece que esto es ser fuerte?! - le grito con lágrimas en los ojos, mostrándole mis manos llenas de sangre.

Le muestro todo mi cuerpo lleno de moretones, corres, cicatrices y tatuajes. Le muestro lo que soy.

Un asesino.

Un maldito animal.

-¿Te parece que soy fuerte, Kim Yugyeom? "Cada muerte te fortalece", ¡yo me fortalezco a mí mismo para seguir siendo capaz de asesinar a alguien! Tener que matarte con mis propias manos fue el peor golpe que he vivido, ¡la muerte de Hoseok me come la cabeza a cada segundo de mi vida, sus gritos permanecen en mis oídos! - las lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas mientras me arranco grandes mechones de cabello -. Me estoy volviendo loco - susurro, como si fuera un secreto -. Veo fantasmas donde no hay nada, la paranoia me pica todos los días, mi persona me da miedo... Tengo miedo. Y no es más que por todos ustedes, malditos fantasmas de mierda. Por todas las muertes que causé. Ustedes no me ayudan en nada, son los que poco a poco me matan. Duele, y ustedes lo empeoran.

—¿Tanto sufres? Deja de quejarte y haz algo. Si tanto miedo tienes, si tanto "dolor" cargas, mátate. Se acaba todo así.

-¿Y escuchar tu insoportable fantasma por toda la eternidad? ¡Ja! No, gracias.

No obstante, la punta de mis dedos cosquillea al mirar la sierra.

Sería un segundo. Tal vez duela, pero...

No.

No, no. Yo... Hice una promesa... Y quiero cumplir.

—sabes que él no te estará esperando. Han pasado meses, Jungkook - me dice Yugyeom con una retorcida sonrisa.

-sólo ha sido uno y medio.

—hablamos de Kim Taehyung, Jeon.

-exacto.

—¡Oh, vamos! - exclama mi padre, bufando -. Un Jeon no ruega por amor. Es más, ni siquiera lo buscamos. Es para débiles. Te hace estúpido.

-lo dice el que enloqueció cuando su esposa lo abandonó.

Mi padre golpea la mesa, y me apunta con un dedo.

—te mataré si vuelves a mencionar a esa bruja.

-uy, sí. Tengo tanto miedo de que me pongas tus fantasmales manos encima.

—mh. Te haces ver tan fuerte, pero fuiste el primero en romperse cuando ella los abandonó.

No es justo, no es justo... Cada palabra duele mil veces más viniendo de sus labios.

-cállate.

—Jeon Jungkook, el asesino que no pudo matar a su primer amor.

-¡Cállate!

—Jeon Jungkook, el asesino de su padre - agrega con una sonrisa mi progenitor.

—Jeon Jungkook, el asesino de su ex esposo.

No, no, no. Por favor...

Mis manos se dirigen a mis orejas y las cubren con fuerza, mientras cierro los ojos, deseando que todos estos malditos muertos desaparezcan.

-¡Basta!

—Jeon Jungkook, ¡el gordito de la clase! - grita William, riendo.

—Jeon Jungkook, el asesino de una bebé... - murmura la señora Min.

—Jeon Jungkook, mató a la madre y se llevó a la hija - exclama furiosa Dyin.

Por favor, por favor, por favor, por favor... Ya no, no más...

—¡oh, vamos, podríamos pasarnos todo el día hablando de tus crímenes!

—¡Cállense!

De repente todo el lugar se vuelve silencioso, y, casi con temor, me atrevo a abrir los ojos y descubrir mis oídos.

Frente a mí está la sonrisa más hermosa del mundo, y el dulce portador de ésta me mira con dulzura.

-hyung...

—duda seria, si Yugyeom era tu alma gemela (y más aún, si fue el "amor de tu vida") ¿por qué te lastima tanto en tu imaginación?

-¡Hobi hyung!

No lo toques, ni siquiera te acerques. Podría desaparecer, y ahora mismo necesito tanto de su presencia.

—te ves... Terrible.

-gajes del oficio. Lo sabes mejor que nadie...

