-XI- Dedicación
XI-Capítulo Once: Dedicación
Dedicación le llaman, cuestión de tiempo quizá, amor también le destinan otros. Día a día lo pensó ella, y él... prefiero no hablar. Siendo realista mi vida tiene sentido cuando me pongo los pies en la tierra y dejo de soñar tanto, cuando veo y delimito mis problemas, cuando los detallo y los transformo.
Dicen que cuando una persona es para ti, pasarán tormentas, malos momentos, y aún ante las adversidades se sabrá si están destinados uno para el otro; no tienes que ir a buscar a más ninguna persona, tus latidos se aceleran, y el amor con el tiempo te hace superarte, te motiva, te inspira y te hace ser más maduro, te renueva...
Cuando alguien está destinado para ti se vuelven a reencontrar, se omite la ley de la segunda oportunidad por un <<para siempre>> Hay una persona para ti en éste pequeño mundo de cientos de países, culturas, rasgos, personalidades, muchos lo llaman media naranja, medio limón, otra mitad, pareja, amig@, compañer@ de vida. El amor es como las mariposas, llegan desprevenidas con sus hermosos colores y propagan esa dulzura, sutileza y delicadeza, y es cuando tu menos las quieres, ni las necesitas, y viene a cambiar tu vida para siempre llenando de recuerdos inesperados, lanzando tu cuerpo a un vacío, un lugar desconocido para volver a reencontrarte en una mejor versión de ti mismo.
Las últimas semanas han sido confusas en mi vida. Hay días que me levantaba con toda la motivación en mi interior, pero no soy de potenciarla y eso está grave en mi vida, en mi interior, en mi ser, en mi constancia ya que se vuelve negro, inconstancia. Hay días negros, oscuros, sombríos, llenos de mi autocompasión, días en los que prefiero quedarme callada con las personas que me tratan mal, porque ¿Dé que vale que les lance miles de palabras hirientes? Lo viví y por eso trato de no hacerlo, de nada vale, pues quedaría ésto como resultado: hiero, se hiere, nos herimos. Hay heridas que no sanan aunque pasen diez años, hay heridas que no cesan, no hablo de las cicatrices exactamente, hablo de las heridas espirituales, esas necesitan tiempo y mucha madurez, mucho tiempo, espacio y entendimiento, más que todo sabiduría. ¡No es nada fácil hacerlo... aunque decirlo sean simples palabras escritas con pluma y papel! ¡Sí se puede, se logra y se cambia!
Comienzo en mi vida un nuevo ciclo, no dejo atrás mis inseguridades, las transformo potenciando en su máxima expresión mis fortalezas, mis sueños, mis metas y mis aficiones.
Hablar con él me renueva, me instala tranquilidad brevemente, se rompen los esquemas, me siento en paz y son conversaciones dónde me hace olvidarme de los problemas, mis miedos.
Él hace que el tiempo pase volando... y sea disfrutado.
Él le da vida a mi vida, aún haciéndola todos los días en solitario.... ¡No estoy segura de más nada que no sea amarme todos los días de mi vida! Madurar... me dirá TODO.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro