Llevo conmigo el cuaderno como si fuera algo prohibido. Aún no me he atrevido a mirarlo ¿Estaría violando sus derechos? No he podido acercarme a el, no lo puedo ver, tal parece que el tiene horarios diferentes al mío y es difícil además de que debo asistir a terapia por lo que esas chicas malas me hicieron... Ahora que ellas estan en prisión nadie mas se atreve a decirme algo siquiera por las amenazas del rector, aunque de todas formas no me siento segura.
Luego de pasar todo este suceso me siento desilusionada con mi "prometido". El no me gusta y no lo amo, pero estoy obligada a casarme con el por tradición familiar y el fue quien mi padre eligió para casarse conmigo. Aveces me da miedo, siento que es muy posesivo y ya no se que hacer, solo siento la curiosidad de hablar con el chico que me salvó ¿Porque lo habrá hecho? Me sigo preguntando a mi misma en vez de ir a preguntárselo a el, soy tan tonta y cobarde ¡Dios! Nisiquiera tengo el valor de ver que tiene esta libreta... Pero pronto me armaré de valor y me acercaré a el y también... Leeré su libreta, quizás, ahora mismo...