—no. Físicamente no, Kook. Te ves tan... Cansado. Harto.

-bueno... Todo se ha vuelto tan... Complicado... - murmuró con una pequeña risa para nada real -. Me haces falta.

—¡Sabía que me querías un poquito!

-no - bufo de inmediato y me cruzo de brazos, dándole la espalda, pero los ojos se me llenan de lágrimas -. No te quiero un poquito.

Y, dolido porque sé que realmente no está ahí, me doy la vuelta para mirarlo a los ojos.

-te adoro, hyung. No sabes cuánto... Yo te amo mucho, y te extraño demasiado... ¡Te extraño tanto que duele físicamente...!

Con rabia vuelvo a tomar la sierra eléctrica y la enciendo, y Hoseok desvía finalmente la mirada de mis lágrimas al aparato.

-¡Los maté a todos, a todos y cada uno de los que dieron la orden de asesinarte! ¡Destruí las bases de la agencia que te mató, tu asesino está muerto!… ¡Entonces explícame, por favor! ¡Explícame por qué me sigo sintiendo tan roto, por qué el dolor no desapareció, por qué tu ausencia duele más y más!

En un solo parpadeo, el cuerpo de Zach Steven no es más que decenas de pedazos de carne.

La sangre baña cada pedazo de mi piel expuesta, y en mi boca está presente el sabor a sudor, lágrimas y sangre.

Han pasado más de quince minutos. El reloj en la pared da prueba de ello.

Estuve ausente del mundo y ni siquiera lo noté.

—Kook...

-Taehyung tenía razón - murmuro.

—sea lo que sea que pienses, estás en un error.

-soy un monstruo.

—Jeon, no.

-¡Acabo de cortar a un hombre en pedazos sin siquiera ser consciente de ello! ¡Soy un maldito monstruo!

—¡Jungkook, basta!

Un inmenso dolor recorre mi brazo.

Es un error, todo esto está mal... ¿Por qué mi brazo está sangrando?…

Me estoy volviendo loco, estoy loco, todo esto no tiene sentido.

Tengo miedo, tanto miedo....

Hyung, hyung... Sálvame...

—Jungkook... Sé que estás asustado, sé que también estás confundido... Y eres muy consciente de que realmente no puedo hacer nada... Jungkookie, pequeño... Estás al borde de un acantilado que tú mismo te pusiste...

Mi mirada confundida y llena de horror y desesperación lo hace fruncir levemente el ceño y acercarse a mí, poniendo su mano cerca de mi cara, pero sin tocarme.

—mi pequeño amigo, mi hermanito... Te duele porque estás tan aferrado a algo que simplemente no está...

No, no, no...

-hyung, no.

—Jungkook, por favor...

-¡No! ¡No lo haré!

No, no, por favor, no...

—Jungkook...

-¡Basta, dije que no! ¡No!

—¡Jungkook, tienes que dejarme ir!

El silencio se instala entre nosotros, como si hubiese sido soltada una sentencia de muerte.

Mi muerte....

-no, por favor... No puedo hacerlo... No quiero...

No me obligues, te lo suplico... No quiero hacerlo, no soy capaz...

—Kook... Mi galleto favorito.... Tienes que dejarme ir... Tienes que soltar lo que no está ahí... No estoy aquí...

Basta, basta, basta, ¡basta!

No puedo, no, no, no....

Hobi....

Mi sol....

Mi hyung....

Por favor....

-lo sé - murmuro, cayendo al suelo, con las lágrimas brotando lentamente de mis ojos -, sé que no estás aquí, sé que no volveré a verte y... ¡Y me niego! ¿Por qué me arrebatas este consuelo?… Te tengo frente a mí, real o no, ¡estás! Existes para mí... Todos los que perdí existen si tan sólo lo pienso... Por favor, Hoba... Por favor, ¡por favor! No quiero hacer esto, y no me podré negar si me lo pides una vez más porque sé que tienes razón y es lo que realmente hubieras querido... Por favor... Quédate conmigo...

