Esa noche no pude dormir, vi como los chicos recogieron a Jimin a las 11:00 pm y no regresaron más hasta 3:00 am.

*Narra Jimin:

En estos días eh estado un poco molesto, no se que me pasa. Los chicos ne molestan diciéndome que son celos por ver a Amanda prácticamente todo el tiempo con Suga, pero es que no se separan ni fuera de la escuela... Cuando los veo juntos simplemente me pongo a actuar como un idiota grosero, supongo que de cierto modo los chicos tienen razón, pero no son los celos que ellos piensan, es más como frustración.

<Si, tiene que ser eso.>

Suga está alejando a Amanda de mi. Todo lo que había logrado con ella se está echando para atrás y todo por culpa de el, ya nunca puedo hablar con ella sin que el esté ahí... Se me hace jodidamente sofocante.

La verdad es que ni yo mismo entiendo este capricho que me ha entrado con ella, o sea, soy Jimin... Park Jimin, puedo tener a la chica que quiera, cuando quiera, todas se mueren por mi.

<Agghhh todo esto me frustra demasiado.>

*Narra Amanda:

Ya pasó mi primera semana de clases. La vida para los becados en esa escuela es realmente dura, tuve la oportunidad de ver en múltiples ocasiones todas las cosas que Suga me había  contado y, como le prometí, no me metí a defender a nadie... Si me daban un poco de lastima y tal pero, como ya había dicho, yo no soy una de esas personas que arriesgan su vida por la de otros, prefiero salvarme sola, ya se que suena cruel pero yo estoy primero que los demas.

Cambiando de tema... Justo como me había dicho Suga, me convertí en una chica muy popular. Los chicos me pedían citas y las chicas querían ser mis amigas, todo el mundo estaba al pendiente de mi vida y de todo lo que hacía, cosa a la cual yo no estaba acostumbrada y me resultaba un completo fastidio pero, no puedo negar que sentir que eres famosa te da una autoestima de la ostia... Me sentía en ocasiones como la puta ama.
Todo el tiempo me mantuve cerca de los chicos para no tener problemas y así fué, se puede decir que esa semana fue una semana "Normal" a excepción de Jimin que todo el tiempo se comportaba grosero conmigo... Cada vez que intentaba acercarme para preguntarle acerca de lo que Suga me había dicho el me trataba mal y al final terminabamos peleando porque el no es nadie para estarme tratando mal sin motivo alguno.

Por otro lado, mi tía ya había comenzado a trabajar con Tan en la empresa y en unos días sería mi cumpleaños... Y no un cumpleaños cualquiera, cumpliría 18.

<Al fin iba a cumplir mi mayoría de edad>

Tan y Suga me habían dicho que me tenían una sorpresa y yo estaba más que contenta. En este tiempo Suga se había convertido en una persona muy importante y especial para mi, pasabamos la mayor parte del tiempo juntos y siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, ya sea para hablar, para contarle algún problema o para salir a dar una vuelta pero, sea cual sea la situación, siempre estaba a mi lado.

Con respecto a Jimin ya no estoy segura de querer seguir con esa estupidez de la conquista y la apuesta... El está muy diferente, no se parece en nada al chico que conocí cuando llegué aquí, ni siquiera estoy segura de que vaya a ir a mi cumpleaños.

<No necesito a personas negativas en vida> Si el no quiere formar parte de mi y de mi entorno no lo puedo forzar, es su decisión.

No les voy a negar que eso me decepciona y me deprime un poco... Muy dentro de mi tenía la esperanza de que pudiéramos volver a llevarnos bien.

...

Camino por los pulcros pasillos del Instituto esquivando a tantos como se posible. Llevaba un montón de libros en una mano y un café en la otra... definitivamente si chocaba con alguien iba a haber un accidente.
Cuando llego al casillero lo abro, dejo los libros dentro, doy una rápida mirada a mi aspecto en el pequeño espejo que tenía pegado y, al cerrar la puerta, me llevo el que probablemente sea el peor susto de mi vida.

<Que verga hace parado ahí!?>

—Joder que susto! —Eclamé en español.

<Qué!?> Fué lo primero que a mi cerebro le dió por decir, no me juzguen.

—Que dijiste? —Preguntó confundido.

Creo que a todos nos quedó claro que no sabe español.

—Nada, que quieres? —Solté grosera.

<Recibir su visita no me trae buena espina>

Me da una sonrisa picara —Seré breve. A partir de ahora eres mi novia —Respondió con un desinteresado encogimiento de hombros como si la locura que acaba de salir de su boca fuera lo más normal del mundo.

<Qué acaso yo soy la única cuerda en este lugar!?>