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<<Él>>
No entendi porque te fuiste, no comprendí en ese momento que había hecho para alejarte, pero prometí no volver a meter la pata si la consecuencia sería perderte. M limité a desaparecer al igual que tú, aparte el helado de la mesa y lo observe despectivamente, no tenía caso comer el asqueroso postre frío y azucarado. No le veía el más mínimo sentido a permanecer en el local si tú sonrisa no estaba presente. Sabia que ese nombre, tu nombre se me hacia familiar, lo habia escuchado en otra parte, otras veces yo mismo lo había pronunciado, pero los recuerdos se mostraban borrosos en mi mente, las lagunas mentales hacían su esfuerzo en bloquear el pasado que ahora necesitaba desenterrar. No dormí en toda la maldita noche. La cabeza empezó a punzarme, dolía tratar de recordar. Mi vista se quedó clavada en el vacío del techo. No me podía quedar de brazos cruzados sin hacer absolutamente nada. No era un inútil. Que la flojera quisiera reinar en mi cuerpo no significaba que fuese bueno para hacer nada en la vida. Las preguntas detonaron como una bomba explosiva acentuando la fuerte presión en la cabeza. Las mismas incógnitas permanecían en mi cerebro. ¿Quién eras? ¿Quién eras para colocarme así? ¿Por qué me incitabas a recordar lo que me propuse en borrar? ¿Por qué dolía tanto recordarte?
Estaba decidido volvería a la cafetería, necesitaba recordar así mi cabeza explotará en el intento. Y no solo iría con la excusa de verte para aclarar mis memorias. Sino también para hacerle entrar en razón a los dueños de cambiar el nombre del local que no le favorecía en nada a su negocio. Me uní a las oraciones de mamá par que tú también decidieras volver.