Capítulo 2: Un fin y un comienzo sin tí.
Pasó un tiempo, y todo transcurría con normalidad, la relación de Alastor y Lucifer fluía bien. Por otro lado, Charlie y los demás trataban de hacer funcionar el hotel poco a poco. Pero no todo sería tranquilidad, pues el cielo había decidido adelantar el próximo exterminio, y que lo primero en atacar sería el hotel de Charlie.
Ante esto, todos empezaron a prepararse para dar batalla y proteger el hotel. Su equipamiento constaba de armas angelicales, armas de fuego, bombas, etc. Tenían todo listo, sólo faltaba pulir uno que otro detalle pequeñito. Por parte de Alastor, fue con Charlie a visitar a su amiga Rosie en el barrio Caníbal, y de pasada pedirle sus caníbales para luchar contra el cielo. Después de que Rosie aceptara, tuvieron una amena plática.
El tiempo se pasó volando, y el día del exterminio llegó, todos estaban preparados, esperando que aquel portal del cielo se abriera, indicando el inicio de la masacre. Entonces, lo primero en aparecer de aquel portal fue Adám, encabezando el grupo, al lado se encontraba Lute.
-¡¡¡QUE INICIE EL EXTERMINIO, PERRAS!!!- grito Adám con euforia.
Seguido de eso, todo el ejército empezó vuelo a las tierras infernales para empezar a matar a cualquier alma pecadora que vieran o se les cruzara en el camino. Por el lado contrario, el equipo de Charlie también atacaba a cada ángel que se les acercaba. La exterminación era equitativa por ambas partes, por como iba el asunto, pensaban que podrían ganar, sin embargo; Adám vino por detrás de Charlie, y se la llevó a lo alto de un edificio.
-¡Ahg! Suéltame - dice Charlie, tratando de quitar la mano de Adám que estaba posicionado en su cuello.
- Pero qué tenemos acá, ¿eh? La perrita de Lucifer se rebeló - ríe en tono de burla.
Ambos individuos forcejeaban, Charlie por intentar soltarse y escapar, y Adám evitando que logre su cometido. Por otro lado, el grupo de Charlie no se había percatado de que Charlie desapareció de un momento a otro y sin avisar. En un momento, Vaggie voltea a la dirección en la que se supone debería estar Charlie, pero fue todo lo contrario. Vaggie sintió preocupación, pues Charlie no le había ávida si iría a otro lado o no, así que, sin dejar de pelear, se acercó al Rey.
- Su majestad, ¿no ha visto a Charlie? - dijo evitando que se notara su preocupación.
-¿Cómo? ¿No estaba a unos metros tuyos? - su tono de voz denotaba confusión.
- No, majestad. Es como si hubiera desaparecido sin decir nada - dice algo nerviosa.
- Joder, dejame pensar algo - dice, para posteriormente acercarse a Alastor.
- Alastor, Charlie no está - dice preocupado.
- ¿Ah? ¿No está? - dice confundido.
- No, hay que buscarla - dice mirando alrededor.
- Sí, estoy de acuer- no terminó de hablar, debido a un grito que se escuchó.
El grito provenía de Charlie, pues había sido lanzada contra un muero, al haber dañado a Adám con su arma. Ésta quedó estampada contra el muro, mientras miraba a Adám a ver si no se acercaba. Después de unos segundos, Adám empezó a acercarse de forma amenazante hacia Charlie, Pero cuando ya estaba a poco metros de ella, sintió un golpe en su rostro y salió volando. Era nada más y nada menos que Lucifer, que venía al rescate de su hija.
- ¡Charlie! - dice aliviado.
- ¡Papá! - corre a abrazarlo.
- Tranquila, manzanita, estás a salvo - acaricia su mejilla con ternura.
Ambos estaban en un momento de padre e hija, Pero no por mucho tiempo, pues el plan de Adám estaba por comenzar. Adám, que se ubicaba al otro extremo del edificio, se tomó su tiempo para recuperarse del golpe, para luego dirigirse hacia ambos. Charlie justo voltea la vista hacia la dirección de él y se alarma.
- ¡PAPÁ, CUIDADO! - habla en voz alta.
- ¿Eh? - mira de reojo y se da cuenta de Adám.
Lucifer lo esquiva, y Adám pasa de largo. Lucifer deja a Charlie abajo con los demás, después de haberlo hecho, regresa con Adám a lo alto del edificio. Al llegar observa como Adám ya estaba recuperado del golpe, es más, estaba listo para dar pelea. Lucifer camina hasta quedar frente a él, a pocos metros, la tensión se siente en el ambiente, y en cualquier momento esa tensión se rompería, terminando de muy mala manera para ambos.
Adám molesto por aquel golpe recibido, le tiro un rayo de luz, Lucifer se agacha para protegerse. Al ver que esquivó aquel rayo, su enojo aumento más, haciendo que su respiración se acelere y sus ojos estén llenos de furia.
- ¡JODER! ¿Qué te crees para arruinar mis planes, puto? - habla fuerte, casi gritando.
- No te atrevas a tocar a mi hija - dice con voz amenazante y llena de enojo.
- No te preocupes, ella será espectadora de tu fin - habla con cierta satisfacción en su voz.
- ¿Mi fin? Ja, ¿cómo alguien inferior a mí puede asegurar que acabará conmigo? - habla con cierta burla.
El tono burlón de Lucifer enfurece a Adám, por lo que le lanza otro rayo de luz, pero éste lo esquiva fácilmente. En contraataque, Lucifer lanza un golpe de fuego con dirección a Adám, pero éste lo esquiva, y le cae a un grupo de exorcistas que venían por detrás, haciendo que se calcinen. Aprovechando que Adám se quedó viendo la imágen de los exorcistas calcinados, Lucifer vuela con rapidez hacia él, tomándolo de sus prendas, mientras caen de forma brusca en la superficie del edificio. Éste quedó encima de Adám, concentrando toda su atención en acabar con Adám.
¡¡¡GRAVE ERROR!!!
Jamás permitas que la ira nuble tu visión, porque en medio del caos, el mundo sigue girando y quizá algo, o alguien, esté moviendo los hilos en tu contra.
El enojo e ira de Lucifer fue cesando, empezó a sentir algo inusual en su pecho, poco a poco fue bajando su mirada hacia dicha zona.
No se esperaba ver lo que acababa de ver...Una lanza a angelical atravesada en su pecho. Lentamente, fue llevando su mano hacia el pecho, sintiendo como la sangre empezaba a caer por sus prendas.
Fue levantando la mirada hacia Adám, viendo una expresión que denotaba victoria y orgullo. Detrás de él, escuchó unas risas, seguido del retiro del arma de su pecho.
Un grupo de ángeles exorcistas, liderados por Lute, fueron causantes de la próxima caída del Rey...del Soberano del Infierno.
La escena poco a poco se fue haciendo presente para los demás habitantes del infierno, quedando sorprendidos ante aquella imágen en lo alto del edificio. Los murmullos empezaron a esparcirse, hasta llegar a los oídos de específicamente dos personas....
ALASTOR Y CHARLIE
Empezaron a escuchar que hablaban sobre el Rey ; cosas como: "Miren, el Rey" , "¿Cómo es esto posible?" , ¿Qué va a pasar ahora?". Eran unas de las cosas que se escuchaban en todo el campo de batalla.
Alastor y Charlie elevaron la mirada, tratando de ubicar a Lucifer en alguno de los edificios. Y sí, dieron con él, encontrándose con una escena desgarradora.
- ¡¡¡PAPÁ!!! -
- ¡¡¡LUCIFER!!! -
Dijeron Alastor y Charlie al unísono, con un tono de dolor. Ambos iban a ir hacia él, pero más exorcistas se les lanzaron, retrasando sus planes. Vaggie al ver tal escena, fue hacia ellos y con su lanza fue matando a uno por uno, hasta que quedaba un mínimo número de ángeles, logrando así que Alastor y Charlie escapen.
Cuando por fin estaban libres, Alastor se teletransporto hacia la cima del edificio, una vez ahí, corrió hacia Lucifer, que yacía en el suelo. Lo tomó entre sus brazos, a la vez que manchaba sus manos y ropa de aquella sangre dorada y brillante.
- ¡NO NO NO NO! ¡Lucifer, vamos, resiste! ¡Por favor! - decía con desesperación, mientras las lágrimas empezaban a salir una por una, sin límites.
Charlie llegó a la escena, corriendo hacia su padre, colocándose al costado de Alastor.
- ¡PAPÁ! No no no... tú no - dice mientras abraza a su padre por los hombros.
Adám y Lute miraban todo desde un lado, con cierto placer en sus miradas al ver tal escena, pues repudian a los demonios. El resto de exorcistas formaban detrás de ambos, esperando recibir alguna orden.
De pronto, desde el cielo, un destello de luz plateada anunciaba la llegada de seres celestiales. Cuando la luz cesó, dejó ver a tres ángeles: Azrael-, Gabriel y Joel. Los que presenciaban la escena, no sabían quiénes eran ellos ángeles, solo sabían que no significaba nada bueno. Lo que no sabían era que ellos eran hermanos de Lucifer.
