¿Qué acaso no había quedado claro la charla que habían tenido? ¡Nada de mensajes, llamadas o visitas desprogramadas! Todo tenía que tener un orden y esto movía las fichas de lugar.
_____: ¿Quién era? —preguntó acomodándose la ropa.
Matt: Nadie importante. —Gritó desde la cocina—. Tú sabes… esos mensajes tontos de la compañía telefónica.
_____: Ah, sí —se recostó en el sofá—. Te entiendo, son molestos.
Mientras esperaba a que Matt volviera de la cocina (quien de seguro había ido a hacer café ya que sus fosas nasales pudieron captar ese aroma) se puso a examinar la habitación hasta que se concentro en la gran chimenea a gas. El fuego estaba encendida y daba una intensa pero a la vez tenue luz (dependiendo de dónde te encontraras). Era muy hermoso. El color era sumamente intenso y parecía que podía sentir el abrasador calor desde donde se encontraba. Las palmas de las manos le sudaban más de lo normal, y por alguna razón comenzó a prestarle atención al latido de su corazón. Iba rápido, muy rápido, incluso le parecía verlo asomarse en su pecho. Era algo sumamente fascinante y único. 
Solo eran algunos de los tantos efectos que el LSD ocasionaba.
Para cuando Matt volvió con el café, _____ parecía haber descifrado el camino que las líneas de sus manos hacían. Las muy malditas eran demasiado escurridizas, moviéndose y desapareciendo de su vista. Apenas si podía verlas y para cuando parecían haberse quedado quietas, al tocarlas sentía una sensación que la sacudía por dentro.
Matt: ¿_____?
_____: ¿Hum? —preguntó viendo con aquellas pupilas dilatadas.
Matt: Café. —dijo extendiéndole la taza.
_____: ¡Rico! —tomo la taza entre sus manos y olio aquel exquisito aroma.
A ella nunca le había gustado el café solo, siempre había preferido tomarlo con leche, pero desde que esta con Matt, éste siempre la ha incitado a probarlo solo… Y le fascinó. Le dio un pequeño sorbo y pudo sentir que tenía un sabor delicioso. No pudo soportarlo y se bebió todo el café de un saque — después de todo, la taza no era tan grande que digamos.
Matt: Wow… sí que te gustó. —comentó asombrado—. Apenas si voy en mi segundo sorbo. 
Ella rió divertida y se recostó en el sofá, sintiéndose repentinamente relajada. Le gustaba mucho aquella sensación que al cabo de un par de segundos, sintió como su mente se liberaba.
_____: ¿Matt? —Lo llamó. Su voz sonaba blanda y distante.
Matt: ¿Qué sucede?
_____: ¿Adónde vas a esta hora del día? Está muy oscuro afuera… —su voz se fue perdiendo completamente. Su mente parecía estar entrando en una fase de vacío. Todo a su alrededor se tornaba color blanco.
Matt: Shhh… —dijo colocándose el abrigo—. Yo sé cuidarme muy bien… Ahora, se una buena niña y duérmete.
A medida que ______ iba cerrando los ojos, notó como Matt tomaba su celular y mandaba un mensaje —o al menos eso era lo que parecía. Lo veía tocar varias teclas—. Pero poca importancia le dio, y al cabo de unos instantes cayó en un profundo y pacifico sueño.

Se movía velozmente por entre las calles de Nueva York, evadiendo a cualquier persona que se le cruzara por delante.
La noche se presentaba bastante fría por lo que una gran gabardina negra y un sombre oscuro lo mantenían abrigado.
El otoño estaba acercándose por lo que era normal que las temperaturas descendieran por la noche.
Cuando finalmente encontró el número de la casa a la que había estado buscando, se apresuro a abrir el pequeño portón chirriante, subió las desgastadas escaleras de madera y se adentro en el interior oscuro de la casa.
Todo estaba en completo silencio y la poca luz que entraba de las luces de afuera creaba una atmosfera de penumbra. Inmediatamente prendió el interruptor de la sala y las luces se prendieron. 
Aunque el exterior de la casa pudiese dejar mucho que desear, el interior era sumamente elegante. La misma estaba muy bien cuidada y el tener la chimenea prendida le daba un toque hogareño.
Matt se quito la gabardina y el sombrero, colgándolos en el perchero de la entrada. Inmediatamente se adentro en la sala, donde pudo ver a aquella joven cruzada de brazos. Tenía una mirada de pocos amigos en el rostro.
Matt: Te dije que no me llamaras o mandaras mensajes sin mi permiso.
— Era necesario que hablemos. —dijo poniéndose de pie.
Matt: ¿Sobre qué? No hay nada de qué hablar.
— ¿Tú crees que no? —se acercó a él—. ¡¿Qué diablos fue lo que hiciste hoy?! Se suponía que Logan debía de verte a ti, seguirte, pedirte explicaciones y el resto ya lo conoces. ¡¿Por qué diablos trajiste a _____?! ¡Ella no debe de estar aquí!
Matt: ¡Este es MI plan y yo decido lo que hago, ¿De acuerdo?! Si yo decido traerla es por algo.
— Estas cometiendo un grave error. Todo se nos irá de las manos.
Matt: ¿Por qué? ¿Por qué Logan lo arruinará todo?
— ¡Sí!
Matt: ¡Error, cariño! Se supone que es TU trabajo encargarte de él, Beca.
Beca: ¿Y cómo quieres que lo haga después de lo que vio hoy? ¡Se puso como loco! No tienes ni idea de lo que tuve que hacer para calmarlo y poder venir aquí.
Matt: Pues ese no es mi problema en tanto no eches a perder el plan.
Beca: ¡Ya teníamos un plan! —Dijo cruzándose de brazos—. Y tú lo echaste a perder.
Matt: ¡Exacto! ¡TENÍAMOS un plan! Pero las cosas se dieron de una forma tan inesperada que simplemente no pude dejar pasar la oportunidad.
Beca frunció los labios y apartó la mirada de la de él.
Matt: El simple hecho de que fuese él quien te besara fue algo sorprendente. Jamás pensé que serías capas de manipularlo para que hiciera eso.
Beca: Yo no lo manipule para que hiciera eso, él solo lo hizo…
Matt: ¡No me importa! Lo importante es que lo hizo y fue muchísimo mejor el que ____ viera eso a ver como eras tú quien lo besaba.
El recordar aquel momento hizo que Beca se estremeciera. Se suponía que debía ser ella quien besara a Logan justo cuando Matt aparecía con _____, pero el hecho de que fuese Logan quien la besara la tomo por sorpresa. Jamás se espero eso.
Matt: Y luego esa discusión que tuvieron… ¡Oh, por dios! —rió entusiasmado—. Fue lo mejor que pudo haber pasado. No tienes ni idea de lo fácil que fue manipularla después de eso.
Beca: Pues me alegro mucho por ti. Me dejaste una tarea demasiado grande. ¡Espero que no lo eches a perder!
Matt: ¿Qué yo no…? ¡Oh, no! ¡TU más vale que no lo eches a perder! Será mejor que lo controles bien.
Beca resopló y golpeo el suelo con su pie. No le gustaba para nada la dirección que había tomado Matt. Se habían salido por completo del plan inicial y ahora no tenía ni la menor idea de cómo seguiría.
Beca: ¿Por qué cambiaste todo?
Matt: Solo quise divertirme un poco. Me gusto la actitud que _____ tuvo con Logan.
Beca: ¡Pero lo cambiaste todo!
Matt: ¿Y eso qué? ¡Este era el plan inicial! ¡Esto era lo que YO quería! Y ahora por fin estoy haciendo lo que yo quiero.
Ella dejó escapar un suspiro y le regaló una mirada de angustia.
Beca: Matt… Yo no quiero que nada malo suceda. 
Matt: Y nada malo sucederá, ¿me entiendes? —Dijo tomándola por los brazos—. Solo tienes que seguir el juego.
Beca: ¿Y para qué? Yo ya sé quien termina ganando… Solo esperaba no tener que pasar por todo el proceso.