La ducha fue sin duda muy gratificante. Su cuerpo pareció agradecerle muchísimo. Cuando salió de la ducha, secó su cabello y se miró al espejo. No era tan grande como el que Matt tenía en su apartamento, pero sin duda podía verse.
¡Estaba bellísima! La dieta hacía maravillas, aunque aun tenía que bajar un poco más de peso. Veía rollitos en lugares donde no tenían que haber.
Se envolvió en la toalla y con el cabello húmedo suelto, salió del baño y se dirigió a la habitación. Logan le había dicho que había ropa en el armario, aunque nunca le comentó cómo la había conseguido.
Al abrir las puertas del armario se encontró tanto como ropa de hombre como ropa de mujer. Nada de lo que había allí le pertenecía. ¿De dónde la habría sacado?
Comenzó a husmear por entre la ropa de mujer y la verdad era que era muy bonita. No sabía si Matt la aprobaría, pero para ella era hermosa… Aunque por esa razón fue que Matt tomó control sobre su vestimenta. Según él, no tenía buen gusto en la moda.
Aquellas dudas sobre el buen gusto comenzaron a abrumarla. No sabía qué ponerse. Había demasiada ropa y nada de lo que había allí parecía combinar. Si Matt estuviese allí, seguramente sabría exactamente qué ofrecerle. Pero la realidad era que no lo estaba y sin dudas lo necesitaba. Él siempre decía que la imagen lo era todo, no podía salir vestida como una cualquier cosa.
El stress comenzó a hacer estragos en su cuerpo y tuvo que sentarse un momento en la cama para no caer al piso.
¿Qué haría? No podía quedarse en toalla todo el tiempo. Ojalá tuviese su teléfono consigo para llamar a Matt. Lo necesitaba desesperadamente. No solo por la ropa, sino que porque lo extrañaba.
Al final su mente pensó en una idea poco ortodoxa. No tenía sentido hacer eso pero… la opinión de alguien más la ayudaría muchísimo. Tal vez Logan no tendría el sofisticado gusto que Matt poseía, pero era lo único que tenía… Y sola, claro estaba, no llegaría a ningún lado.
Camino descalza por el pasillo, escondiendo su cuello entre sus hombros. Tenía la típica apariencia de un niño asustadizo. No sabía por qué sentía tanto tiempo… Bueno, Logan no era un pan de Dios. Él intentó hacerle daño muchas veces, y aunque Matt siempre le dijo que tendría que luchar para defenderse, pocas cosas podían ocurrírsele en ese momento. Su mente estaba nublada por todo lo que estaba sucediendo. Necesitaba a Matt con urgencia, no podía vivir sin él. Él era su vida, literalmente.
Se paró frente a la barra divisora de la cocina y la sala de estar. Apoyó sus brazos sobre la madera de la barra y mordió su labio inferior. Era una locura lo que pensaba hacer, pero sin duda era mejor que vagar con una toalla puesta.
Logan parecía estar muy concentrado cocinando algo en una olla, probablemente fideos. Hacía mucho que no probaba fideos, y recordaba que Logan hacía unos espaguetis fantásticos.
Al ver que el joven no se percataba de su presencia, tosió sutilmente para llamarle la atención. Logan se dio vuelta de inmediato. En sus ojos había algo que no podía descifrar pero sin duda se había mostrado sorprendido.
Logan: Hola… —Se quedó mirándola por un momento. Su cabello mojado estaba completamente hacia atrás, por lo que pudo ver con claridad como los huesos del hombro se asomaban por debajo de su piel. Tal vez no estuviese hecho un esqueleto, pero no le faltaba mucho. Cada vez que respiraba, los huesos en su pecho sobresalían y una sensación de nauseas inundo su cuerpo. Quería llorar porque todo lo que pasaba había sido su culpa—. Amm… Yo… —Tragó duro, deseoso de que el nudo en su garganta desapareciera pero fue imposible—. Creí que ya estarías lista.
_____: Sobre eso… —Carraspeo. Bajo la mirada hacia sus manos y comenzó a apretar su dedo anular. Ella solo hacía eso cuando estaba incómoda—. No sé que ponerme.
Logan: Hay mucha ropa en el armario. Ponte lo que más te guste.
_____: Ese es el problema… No sé qué es lo que me gusta.
Logan: ¿Cómo que no sabes? Admito que esa ropa no es la ropa de marca que Matt te compra, pero es muy bonita. Cuesta dinero igual.
