Decidí ir a la zona de la piscina para poder pensar con calma. No estaba bien lo que quería hacer, era una pésima idea. Me gustaba mi trabajo y deseaba llegar más lejos, acostarme con mi jefe era una tremenda metedura de pata. Pero luego llegaba con ese cuerpo, esa mirada, esa boca... 

¡Ahh... No podía hacerlo!

Pero si hablaba con él... Sí, podríamos hacer un trato. Podríamos dejar claro que el sexo no tenía porque interponerse entre nuestras cuestiones laborables y así estaría más segura.

Decidida a llevar a cabo mi idea y busqué a Christian por la sala pero no lo encontré así que decidí ir a buscarlo a su habitación. Iba a tocar la puerta pero estaba medio abierta...

Eso era raro, pero igualmente entré y al momento me arrepentí de mil y una cosas. La primera fue mi estúpida idea de ir a buscarlo, la segunda fue pretender mantener sexo con él, y podría seguir enumerando todas mis estupideces pero la imagen de Christian y a Sarah en la ¡Cama! Fue como un gran balde de agua ultracongelada.

-Eso te pasa Victoria por no tocar la puerta antes de entra - me reproché.

-¡Victoria! - exclamó Christian buscando algo con que taparse.

-Y-yo - tartamudeé.

Salí de esa habitación corriendo. Me sentía avergonzada y enfadada. ¿Cuanto tiempo había pasado desde lo del ascensor? ¿Unos treintaicinco minutos? Y él no había tardado nada para irse con la otra.

-No sé porque me pongo así, seré estúpida...

Sin darme cuenta volví a la zona de las piscinas y decidí sentarme para intentar relajarme.

-¿Eres tú la chica que estaba con Jake? 

Pegué un salto al oir de repente la voz detrás de mi.

-Disculpa, no quería asustarte - habló el hombre de unos cuarenta y tantos años bastante atractivo.

-Si, soy yo - contesté descofiada.

-Me recuerdas a alguien... ¿Cómo te llamas?

Iba a contestarle cuando un hombre borracho apareció persiguiendo a una chica que le pedía que la dejara en paz. El tipo no le hizo caso e intentó agarrarla, pero antes de que pudiera hacerle algo yo lo empujé a un lado.

El tipo me miró un rato y luego sonrió lascivamente.

-Oye linda ¿Por qué no vamos tú y yo a mi habitación un rato?

-Me parece que lo mejor que puede hacer es darse la vuelta e irse a dormir. Se está comportando como un imbécil - hablé seria.

-Me encantan las mujeres como tú. Con carácter. Son las mejores - comentó acercándose a mi.

Me di la vuelta para irme y no seguir hablando con ese asqueroso pero en menos de un segundo sentí una palmada en mi trasero.

Giré lentamente conteniendo mis ganas de arrancarle los ojos.

Antes de que yo pudiera hacer algo el señor con el que hablaba hace un rato apareció y le estampó el puño en la cara. Él borracho no se quedó  atrás y se la devolvió haciendo caer al otro sobre una tumbona de madera que rompió con su caída.

El puerco viró a verme.

-Lindo trasero, muñeca...  

-¿Ah si? Pues tu tienes una linda cara - y estampé tan fuerte mi puño en su mejilla como pude - ¡Esto es por puerco! - le di un rodillazo en el estómago - ¡Y esta por tocarme el trasero! - volví a golpear su cara.

-¡Victoria! - gritó Jake desde el otro lado de la piscina - ¿Lo quieres matar?

-¡Pues si! - exclamé enfadada.

Vi como el puerco ese se levantó quejándose.  Me acerqué de nuevo a él para estampar mi puño en su cara de nuevo pero mi codo golpeó al señor que intentaba ayudarme en la nariz.

"Ups... Lo siento ¿Pero quien lo mandaba a ponerse detrás de mi?"

Volví a mirar al borracho y lo empujé haciéndo que cayera de cabeza a la piscina.

-¡Puerco!

Iba seguir insultandolo pero Jake me alzó en su hombro y me llevó hasta su habitación.

-¿Por qué me trajiste a tu habitación? -pregunté molesta.

-Para que me expliques con tranquilidad lo que acaba de pasar. Desapareciste por un buen rato y te encuentro pegándole patadas a un hombre y luego lo empujas a la piscina... Ah y no sólo a un hombre. Al otro también le diste - en ese momento Jake me recordó  a Christian.

-¿Qué quieres que te explique? Ya lo has dicho tú, estaba pegando a ese imbécil porque se quiso pasar de listo y ese era el peor momento para molestarme...

-¡Estas loca! - dijo entre risas.

-Eso dicen... 

Me aparté de él y me fui a la terraza. Por un buen rato me quedé mirando a la nada. Me sentía angustiada, decepcionada, dolida... Lo peor de todo es que no tenía derecho a sentir nada de eso. 

Él no era nada mío. Nunca lo sería

- ¿Sabes por que me gustas?

Me giré confusa al oir a  Jake.

-Ahí, en el fondo de tu mirada... Veo un gran vacio. Pero no logro entender por que una chica como tú puede estar sufriendo... A pesar de todo eso hay una fuerza en ti que me impresiona - comentó haciendo que mis ganas de llorar salieran a flote.

