
Capitulo 14: Confidencias. Confidencias de Harry: Edimburgo-Scotland.
Nunca me había preocupado por el maldito amor, de ningún modo creí que Harry Styles el atroz demonio realmente alguna vez iba amar a alguien, por eso nunca antes me había interesado la abominada profecía que marcaba mi vida, pero la vi a ella, ______ Kardashian. Cuando la vi por primera vez quise cuidarla y protegerla, la traté como si fuera mía, y sí lo era, me pertenecía, la deseaba de forma excepcional e incontrolable, no podía mantenerme alejado, lo intenté, me esforcé por mantenerla con vida y protegerla de mi mismo, su mayor y único peligro era yo.
La seguí, ya que nunca logré permanecer un segundo lejos de ella la seguía a todas partes para verla y lo hacía parecer encuentros casuales, mas no podía dejar de pensarla y ansiarla, cuando me decidí a probar sus labios fue algo tóxico tanto como para ella y como para mí, tóxico, mortal y tan adictivo como placentero. Comencé a darme cuenta de que la amaba y la necesitaba, quise renunciar a amarla en el momento que recordé esa inútil maldición, sabía que le haría daño incluso si no existiera la profecía, soy un demonio, nada podía quitarme la maldad que llevaba dentro, nací condenado a ser un miserable y perverso demonio, siempre me odie por nacer así, me hubiera gustado tener la opción de escoger mi destino pero es algo que no controlo, nunca se lo confesé a ella pero la verdad es que si no asesino personas no sobrevivo, tengo que alimentarme de sus almas para conservarme de pie, no se lo dije para no hacerla temer mas, ella me tenía miedo, yo siempre podía oler su miedo y ella intentaba ocultarlo. Cuando la vi por primera vez llorar el alma se me cayó a los pies, nunca en mi vida había experimentado algo tan doloroso, cada una de sus lágrimas saladas que derramaba mantenía mi corazón y mi alma sangrando, me estaba destruyendo y le rogué con mi alma en pedazos y el corazón en mis manos que por favor se detuviera, que dejara de llorar. Tampoco nunca pensé que yo me torturaría tanto con esto.
La enamoré, la escuché decirme te amo y fue estimulante para mí, cada uno de mis sentidos agudizados se degustaban con sabor a mujer que tenía su piel, hubiese sacrificado todo por tenerla en mi cama y hacerla mía, sacrificaría todo menos a ella. Nunca nadie me miró como ella lo hacía, me conmovía cada vez que la veía tan preocupada por mí, jamás nadie me había querido. Por qué hacerlo? Nadie quiere a los asesinos como yo, y ella... Ella me amaba? Pero... Por qué ella me amaba? Ella sabía quién era yo. Sabía lo que era y aún así no le importó quedarse junto a mí, las mujeres no deberían amarme, ellas deberían solo desearme, eso era lo que solía hacer el resto. Jamás entendí el hecho de que alguien pudiera quererme de verdad, estuve con muchas mujeres desde muy joven, solo deseaban placer y que las hiciera gritar toda la noche, yo no les interesaba, a nadie le importaba yo, y ellas nunca sospechaban que antes del amanecer terminarían desalmadas por haber deseado satisfacción.
Traté de sacarla de mi corazón siendo sanguinario, cuando descubrió lo que yo era decidí tratarla como cualquier mujer. Acostarme con ella y quitarle el alma? Iba a matarla, pero realmente no podía tratarla como a cualquier mujer, ella no era cualquiera, yo la amaba y no tuve la fuerza para hacerle daño de forma consciente de lo que hacía, sabía que lastimarla a ella me terminaría doliendo mas a mí. Las cosas empezaban a salirse de control, siempre que intentaba amarla mi fuerza se me salía de las manos, comencé a lastimarla de a poco físicamente, me poseía el mal que traigo dentro, sin querer la estaba matando muy lentamente, me di cuenta muy tarde, lo noté cuando supe que ella estaba llegando demasiado lejos. Ella disfrutaba? Disfrutaba cuando la lastimaba?.