Los tres bajaron con rostros tensos, envueltos en una solemnidad impenetrable. Quedaron en un extremo del edificio, con la mirada fija en la familia Morningstar. Pasaron unos minutos, hasta que empezaron a avanzar hacia ellos, mientras Alastor y Charlie los miraban con confusión. Estando frente a frente, sin rodeos, planeaban tomar el cuerpo de Lucifer. Pero antes de que lo hicieran, Alastor se puso de intermedio.
- ¡NO! ! Váyanse! ¿Qué quieren? - dice exaltado.
- Será mejor que no lo hagan más difícil - dice el pelinegro.
- ¿A-a qué se refieren...? - dice Charlie con voz entrecortada, sosteniendo el cuerpo de su padre inconsciente.
- A que tenemos que llevarnos a Lucifer - dice el peliblanco, con seriedad.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡ACASO ESTÁN LOCOS!? ¡No tienen poder sobre él! - dice Alastor con enojo, pero con dolor de trasfondo de pensar en que se lo lleven.
- Oh, créeme que tenemos todo el derecho sob-
Antes de que termine de hablar Azrael, Joel le pisa el pie y le da una mirada seria.
- No tenemos que dar explicación alguna, somos superiores a ustedes. Por otro lado, supongo que quieren que él "sobreviva" de alguna forma u otra, ¿no? - dice Joel, tratando de manipularlos.
Antes estoy, Alastor empieza a analizarlo detenidamente.
- Bueno...yo-
- Nada de excusas, es un simple "sí" o "no" - dice Gabriel, ya un poco astiado.
Entonces, Alastor voltea a ver a Lucifer, acostado en el suelo, sostenido por Charlie. Verlo tan débil, herido e inclinado, simplemente le duele, y le dolerá aún más el dejarlo ir y saber que no podrá ir con él, acompañándolo.
- Llévenselo... - dice con voz quebrada.
- ¿Qué...? - Charlie dirije la vista hacia Alastor, que está cabizbajo.
El peliblanco se acerca para tomar en brazos a Lucifer, pero Charlie no lo permite.
- ¡NO! ¡No se lo pueden llevar! - mira fijamente a aquel ángel, para luego ver a Alastor-.
- Es uno o el otro...no quiero perder a tu padre... - se le corta la voz.
Lo que dijo Alastor dejó reflexionando a Charlie. Poco a poco Charlie fue aflojando los brazos de alrededor de su padre. Esto fue notado por los tres ángeles, interpretándolo como que estaba entrando en razón y no se opondría ahora. Nuevamente, intentó Gabriel tomarlo en brazos, y al hacerlo, está vez no hubo interrupción.
Con Lucifer en brazos, Gabriel se reunió con Joel y Azrael, entre los tres cruzaban miradas, como si hablaran solo con verse. Luego de unos segundos, los tres caminaron hasta la orilla del edificio alto. Joel lanzó una aro al aire, y en lo alto se formó un portal al cielo. Los tres ángeles emprendieron vuelo. Alastor y Charlie solo miraban la escena con un corazón roto.
...
Los angeles llevaron a Lucifer a un lugar más allá del reino infernal, un lugar donde los ángeles juzgan y condenan. Luego de curarlo y darle una pocima secreta, allí lo dejaron en un estado de coma "eterno", ni muerto ni vivo, atrapado entre mundos. No había palabras entre los ángeles, solo una decisión inquebrantable.
Más tarde, en un consejo con los ángeles superiores, los hermanos debatieron el futuro del demonio. Uno de ellos propuso informar al hermano más cercano a Lucifer, un ángel conocido por su espíritu guerrero y empatía. Pero los mayores negaron la idea, conociendo el peligro: este hermano haría todo por revivirlo, y eso rompería más el equilibrio entre el bien y el mal.
- Si lo revive, no solo alterará la balanza, sino que seguirá llenando el mundo de caos - dijo la superior con voz firme.
A pesar de la orden, el conflicto entre ellos era latente. Los hermanos sabían que ocultar la verdad traería consecuencias. Esa decisión, marcada por la "lealtad" al cielo pero teñida de duda y algo de remordimiento.
•••
Mientras tanto, el hermano de Lucifer, ajeno a todo, sintió que algo estaba mal. La conexión que compartía con su hermano parecía alterada. Pero decidió ignorarlo, total, ¿qué podría pasarle al soberano del infierno?
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