_____: No es eso Logan. —Suspiro, recapacitando en si era buena idea seguir con aquello o no—. Matt siempre elige mi ropa, ¿De acuerdo? Él dice que la imagen lo es todo. Y yo antes me vestía de una forma inaceptable. No tengo gusto para la moda, y como Matt sí lo tiene… Él es quien elige qué debo usar. —Las últimas palabras fueron evidentes que le causaron pena, vergüenza.
Logan: ¿Disculpa? — Estaba completamente sorprendido. No lo podía creer. ¿Acaso Matt también dominaba la forma en la que se vestía? ¡¿Pero qué clase de demente era?! ¿A quién se le ocurre eso? admitía, por supuesto, que el cambio de imagen era algo por lo que había pasado. Danielle le había comprado un guardarropa nuevo pero nunca exigió con elegir qué ropa debería usar cada día—. ¿Me estás diciendo que no sabes cómo vestirte?
_____: Esto es ridículo. —Golpeo la barra con su mano y se dio media vuelta—. Sabía que te burlarías. No sé ni para qué te lo conté. — Comenzó a caminar nuevamente hacia la habitación cuando escuchó los gritos de disculpa de Logan.
Logan: ¡No, espera! ¡Vuelve! —La tomó por el brazo, rogando porque se detuviera—. Lo siento, ¿sí? No era mi intención lastimarte.
Ella se dio media vuelta, mostrando un rostro poco amigable. Sin duda no le agradaba en lo absoluto tenerlo cerca.
Logan: Si necesitas que te ayude en algo… Solo pídemelo.
_____: No, gracias. Yo misma puedo elegir mi ropa. —Se dio media vuelta y volvió al dormitorio.
Logan dejó escapar un suspiro. Sabía que había metido la pata, pero el hecho de que Matt hiciera eso con ella era ridículo. Era increíble lo que ese maldito podía hacer. La convirtió literalmente en un ser dependiente. No sabía hacer nada si Matt no estaba allí. Era como un bebé. Un bebito chiquito que necesita de atención constantemente porque éste no puede hacer nada.
Decidió volver a intentarlo y se dirigió a la habitación para ayudarla en lo que necesitara. Había dejado la puerta entreabierta, por lo que solo tuvo que empujarla para abrirla… Pero al hacerlo, de inmediato volvió a cerrarla, lo suficiente para asomar su nariz.
______ estaba colocándose el corpiño de espaldas a él. Sintió como la respiración se le cortaba al ver los huesos de su columna asomando. Se alejó de la puerta y se recargó en la pared, tapándose la boca para evitar hacer algún ruido.
Era horripilante. Estaba anoréxica. La vida que Matt le ofrecía solo empeoraba las cosas. El dejar de comer, sumado a la droga y a la bebida eran factores importantísimos para que ella estuviese así.
Aunque Dean le hubiese dicho que todo aquel plan para asesinarla estuviese ya hecho, si él no hubiese caído en las trampas de Beca, nada de esto hubiera pasado. Tenía que ser él el que estuviese en su lugar. Si alguien debía morir era él, no ella.
Escuchó como alguien se acercaba a la puerta y de inmediato corrió a la cocina. No quería que viera que la estaba espiando.
Respiró profundo tratando de contener el deseo de llorar. Decidió que lo mejor sería prepararle algo rico y nutritivo. En todo el tiempo que ella estuviera con él solo comería comida. ¡Verdadera comida! No la porquería que Matt debía darle… O no darle. Parecía que vivía a oxigeno.

— Hola…
Aquella voz lo tomó por sorpresa. Estaba tan concentrado en lo que hacía que apenas se había dado cuenta de que ______ estaba allí.
Sus ojos se concentraron en la ropa que llevaba. Un jersey gris claro con unos jeans oscuros y unas botas bajas.
¡Nada mal! Tenía el mismo estilo de antes. Aunque ella no lo debía de ver así.
Logan: Te ves… —comenzó.
_____: Horrible, lo sé. Esto no es nada de lo que usaría. ¡Ni siquiera sé si las botas chocolate combinan con el color del jersey!
Logan: ¿Nunca prestas atención a lo que Matt te da?
Ella meneo la cabeza.
_____: No tengo por qué preocuparme de eso. Él elige por mí… Además, la moda cambia todos los días. Hoy esto puede funcionar —señaló su conjunto—, mañana ya es historia.
Logan: Pues para mí te ves muy bonita.
Vio como su ceño se fruncía y una ceja se arqueaba. No dijo nada, pero sabía que debía de estar dudando de su cumplido.
Logan: ¡Te hice de comer! —Agregó rápidamente para disipar la tensión del ambiente. _____ se sentó en la mesa de la cocina y vio como Logan le servía un plato con una considerable cantidad de espaguetis con salsa.
______: ¿Qué es esto?
Logan: Espaguetis.
_____: Sé lo que es, no soy idiota. El problema es que contienen demasiadas calorías.
Logan: El problema es que estas muy delgada y necesitas comer.
_____: ¿Y unos fideos es tu mejor idea?
Logan: ¡No te puedo dar una hamburguesa triple! Vomitarías si te diera eso.
_____: Vomitaré si me como esto.
Logan dejó escapar un suspiro. Rascó su frente y trató de pensar en cómo haría para que comiera aquello.
Logan: Escucha. Necesitas comer esto. Necesitas calorías, tú cuerpo no tiene ninguna. ¡Ni siquiera tienes grasa!
_____: ¿Y eso es malo? ¿Qué no ves que estoy gorda y necesito adelgazar?
Logan: ¿En verdad te ves gorda? ¿En verdad no notas tus huesos sobresalir?
_____: Pero, ¿qué dices?
Logan: Come los espaguetis. —Le ordenó.
_____: No lo haré.
Logan: Cómelos o me aseguraré de que lo hagas.
_____: No soy un bebé.
Logan: Eso es discutible.
_____: ¡No voy a comerlos! —Comenzó a protestar.
Logan: ¿Qué se supone que es lo que comes?
_____: Ensalada. Dos porciones por día y sin condimentos.
Logan: ¡Eso no es comida! —Estalló, manteniendo una sonrisa en su rostro por la ironía que Matt tenía con ella—. Te vas a comer los espaguetis te guste o no.
_____: A mí nadie me obliga a nada. Y más si eres tú.
Logan: O comes esto, o no comes nada.
Apartó el plato lejos de su alcance y se cruzó de brazos, fulminando con la mirada al joven.
_____: No los comeré.
Logan: ¿No lo comes? —Tomo el plato y con mucho pésame por la idea que se le había ocurrido, le tiró encima los espaguetis con salsa. La cara que _____ puso no tenía precio. Era como si le hubiesen tirado un balde de agua fría—. Entonces lo limpias.
Logan se dio media vuelta y caminó hacia el fregadero, en dónde arrojó el plato en el agua enjabonada. No podía creer que había utilizado algo que Beca había empleado en él, pero en ese caso, había funcionado. Tenía la mínima esperanza de que en ella funcionase igual.
_____: ¡¿Acaso estás loco?! —Chilló como una niña mimada—. ¡Eres un asco! —Y levantándose de la silla se dirigió hasta el baño haciendo berrinche.
Una vez que ______ se hubo ido, Logan se dejó caer en una silla de la mesa de la cocina. Esto estaba tomando toda su energía. Ya no lo soportaba más.
¿Cómo se suponía que la haría volver? Hasta el momento era una posibilidad inalcanzable, y aunque dijo que no se rendiría, ya estaba comenzando a perder las esperanzas.

______ entró en la sala de estar con una toalla. Utilizaba la misma para quitar por completo las manchas de salsa que habían quedado en su jersey.
A la moda o no, aquel jersey le había encantado y ahora, por culpa de un insensible tendría que quitárselo. La mayoría de las manchas ya las había quitado, pero se sentía pegajoso y tenía zonas con manchas de aceite.
Pensaba en preguntarle a Logan en dónde estaba el lavarropas… Y si era que había uno. Pero luego de recordar lo que le hizo prefirió no hacerlo. Tenía pensado hacerle la ley del hielo. En todo ese tiempo que estuviera ahí —el cual esperaba que no fuese más de dos días— no le dirigiría la palabra.
Se puso a pensar que el lavarropas podría estar en el cuarto de lavado… Posiblemente la puerta que estaba al principio del pasillo conducía a ésta. Pero cuando estuvo a punto de abandonar el lugar, su mirada se concentro en la televisión encendida. Hacía muchísimo tiempo que no veía la televisión. Era estúpido, pero se había olvidado de cómo era.
El canal estaba pasando justamente las noticias de la tarde. Y allí estaban exhibiendo algo que le llamó muchísimo la atención. Se acercó con cautela hasta quedar frente del televisor.
Logan se percató de su presencia y se acercó lentamente hacia ella, guardando una distancia considerable.
_____: ¿Desde cuándo cerró esa cafetería? —Preguntó sin despegar la mirada del televisor.
Logan: ¿Hole Pass? Hace como dos meses. El banco la clausuró porque decía que no habían pagado la deuda que debían, pero todos los que trabajan allí aseguran que sí lo hicieron, y que solo lo cerraron para construir un nuevo café.
_____: Era mi cafetería favorita… —Su voz sonó con un dejo de tristeza. Logan sabían cuanto amaba ella aquel lugar. Allí hacían el mejor café con caramelo y crema del mundo.
Una sonrisa triste se dibujó en su rostro cuando recordó que para el Día de san Valentín, la había llevado a ese lugar. Fue uno de los mejores días que pudieron haber pasado juntos.
Logan: ¿No lo sabías? —Preguntó cuando sus recuerdos lo dejaron volver a la realidad.
Ella se limitó a menear la cabeza.
_____: No… No lo sabía. —Se dio media vuelta y Logan pudo ver un extraño dolor en sus ojos—. No veo la televisión. Por eso no sabía que había cerrado.
Logan: ¿No la ves?
Ella volvió a menear la cabeza.
_____: Matt dice que todo lo que pasa en la tele es pura basura. Que nos vuelve idiotas… Y la verdad es que tenía razón. Tenía más tiempo para estudiar para la universidad y así concentrarme en lo que más me importa. Además, no me dejaba usar la computadora porque decía que entraría a lugares inapropiados… —Mordió el interior de su mejilla y le regaló una mirada fugaz—. Me refiero a que entraría a lugares a los que no querría entrar solo para torturarme.
Logan comprendió eso a la perfección. Hacía muchísimo tiempo que él no veía nada de ella en las redes sociales. No era una chica que estuviese siempre metida en la computadora y publicando cosas… Pero poco o mucho siempre lo hacía.
_____: Tampoco puedo utilizar mi teléfono. Tú, Dean y mi madre eran unos pesados. No me dejaban tranquila. Así que se lo di a Matt… —Guardó silencio y con tan solo ver el rostro de Logan supo que volvía a pensar lo mismo que cuando le dijo sobre la ropa—. ¿Qué? No tiene nada de malo. Me separé de la tecnología y me concentré en los estudios. ¡Me fue muchísimo mejor que en los últimos tres años!
Logan: ¿Por qué mejor no vas a lavar ese jersey? La lavandería está por esa puerta. —Dijo enseñándole la puerta con el dedo. Ella no pareció cuestionar lo que le dijo y se dirigió de inmediato.
Cada cosa que Logan escuchaba de su boca sobre Matt le provoca nauseas. Era un jodido manipulador, mucho peor que Danielle. Con razón ella lo contrató para matar a _________. Aunque bueno, no sabía si Matt era mejor o peor que Danielle. Esa maldita quería asesinar a _______ y Matt se mancharía las manos por ella.

Beca: ¡ERES UN COMPLETO IDIOTA! —Explotó mientras daba vueltas por el apartamento—. ¡¿CÓMO SE TE PERDIÓ?! ¡¿CÓMO ALGUIEN PUEDE PERDER A UNA PERSONA?!
Matt: ¡TE QUIERES CALLAR! —Le gritó desde el sofá. Ya tenía una aguda jaqueca, no necesitaba agravarla—. Ya te dije que pensé que estaba con Jack. No tenía ni idea de que el idiota la había dejado sola.
Beca suspiró, lo que más bien sonó como un gruñido. Estaba sumamente enojada.
Matt: Pero que yo sepa… —se volteo para verla caminar de lado a lado de la habitación—. ¿Qué no se supone que Logan debía estar bajo tu custodia? —Se colocó de pie y su cuerpo comenzó a irradiar un aire amenazador—. ¿Qué no se supone que debías de vigilarlo sabiendo muy bien lo que había descubierto?
Beca: Necesitaba llamarte. Jamás creí que él la encontraría y se la llevaría.
Después de que ambos supieron que ____ y Logan habían desaparecido, lo más probable era que ambos estuviesen juntos. Además, Beca le había contado a Matt la verdad sobre Logan… Y poco le faltó para destrozar su apartamento.
Matt: Necesitamos encontrarla… Y rápido. —Comentó mientras alisaba su cabello hacia atrás. Se notaba que estaba sumamente nervioso y tenso, además de molesto—. Lo último que necesito es que ella se entere.
Beca: Su plan era mucho mejor que esto, Matt.
Matt: ¿Ahora estas de su lado?
