Te estoy observando desde hace muchas horas, pareces un angel en esa cama de hospital y vestida toda de blanco. Tus ojos están cerrados desde que te he encontrado, aún no sabes de mi presencia y me lastima mucho, quiero verte sonreír como hace algunas semanas, quiero oír tu voz pronunciar mi nombre pero no puedes, te han torturado mucho y nisiquiera te dieron una gota de agua en esa estancia que te tuvieron secuestrada por lo tanto estás deshidratada y débil, si no te hubiese encontrado a tiempo, quizás tu camino hubiese sido otro... No quiero ni pronunciarlo, espero que cuando despiertes te des cuenta que estoy aquí y que me reconozcas como tu héroe, como el chico cobarde que se ha enamorado de ti sin siquiera oír tu voz...