Dude de su amor, Hashton seguía queriendo arrebatarme todo lo que tenia, siempre él tuvo todo lo que yo quería, siempre me lo quito todo y ______ que era mi más preciada posesión también estaba cayendo en las manos de mi hermano, lo odiaba, me propuse matarlo con mis propias manos.
La alejé, o al menos lo intenté, probé repudiarla, rechazarla, olvidarla, desdeñarla, ignorarla, no dirigirle la palabra y tratarla mal, pretendía llenarla de orgullo y odio para que me olvidara, yo sabía que si continuaba cerca iba a lastimarla mucho, iba a herirla, iba a hacerla sufrir... Iba a matarla, a ella y a mí, yo representaba el mayor peligro en su vida, Harry Styles es un peligro para todos. No podía permitirme lastimarla a ella, no podía permitirme destruirme de ese modo, sabía que tenerla cerca sería peligroso para ella y si a ella le pasaba algo yo me destruiría.
Hasta que por fin decidí apartarme de ella para siempre, me pregunté si podía impedir que la profecía se hiciera realidad o si alguna vez podría deshacerme de mi maldición, solo había una alternativa, Sacrificarme era la única posibilidad que tenia de salvarla pero ya no tenía esperanzas así que no tuve más remedio que abandonarla. Rompí su corazón. La besé por última vez y el siguiente segundo después de que terminé de besarla ya la echaba de menos, cada paso que me separaba de ella me costaba el aire, me faltaba el aliento al distanciarme de esa chica, para mí nada había sido más lamentable y difícil, nada podía dolerme tanto. No debía demostrar mi debilidad, no me iba permitir convertirme en un frágil. Irónico, ya lo era, ella me volvía vulnerable, no quedaba sombra de quien había sido antes, mi vida solo giraba a su alrededor, alrededor de esa joven.
Venia camino a Scotland en un tren y podía sentir cuando ella lloraba, estábamos a millas de distancia y yo sabía cada vez que ella derramaba lágrimas y cada vez era más terrible para mí, nos unían vínculos tan sólidos y resistentes que estaba conectado con sus emociones, si ella lloraba yo lo sabía, lo sabía y me hacia derrumbarme abatido al suelo tratando de evitar ese daño, lo que más me hería es que ella lloraba por mí, era obvio, la abandoné sin siquiera decirle adiós, ella pensaba que yo no la amaba pero no se imaginaba cuanto me estaba acabando y descuartizando estar lejos de ella y sentir su sufrimiento. Cuando ella dormía mi mente se metía en sus sueños de forma insólita, algo tan sobrenatural que ni siquiera yo daba crédito a eso.
Me dediqué a destruir mi vida, porque sin ella era imposible seguir viviendo, era insano. Me lancé al abismo, descuidé cada aspecto de mi vida. Estuve con todas esas mujeres, cualquier tipo de mujer, no eran como ella, ninguna me hacía sentir con una noche lo que _____ me hacía sentir con tan solo tener sus manos sobre mi rostro.
Esa noche estaba con una aparentemente voluptuosa y bien formada mujer de cabellos negros con risos largos, para muchos podía ser atractiva pero yo solo veía a ______, estaba en su cama desnudándola y tocándola para satisfacer una necesidad, y en otro de mis necios intentos por borrarme de la memoria a ______. La conocí esa misma noche en otro club nocturno, después de que acababa de asesinar a su esposo frente a sus narices la chica de cabello oscuro trató de seducirme, era bastante indecente, demasiado para mi gusto, la escuchaba jadear y gemir disfrutando de mi cuerpo, acto seguido, las imágenes de los sueños y pesadillas de ______ penetraron mis pensamientos, jamás iba a conseguir olvidarla cuando ella me hacia eso, se metía en mi mente haciéndome sentir todo lo que sentía, cerré mis ojos apretándolos al igual que mis labios.
–______. –dije con una apesadumbrada voz.
La mujer que estaba conmigo se sintió ofendida de inmediato.
–soy Ophelia, no ______.
Ni siquiera conocía su nombre pero estaba seguro de que ella si conocía el mío, apenas llevaba algunas semanas en Scotland y era un célebre entre las mujeres.
Aproveché la oportunidad para tomarla del cuello y llevarme su alma, dejé a la mujer sin vida en su propia cama. Me coloqué mi vestimenta mientras mi alma se seguía colmando de absoluto vacío. Ansiaba que ______ despertara y dejara de tener pesadillas porque me estaba despedazando literalmente el hecho de recodarla y anhelarla tanto, ella soñaba con los dos, esas imágenes se pasaban por mi cabeza y quebraban mi oscura alma. ______ estaba soñando con ambos, lo hacia todas las noches, soñaba que yo la lastimaba, me veía como demonio, también nos soñaba juntos y sollozaba mientras dormía, yo pedía no estar tan lejos de ella para poder consolarla y... consolarme. Mi respiración estaba agitada y al igual que todas las noches que a ______ le ocurría lo mismo, yo estaba al borde del colapso, apreté los dientes y los puños deseando que esta noche acabara rápido, tenía un nudo ahogado en mi garganta y mordí mi labio inferior hasta que lo rompí con mis dientes y el sabor de mi sangre se extendió por mis sentidos, en mis pulmones faltaba aire.
–______ ya basta. –dije a la nada con voz forzada y quebrantada pero una parte de mi pretendía que ella escuchara en donde quiera que estuviera.
Ella solo quería mostrarme cuanto estaba sufriendo, por eso podía ver sus sueños y me atormentaba excesivamente. Me recliné de una pared para mantener estabilidad, mi espalda se deslizó hacia abajo a través de la pared de concreto hasta que caí sentado. Ni siquiera podía deshacerme de todo ese sufrimiento acumulado dentro de mí, los demonios, como yo, no pueden llorar, mis ojos se humedecieron pero jamás podría derramar una sola lágrima, y eso era mucho peor, todo ese dolor estaba dentro de mí y cada vez se acumulaba mas y mas sin tener alguna vía de escape, nadie podría imaginarse lo terrible y doloroso que era tener todos esos sentimientos dentro de ti atrapados de por vida, ser un demonio no es tan bueno como parece. Mi cuerpo se extenuó tanto que quedé tendido en el piso enlosado, tomé mi daga para hacer mi último intento por quitarme la vida esperando que Paul no volviera aparecer para impedírmelo pues ya lo había hecho un montón de veces anteriormente.
La cuchilla atravesó la delgada tela de mi camisa y sentí el acero frio sobre mi piel, hice presión sobre mi pecho y cuando el filo empezó a atravesar mi piel apareció Paul desde las sombras y robó mi navaja.
–qué te divierte tanto de querer suicidarte? –me preguntó.
–qué te divierte tanto de mantenerme con vida?
–venganza.
–venganza? –repetí incrédulo.
–sí, eso y que no me llevo bien con los demonios.
Hacerme el duro frente a Paul era verdaderamente trabajoso cuando sentía que estaba muriendo por dentro, estaba devastado y mi entrecortada respiración se escuchaba pero debía tratar de ser lo más atemorizante posible. Aun así pensaba... Venganza? Por qué quiere vengarse de mí? Yo qué le he hecho?
Solté un resoplido.
–Venganza? Claro, porque no dejo almas para ti?
Paul no era mucho mayor que yo pero pretendía serlo. Se rió a carcajadas en mi cara.