Beca: Solo digo que esto no hubiera pasado. Para este entonces ella ya no existiría y Logan… Bueno, ya sabes.
Matt: Acepté este trabajo por una razón que tú bien sabes… Pero si querían que yo lo hiciera, tenía mis condiciones. Y yo no estaba dispuesto a hacer lo que su retorcida mente quería. ¡Esto es muchísimo mejor! Además, no levantaría sospechas. Saldríamos todos impunes.
Beca: Lo único que sé es que no quiero terminar como él.
Matt: No terminaremos como él. —Se acercó a ella y aunque estuviese enojado, acaricio sus brazos y le regaló una mirada tranquilizadora—. Yo no lo permitiré.
Beca: ¿Y qué pasa si Logan decide ir a la policía y…?
Matt: No lo hará. Si es inteligente, como creo, no lo hará. La policía ya lo defraudó una vez. Además, no creo que se arriesgue. Él sabe cómo es ella… Y lo retorcida que puede llegar a ser. Tiene que moverse con cuidado si no quiere que nosotros lo descubramos.
Beca: Pero si hace eso… ¿cómo se supone que lo encontraremos?
Matt: Créeme que tarde o temprano… Logan vendrá a mí. —Una sonrisa torcida apareció en su rostro. La maldad se reflejaba en su mirada.
Beca: ¿Por qué estas tan seguro?
Matt: Oh, créeme que lo sé. Lo sé muy bien.

La semana fue un tanto estresante tanto como para Logan como para ______. Cada cosa que Logan hacía era cuestionada por ella… O viceversa. Si Logan hacía algo mal, ______ le reprochaba diciendo que Matt no haría eso. Si ______ hacía algo mal era Logan quien empezaba a decir que ella antes no haría eso.
Era como una batalla campal de nunca acabar. Los logros eran muy pocos en comparación con los baches.
Lo único positivo que Logan había logrado rescatar era que había hecho que ______ comiera al menos fruta y espaguetis, sin salsa, claro estaba. Aun no lograba que los comiera así.
Las peleas eran bastante habituales. No había ni un solo día en el que no pelearan. Si no había peleas era porque alguno de los dos estaba dormido.
Por lo general, Logan dormía siempre que ______ lo hacía. Intentaba que su sueño fuese ligero para despertarse si algo sucedía pero en ocasiones no lo conseguía.
La puerta del apartamento estaba siempre cerrada con llave para evitar que ella escapara. La llave estaba siempre en posesión de Logan. No se la quitaba ni cuando se bañaba. La dejaba en la jabonera mientras de la ducha mientras lo hacía.
No le gustaba tener que desconfiar tanto de ella, pero lamentablemente ella no era la de antes. Así que debería tratarla como se lo merecía.
En cuanto al tema ventanas, pues no había de qué preocuparse. Estaban en el cuarto piso y por muy loca que ______ estuviera no saltaría por la ventana. No a menos que quisiese ver a Matt en forma de espíritu.

La semana había sido completamente exhausta para Logan. Había avanzado muy poco con ______. La había hecho subir un kilo pero eso no era suficiente. Tenía que seguir intentando, y si cada vez que lo hacía ella se negaba a comer, no llegaría muy lejos.
En cuanto a lo de vestirse parecía ya dominar un poco el tema. El hecho de no dejarla salir la hacía sentir confianza al momento de vestirse. Suponía que si le decía de salir a la calle, la pobre sufriría un ataque de pánico. Le daba vergüenza que las personas vieran la forma tan “desastrosa” que usaba para vestirse. Y la verdad era que se vestía muy bien. Su subconsciente sabía cómo hacerlo. Ella nunca se había vestido mal. Tal vez no estaría al último grito de la moda pero sí sabía cómo hacerte suspirar de lo bien que se veía.
El hecho de que Matt fuera su centro, literalmente, era algo que sacaba a Logan de sus casillas. La volvió tan dependiente de él que es increíble que no esté llorando por los rincones. No sabe hacer absolutamente nada.
¡Le daba pena mirar la televisión! Decía que si Matt se enteraba podía enojarse con ella. Él muy maldito nunca se enteraría porque yo no dejaría que volviera a verla. El problema era que él no podía decirle eso porque si no la cosa se pondría peor. Ya estaba mal, no necesitaba más problemas.
La habitación en dónde ______ se encontraba estaba en completo silencio. Se asomó para ver qué cosa estaría haciendo y una sonrisa apareció en su rostro cuando la vio dormir plácidamente. Le gustaba verla así porque le recordaba a la antigua ella.
Dios santo. La quería nuevamente. Quería que ella abriera los ojos y le dijera que lo amaba. Poder besar sus labios y sentir su piel bajo su tacto.
La deseaba con tanta locura que ya no sabía qué hacer con su vida. Era como estar en una de esas películas en la que la chica pierde la memoria y el chico intenta reconquistarla… El problema era que ella lo odiaba y se lo recordaba cada maldito día. Tenía la mirada clavada en ella cuando la vio dar un pequeño sacudón. En su frente apareció una arruga y sus labios demostraron disgusto.
Estaba teniendo una pesadilla.
Sin pensarlo dos veces se adentró en la habitación y se acercó a ella para asegurarse de que estuviera bien. Al principio todo parecía bajo control pero luego tuvo otro pequeño sacudón y un sollozo escapó de su boca.
Sea lo que sea que estuviese soñando era algo malo. No quería verla así.
Una idea cruzó por su mente y antes de que pudiese razonarla con su sentido común dejó que su cuerpo actuara por impulso. Se recostó en la cama a su lado y se acercó un poco a ella. Tenía miedo de que despertase y le dijera de todo por estar acostado a su lado. Ella parecía no tolerar tenerlo cerca —ya se lo había dejado bastante claro—, pero por alguna razón ella parecía estar sumamente dormida y no sería fácil despertarla.
Continuó acercándose con cautela hasta sentir la tibia piel de su cuerpo bajo el pijama. Su corazón se aceleró como si estuviese corriendo una carrera. Hace tanto tiempo que no la tenía así de cerca. Y lo mejor era que ella no podía decirle nada. Él podía imaginar lo que quisiese… Y las mañanas en la que él se despertaba y la encontraba así de cerca de él fueron el recuerdo que afloró a su mente.
Su mano lentamente se elevó para acariciar el contorno de su cadera hasta su cintura. Tragó duro ni bien sus yemas hicieron contacto con su piel desnuda —La blusa que utilizaba como pijama se había elevado y dejaba al descubierto su cadera.
Pensó que aquello era una muy mala idea y de inmediato pensó en retirar la mano cuando de pronto ella cerró el poco espacio que los separaba y su cabeza buscó con desespero su pecho. Se acurrucó a él como solía hacerlo y eso lo dejó completamente sorprendido. Nunca pensó que ella haría eso… Ni siquiera en sus sueños.
Pensó que posiblemente debería de pensar que era Matt… Pero se obligó a sí mismo a olvidarse de eso y a pensar que, aunque fuese en el fondo de su mente, ella sabía que se trataba de él. Y todo aquel amor que ella pudo ofrecerle un día se lo estaba demostrando ahora.
Acaricio su cabello con suavidad, temeroso de poder despertarla. Al cabo de un par de minutos se percató de que rostro mostraba paz total. Ya no se sacudía. Ya no tenía pesadillas.
Cerró sus ojos y aspiró el aroma que desprendía. No era como el que recordaba pero seguía teniendo ese no se qué que la hacía tan especial. Tan ella.
“Ojalá pudiera quedarse así contigo por el resto de mi vida. Solo quiero que vuelvas a amarme. ¿Tan difícil es recordarme? ¿Tanta porquería te metió ese imbécil en la cabeza?” las lágrimas inundaron sus ojos y comenzaron a molestarle. “¿Por qué no puedes despertar un día y amarme?”
Sus ojos se abrieron y bajaron hasta encontrarse con su rostro. La contempló como si se tratase de una belleza exótica que merecía ser contemplada con detenimiento.
Para cuando una alarma de advertencia sonó en su cabeza se dio cuenta de que su nariz rosaba con de ella. Sus labios sentían el calor de los suyos y el deseo de poder sentirlos otra vez lo invadió por completo.
Cerró sus ojos y conteniendo el aliento, sus labios se unieron con los de ella. El sabor dulce seguía siendo el mismo de antes. Como si nunca hubiesen cambiado. Era bueno saber que algo se mantenía igual.
Sus labios se tornaron fríos cuando tuvieron que separarse de los de ella. Pero no podía seguir más tiempo por miedo a que se despertara. Volvió a acomodarse a su lado y una sonrisa se dibujó en su rostro. Esto había sido lo mejor de la semana sin lugar a dudas.
El sueño lo invadió de inmediato y su cuerpo se sintió de maravilla al saber que ______ estaba a su lado sana y salva.