¿Cómo era posible que él, que me había conocido hoy mismo  se hubiera dado cuenta de eso?

Me sentí desnuda y vulnerable...

-No quiero hablar de eso - contesté cerrando el tema - es mejor que me vaya...

-Esta bien... No hablaremos de eso, pero no te irás. - iba a decir otra cosa pero se la guardó y me dio un beso en la frente.

 Un cálido y dulce beso. Uno que nada tenía que ver con lo sexual, era un beso de aliento, de apoyo, uno que me decía:"Estoy aquí, no te rindas"

Esta vez miré a Jake con nuevos ojos. Nunca nadie, aparte de mi familia había hecho algo así.

-Jake, muchas gracias - susurré con miedo a romperme.

Tenía ganas de desahogarme con él de contarle todo sobre mi, todo lo que me dolía. Se lo quería contar todo a alguien que no conocía. 

Pero decidí guardarmelo.

 -Ven, te curaré las heridas de tu mano.

*  *  *  *

El molesto sonido de mi móvil me despertó.

"¿Quién habla?"

"¿Victoria dónde estás? "

"Estoy con Jake"

Espera, espera... ¡Estoy con Jake!

Giré para ver si el estaba a mi lado y para reclamarle, tenía que haberme llevado a mi habitación. Pero él no estaba a mi lado ¿Entonces dónde?

"¿Qué haces con Jake? ¿Acaso pasaste la noche con él?"

"Eso no es de tu incunbencia"

"No voy a discutir ahora eso. ¿Por qué le pegaste una paliza a uno de los empresarios?"

"Bueno, eso suena muy dramático. Pero lo hize porque se quiso pasar de listo conmigo y en ese momento no estaba de humor"

"¡Victoria te quiero en mi habitación ya!"

 ¿Es que no me puedía dejarme tranquila al menos un día?

Al levantarme de la cama me di cuenta de que Jake estaba dormido en el sofá. Recordé que nos quedamos viendo una película y que me quedé dormida junto a él en el sofá pero por lo visto me había llevado a la cama. 

Se había comportado como todo un caballero y había respetado mi espacio. Eso me gustó e hizo que lo apreciara un poquito. Me acerqué para verlo mejor. Se veía tan lindo con su cabello suelto.... Las hebras castañas caían sobre sus hombros haciendolo ver aun más hermoso. quise acariciarlo, pero desistí.

Toqué la puerta de la habitación de Christian y solo rezaba para que Sarah no estuviera adentro de nuevo. Mi jefe abrió la puerta y de una vez me agarró del brazo y me entró.

-Ya puedes comenzar a explicarte - demandó.

-Es hombre me faltó al respeto, me puso sus asquerosas manos encima y yo respondí - contesté rápidamente - ¿Ya me puedo ir?

-Victoria entiendo tus razones para reaccionar así pero... Tienes que ir a pedirle disculpas...

-No, rotundamente, NO.

Al ver que no cedería me pidió que al menos me disculpara con el otro al que le di sin querer.

-¡Victoria el es un accionistas de la empresa! - exclamó - ¿Entiendes lo que te estoy diciendo? El va a ser nuestro socio - hizo una pausa - más bien va a ser tu jefe. Así que tienes que pedirle disculpas si no quieres que te echen. No te cuesta nada. Casi lo dejas sin nariz - eso me sonaba más a chantaje que a otra cosa.

-Christian me estas haciendo chantaje emociona - dije seria - y lo sabes, y lo haces porque también sabes que no quiero perder mi trabajo - hablé molesta.

-Vicky cambiando de tema. Siento mucho lo de anoche yo...

-No tienes porque disculparte, no vi nada del otro mundo. Dos personas manteniendo sexo. Nada del otro mundo - la situación no me agradaba para nada - bueno, voy a "Pedir disculpas"

-Vicky no lo mates ¿De acuerdo?

-Ok, tranquilo.

Decidí ir a buscarlo a el comedor pero algo me detuvo. Todavía llevaba el vestido de anoche. Entre rápidamente a mi habitación, me desvestí y me di una ducha rápida. No hice mucho con mi aspecto y menos con mi amado cabello dorado. No iba a perder más tiempo, así que agarré mis cosas y salí de la habitación en busca del hombre con que tendría que disculparme.

Al entrar al comedor pude localizar a Christian y a Sarah que desayunaban plácidamente. Tres mesas más atrás estaba el hombre al que buscaba y sin pensarlo dos veces caminé en su dirección.

-Buenos días - saludé.

-Buenos días, Victoria - dijo el con una sonrisa de lado - se a lo que viniste y no tienes porque disculparte - comentó cortés

Que supiera mi nombre me hizo entender que Christian ya había hablado con él.

-Mire señor no fue mi intención lastimarlo. Lo siento mucho. Espero que se recupere pronto.

Bueno, corta,  pero una desculpas después de todo ¿No?

-Mira Victoria, no quiero tus disculpas porque yo fui el que me metí. En mi defensa solo puedo decir que intentaba ayudar.

-De acuerdo todo fue un accidente. Que tenga buen día - comenté contenta por haber acabado con ello de una vez.

-¿Te parece si te invito a comer? Como señal de que estamos en  paz - aclaró.

-Yo... -  en ese mismo momento entró Jake al comedor - lo lamento pero me espera otra persona. Fue un placer conocerlo. Buen provecho, adiós.

Me despedí y me acerqué a Jake y para luego plantar mis labios en su mejilla.

-Hola hermosa, eh... Buenos días - saludó confuso - no me esperaba este recibimiento.

-Bueno, creo que es lo que te mereces. Anoche te portaste muy bien conmigo, muchas gracias.

Narra Marck.

-Victoria...

En el instante en el que la vi pasar, mi mente viajó de nuevo a aquellos tiempos en los que había sido inmensamente feliz. Era tan parecida a ella que pensé que había vuelto a mis 18 años.

Era mi primer año en la universidad y no podía sentirme más nervioso. Me había esforzando mucho para poder conseguir una beca y poder estudiar en la Universidad de New York. Mi familia no nadaba en dinero y mis padres me habían apoyado y ayudado a conseguir mi gran sueño.

-Hijo, hemos llegado - anunció mi padre.

Efectivamente habíamos llegado. La universidad... Había visto mi sueño tan lejano...

Estaba acabando de bajar todas mis maletas del coche de mi padre, cuando la vi pasar. Y entonces sentí que todo a mi alrededor se congelaba y solo estaba ella. Parecía un angel caído del cielo, tan hermosa y espectacular. Mis ojos se quedaron fijos en aquellos ojos grises y brillantes, en esa piel que parecía tan fina... Y que decir de ese cabello dorado y lácio... Pero lo que de verdad me robó el corazón fue esa sonrisa...

-¿Qué tanto miras, hijo? - preguntó mi padre al verme embobado.

-Me acabo de enamorar, papá...

Recordarla solo empeoró el dolor en mi pecho. Eran muy parecidas, pero en esa muchacha vi algo que nunca vi en los ojos de mi antuguo amor. Seguridad.

Si tan solo ella hubiera tenido un poco... O tal vez si me hubiera amado tanto como yo la amé a ella. Era mi todo, la única mujer por la que perdí la cabeza, la única mujer a la que había amado y la única mujer que me había destruido. El amor que tenía para ella no era suficiente, desapareció y consigo se llevó al  fruto del amor que nos tuvimos.

*  *  *  *  *

Por fin se habían acabado todas las conferencias y podía disfrutar mi tiempo libre por de Mérida.

Jake había ido a buscarme para invitarme a pasear por la ciudad y con mucho gusto acepté la invitación. Recorrimos media ciudad, íbamos de un lado a otro conocido sitios nuevos, hasta que paramos a comernos unos helados.

-Jake ¿Dónde naciste?

-Yo nací en New York ¿por qué? - preguntó confuso.

-Bueno como tu papá es turco pensé...

-Mi madre es neoyorquina y mi padre es turco. Ellos se separaron y pues mi hermana y yo nos quedamos con mi madre - aclaró - ¿Y tú? ¿Cuál es la historia de tus padres? Porque para ser mejicana te ves muy americana - comentó burlesco.

-Bueno mi papá conoció a mi... Madre - como me costaba decir esa palabra - en un viaje de negocios que hizo en Australia. Estuvo un buen tiempo así que se conocieron, después se hicieron novios, y unos años más tarde se casaron y pues David y yo somos los frutos.

-¿Tú mamá y tú hermano también son empresarios?

-Pues mi hermano si, el trabaja con mi papá en la empresa de la familia. Pero Vanesa... Ella... Em - tomé aire - ella nos abandonó cuando yo tenía nueve años y no sé nada de ella desde entonces... - me preguntaba cuando desaparecería el dolor al hablar de ella - tampoco me  importa - contesté intentando esconder mi dolor.

Nunca podré olvidar sus palabra...

-¿Por qué eres así conmigo? - pregunte con tristeza - ¿Por qué no me quieres? - derramé una lágrima.

-Porque tu me recuerdas a él, a ese... - sus ojos se cristalizaron - Victoria aveces hay que renunciar a ciertas cosas para tener mejores - se dío la vuelta para irse pero antes... - me voy porque no soporte esta sintuació. No te soporto, nunca quise tenerte pero ya era demasiado tarde... - aquel día derramé tantas lágrimas...

-Lo siento yo...

-Jake, no te disculpes. No tiene caso. Además no dañemos este día tan bonito. Me lo pasé muy bien y espero volver a verte - dije sincera.

-Victoria, a mi me ha encantado conocerte. Y tranquila hermosa, no vas a poder deshacerte de mi tan rápido.

Le sonreí y seguí disfrutando de mi helado. Pasé toda la tarde riéndome y bromeando con Jake. Él era tan fresco y vibrante de vida que era imposible no sentirme llena de energía a su lado. No tomamos fotos y hablamos de lo que más nos gustaba y de alguna de las experiencias más graciosas de nustras vidas. Para cuando volvimos al hotel ya se había hecho tarde pero valió la pena.