Una dulce sonrisa de corazón abarca sus labios, y a pesar de que en su rostro también hay un rastro de lágrimas, es la sonrisa más hermosa que he visto en él.

—estoy contigo. Siempre. Yo te cuido. Hasta el final. Así que dame un cierre. Date un cierre... Y por favor, Kook, déjanos ir a todos. Cada fantasma, cada pesar, déjalo ir... Eres una persona, no un monstruo. Necesitas dejar de culparte y empezar a hacer algo para mejorar tu vida. Tienes una niña, tienes amigos, tienes un amor renovado. No lo desperdicies, vive... Y no llores por nuestra partida. Verás que esa herida en tu corazón va a sanar mejor. ¿Confías en mí?

No lo dudo. La respuesta siempre ha sido la misma.

-con todo mi corazón.

Así, empiezo a despedirme de cada uno de los fantasmas sobre mis hombros.

Empiezo con mi padre, quien, con expresión vacía, se da la vuelta y simplemente se va por una puerta blanca.

Y un peso enorme me es quitado de encima.

No hay más odio, ni furia... Sólo el recuerdo de un viejo atormentado por sus propios fantasmas.

Hobi está presente en cada despedida.

No es fácil.

Hay demasiadas personas de las que no merezco el perdón, y los señores Min y su bebé son claro ejemplo de ello. Al igual que Dyin.

Pero al final los suelto.

Y prometo a esa madre asesinada que cuidaré a su hija con todo el amor posible.

Lo siento... Lamento arrebatarte la oportunidad de criar a Haneul con todo el amor que poseías...

Dejar ir a Zach Steven no es tan complicado por ser alguien relativamente nuevo en mi colección de muertos, y enterrar su cadáver me da el cierre que necesito.

Con él se acaba todo.

BanRyu y Jae son difíciles de soltar. Quiero matarlos nuevamente, quiero borrar esas estúpidas sonrisas, quiero que sufran conmigo...

Pero tampoco son reales, y los dejo ir.

Una despedida que tuve que posponer más de una vez fue la de mi progenitora.

Esa mujer que, si bien no sé si está viva o muerta, su presencia amarga mi corazón.

Su fantasma es el peor de todos... A pesar de ello, no quiero soltarla.

Es cruel y burlona en mi imaginación, pero sigue en mi vida... No se marchó como la verdadera... Y, aunque odie admitirlo, la voy a extrañar.

Te extraño, mamá... Te extraño locamente... Pero no estás aquí, y no es mi culpa. Tomaste tu decisión.

Dos días enteros son los que me tardo en vaciar casi por completo mi mente de fantasmas. No lo sabía, pero cargaba con miles de ellos diariamente.

Interiormente siempre tuve presente cada rostro de las personas que asesiné.

Son demasiadas....

Pero finalmente reduje el número a dos.

Kim Yugyeom y Jung Hoseok.

-no puedo más.

—casi acabas, no te des por vencido ahora.

-no, Hoseok. Pararé aquí. No quiero seguir.

Y por primera vez desde el día en que murió y su fantasma se agregó a la colección, Gyeom me sonríe con cariño.

—cariño... Este es el fin del camino... De nuestro camino. El tuyo continúa y será largo, pero esta parada es necesaria. Aquí nos bajamos Hoseok y yo... Tienes que despedirte.

—Kook, vi el dolor en tus ojos a cada despedida que diste a todos tus fantasmas, y vi tu fortaleza crecer. Todas esas muertes, todas esas personas... Kook... Nosotros somos dos más. Simplemente somos dos personas más. Puedes hacerlo.

Una risa brota de mis labios sin mi permiso, y toda calma que conseguí al quitarme tantos demonios de encima se vuelve pesar.

No debí acceder a esto, no debí...

Por favor....

-no lo entienden - murmuro, mirando al techo para evitar llorar nuevamente -. Ustedes no entienden, ¡no lo saben!

Doy un fuerte pisotón, tal cual un niño haciendo berrinche.

-ustedes no son "dos más"… ¡Ustedes no son como todas esas personas! Ustedes no son simples fantasmas, ¡ustedes son mi luz, la razón de que siga con vida!… Mi única familia... Ustedes son mis personas... Mi salvación... No puedo renunciar a eso... No quiero renunciar a ustedes.... Son... Son todo lo que tengo... Todo lo que necesito...

Yugyeom y Hobi se miran entre sí.

Gyeom suspira, y extiende su mano hasta mi rostro.

Lo traspasa.

—es falso, Jungkook. Te aferras a una fantasía...

—no nos necesitas - continúa Hobi -, tú solo pudiste acabar con todo un edificio lleno de asesinos profesionales, sobreviviste a la peste de un pañal sucio, conseguiste todo en la vida. Tú solo. Llegaste a ser feliz sin ayuda. Ni Yugyeom ni yo interferimos en nada porque no estamos en la realidad. Tienes que aceptarlo ya.

—tómalo como un punto y coma. Muchos no saben usarlo correctamente, y a veces es confuso, pero es una pausa, una separación. Es una pausa mayor que la coma, pero menor que la de un punto... Es como... El inicio a otra idea, a otra vida viviendo con el pasado y sabiendo sobrellevarlo porque forma parte de un todo. Tienes el derecho a esa pausa, a ese punto y coma...

-tengo miedo...

—al igual que nosotros... Pero si vivimos para siempre en el miedo, no llegaremos a ninguna parte...

-¿Quién dice que no lo arruinaré de nuevo, hyung?… ¿Quién me asegura que todo estará bien?…

—nadie... Es un salto de fe.

-¿Aventarme a un barranco con nada que me asegure mi bienestar? Moriré de esa manera.

—o... Aprenderás a volar...

—y nosotros te acompañaremos hasta que aterrices a salvo.

A salvo... Volar...

-¿Lo prometen?…

—es un juramento.

Mis alas están rotas... Puedo caer...

Pero, si no intento despegar, ¿cómo podré saber si soy capaz de volar?…

—Jungkook... Te amamos.

-y yo a ustedes.

Un nuevo inicio... Un salto de fe.

Y si ellos realmente estarán a mi lado, los vea o no... Todo estará bien.

-adiós, Gyeom... Adiós, Hobi...

—adiós, Kook.

Voy a estar bien.

















...

WENAS WENAAAAAAS!

En mi país son casi las seis de la seis y djdvsu, estoy que me muero de sueño porque no he dormido nada en días... Peeero no quería aventarme otro mes sin actualizar, así que me puse a trabajar y PUM, salió este maravilloso capítulo.

No saben lo frustrante que es... Este Jungkook tiene vida propia, ¡en serio! Puedo controlar la mayoría de las situaciones de está historia, pero me descuido tantito y ZAZ, Jungkook me cambió todos los planes porque odia seguir las reglas.

¿Haneul? Jungkook tuvo la culpa.

¿La muerte de Yugyeom? Jungkook tuvo la culpa.

¿Todas las fases de duelo y la locura de hacer volar la sede de la Organización? ¡Jeon tuvo la culpa! ¡Ni siquiera estaba en mis planes que se despidiera de todos sus fantasmas!

Ese wey tiene vida propia y se mueve por la historia como si sus actos no tuvieran consecuencias ;-;

Para matarla, Taehyung empieza a revelarse en mi contra también, ¡esto es un motín!

De los únicos que no me quejo son Jimin y Yoon, ambos tienen papeles importantes que me ayudan a arreglar los desastres de Jeon, Kim y Jung.

Y ¿Hobi por qué? La única vez que le doy rienda suelta a ese personaje, y el muy rebelde se mata.

Fue tan: "¡Haré una aparición especial en este capítulo!" *Su cabeza es hallada en una caja*

En fin. Es tarde y hace sueño, so... Tengan una bonita semana, tomen agua, espero que puedan ver el concierto, y disfruten mucho su día! Nos leemos pronto!!

†§Val§†

Pd: si hay un error de ortografía, avísenme, por favor. No revisé del todo el capítulo y me da cosa escribir feo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro