El día de mi boda es mañana y siento mi corazón salirse de mi pecho. No quiero hacer esto, me duele, pero ¿Cómo negarme a lo que ha sido tradición de mi familia por generaciones? No viviré mal y lo acepto, tendre una vida acomodada, pero aun así siento impotencia y la siento aun mucho más fuerte al pensar en ese chico tan descaradamente ¡fue mi héroe! Pero estoy segura que el jamás se fijaría en mí, en una negra.
Las lágrimas calientes bajan por mis mejillas, siento un dolor profundo en mi pecho y sin querer una lágrima cae en el cuaderno negro de él, mi héroe.
Lo tomo en mis manos y luego de observarlo por largo rato lo abro al fin ¿Qué encontraré en esto? Abro la primera página y me llevo una grande sorpresa, soy yo, o bueno es un dibujo de una chica idéntica a mí en la fuente de la universidad leyendo un libro, espera... ¡Yo soy esa chica!