–no soy tan acomplejado. –mencionó–. Sé que no me has hecho nada, pero tus padres... Es decir, no siempre fui lo que soy, estoy condenado a esta detestada labor gracias a tu madre y a tu padre, se encargaron de condenarme a esto y ahora su hijo debe pagar por todo el rechazo que tu madre me dio, yo la amaba, ella no me amaba, te amaba a ti y tu padre, digamos que Hashton no era su preferido, ella te quería más por ser un demonio igual que ella, y lamentablemente no estuvo viva para cuando quise vengarme, solo quedabas tú, tú y ese gemelo tuyo. Mi odio cayó en ti. Tu madre era hermosa, como una diosa, yo era un ángel, ella un demonio, me hizo caer embobado a sus pies, me enamoró ciegamente, me arriesgué a estar en la tierra para estar con ella, me dijo que debía renunciar a lo que era para quererla y lo hice, me entregué por amor y confesé a el universo entero que amaba esa mujer para que me desterraran al infierno, para ser un demonio y estar a su lado, en lugar de eso me convirtieron en la muerte para pagar mi condena por haberme enamorado de un demonio, el resto de la eternidad tendría que hacer este trabajo, lo acepté y aun así fui a buscarla, escuché que estaba con otro hombre pero no lo creí, siempre creí que ella también me amaba, la encontré con tu padre en la cama, todo el tiempo me había utilizado, la odie con toda el alma, ella te amaba tanto, te miraba de forma especial y de eso me aferré para hacerla sufrir. Tú solo eras el hijo de otro hombre que no era yo, y cuando te veo ahora todavía me sigue doliendo la traición de tu madre porque tú te pareces mucho mas a ella de lo que puedes parecerte a tu padre. Cuando algún día pueda olvidarla me decidiré a ayudarte, por ahora sé que en algún lugar del cosmos el alma de tu madre sufre sabiendo que su hijo tan tirano como ella sufre por amor, igual que me paso a mí. Aprendí que el amor es lo más doloroso que puede existir, es mortal, es venenoso. Creer en él te hará un inseguro, indefenso y miserable. Y de este viene acompañada la traición que es tan mala como el mismo amor.
También yo lo aprendí, el amor mata, amar es sufrir y lo sabía perfectamente porque yo seguía encadenado a los grilletes del amor que cada día me destruían mas, si pudiera dar un consejo a cualquier persona les diría que nunca se enamoren porque tortura y es lo más lastimero que se puede sentir, nada en el mundo puede perjudicarte tanto. Casi por un momento entendí el punto de vista de Paul, casi entendía por qué quería hacerme sufrir.
Si yo acababa con mi vida mi sufrimiento terminaría, el mío y el de ella también. Todo era mi culpa, por nacer como demonio, por ser inhumano y ser como soy era que nuestro amor estaba prohibido.
Supe que mi mirada reflejaba el tormento que estaba sintiendo, no pude permanecer ocultándolo, Paul se esfumó segundos más tarde. Jadeé y observé que sobre la cama seguía el cadáver de la mujer y sobre la mesa de luz las cientos de botellas de cerveza que había tomado, pues sí, estaba algo borracho.
Salí del departamento de la mujer para dirigirme hasta el último piso, la azotea. Mi corazón estaba doliéndome, ardiendo y latiendo precipitado, mientras yo arrastraba los pies haciendo todo el esfuerzo para continuar dando pasos. Como un moribundo prolongué mi camino escaleras arriba, cuando estuve en la azotea sentí lo fuerte que me golpeaba el viento allá a lo alto, me acerqué hasta el borde, hasta la orilla donde el suelo terminaba, miré hacia abajo donde todo se distinguía muy pequeño, quince pisos de altura, una muerte segura, al menos eso esperaba, mis pies se tambalearon y estaba mareado, en el aire había un ligero olor a petróleo, arena, cemento y a humo, seguía allí de pie con el recuerdo de ________ destruyéndome, solo debía dar un paso más para estrellarme con el asfalto sólido desde 15 pisos de altura, tragué saliva y me decidí a saltar, le dediqué un adiós a mi amada y di un paso adelante sin previo aviso, no iba a permitir que Paul detuviera mi muerte, lo hice, me lancé a los aires esperando que al amanecer encontraran mi cadáver, me limité a cerrar los ojos y caer, antes de poder llegar al suelo fui atrapado volando por los aires, oí el aleteo de un par de enormes alas, solo podía ser una cosa, un ángel. Si, era otro ruin ángel. Me dejó con cuidado sobre la azotea de nuevo, tirado en el suelo me agité respirando impaciente, cruzado de brazos y ahí parado frente a mí se encontraba un tipo vestido de blanco.
–Harry Styles. –sonó su voz mientras sacudía de forma molesta su par de alitas blancas–. Vengo a contarte una historia.
Una historia? Pensé. Interrumpe mi suicidio para contarme una historia? Cuando me iban a dejar que acabe con mi dolor?
Me puse de pie y entrelacé una de mis manos en el cabello como índice de frustración. Me provocó matar al angelito de inmediato pero me fastidiaba tener que luchar en ese preciso instante.
–entonces? Que quieres? –le dije al extraño frunciendo el ceño.
–sabemos lo que tú quieres. –me dijo manteniendo su postura rígida.
–tú y cuantos más? –lancé mi sarcasmo.
El ángel pareció entender mi humor ya que soltó una risita por lo bajo.
–sé que no estás conforme con lo que eres y se todo sobre esa profecía. –me reveló–. Yo tengo el resto de las páginas, la profecía no fuese tan mala si Paul D' Angelo junto con ese demonio y ese ángel no hubiesen agregado tu maldición en ella, aun así la única manera de acabar con todo esto sería que quien escribió la profecía original quemara todas las páginas, pero esto es imposible, quien escribió esto ya no existe, ni en el cielo, ni en la tierra, ni en el infierno, su alma ya no existe siquiera. El creador de tu caos se llama Araziel, el ángel Araziel, el joven ángel que hace miles o millones de milenios mantuvo relaciones prohibidas con las hijas de los hombres, se enamoró de una mortal y fue desterrado del cielo, castigado por Dios, condenado a caminar entre los mortales. Luego fue seducido y engañado por Lucifer y convertido en demonio. Se suicidó cuando no soportó ver lo que era. Se quitó la vida al no poder soportar su nueva apariencia. Se dice que las palabras escritas por los ángeles se convierten en palabras sagradas, todo se hace realidad, antes de convertirse en demonio, Araziel escribió esas páginas. En resumen sería algo como: "el mal y el bien se encontrarán, ella, la mujer más hermosa y déspota se enamorará del ángel guerrero más valiente y él también la amará a ella, un amor tan fuerte como prohibido, tendrán dos hijos gemelos, Harry y Hashton serán los hijos del bien y el mal, uno el lado oscuro que será como ella y el otro la cara buena de la moneda será como su padre, se enfrentarán uno con otro, amarán, serán más fuertes que cualquier ángel o cualquier demonio, serán los reyes del bien y el mal, poseerán atractivo supremo y se pondrán en contra cuando la lucha entre el cielo y el infierno se desate, solo uno de ellos tendrá la oportunidad de reencarnar en su misma piel y con su mismo nombre en próximas vidas en la tierra hasta que encuentre a quien amar para el resto de la eternidad, solo uno de ellos conseguirá amar y ser correspondido mientras que el alma del otro se irá a donde pertenece". Dice un par de cosas mas pero son unas trece paginas de palabrería poco importante y luego están las maldiciones escritas por la muerte, la madre de Nicholas Salvatore y... Tu padre. Poco diplomático no? Las páginas de la maldición son las que tiene el padre Robert, él sabe más de lo que todos creen.
Abrí mi boca de par en par cuando escuché aquello, la madre de Nicholas y mi propio padre fueron el ángel y el demonio que me maldijeron? Nunca lo habría sospechado. Ninguno de ellos podría deshacer mi maldición, ambos estaban muertos, y Paul no estaba dispuesto a hacerlo.
–ahora Harry vine a proponerte algo de parte de la corte del bien. –Siguió el ángel–. Sabemos que no te gusta tener maldad dentro y sabemos que nada ni nadie puede deshacer tu maldición, tu destino está marcado, pero... Hay una cosa que puedo hacer por ti. Podemos extraer tu parte de demonio, puedes ser un mortal por completo y unirte al bien, solo tienes que aceptar la propuesta.
No lo pensé, ya sabía lo que iba a decir.
–si hiciera eso... Pudiera cambiar la profecía? –interrogué.
–no, probablemente tengas el mismo destino. –me respondió.
–es decir que si soy uno de ustedes de todas formas me llevaré el alma de _____ Kardashian. –intervine confundido.
–es lo más probable.
–No. –balbuceé–. No vale la pena, lo único que ustedes quieren es tener un chico más para su clan. No seré uno de ustedes si no puedo tenerla a ella.
bueno chicas aqui les dejo los 2 capis diarios ojala les encanten bueno bye beshitos :*
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