capitulo 32
En la habitación del décimo, se podía escuchar dos acompasadas respiraciones, la primera pertenecía a hibari kyoya que se encontraba recostado en la cama, la parte superior de su cuerpo se encontraba desnuda y su parte inferior era tapada con una fina sabana, misma que también tapaba a la segunda persona presente, tsunayoshi se encontraba profundamente dormido, su cabeza estaba recostada en el pecho contrario.
Hibari miraba a su pareja dormir, pasaba delicadamente su mano por lis cabellos castaños de su pareja.
[Despierten inútiles! Llegaremos en una hora al aeropuerto, les deje listos los trajes que deben usar, preparense rápido ]
Hibari suspiro al escuchar las palabras del arconaleno del sol, miro a tsuna el cual a pesar del comunicado de reborn seguía tranquilamente durmiendo sobre el, suspiro una ves mas y lo empezó a mover con la intención de levantarlo, luego de unas leves sacudidas, el castaño por fin despertó, mirando extrañado a su paraje.
- que pasa kyoya- pregunto el castaño, mientras restregaba uno de sus ojos con el puño cerrado.
- hm el bebe dijo que pronto llegaremos, tenemos que alistar nos con la ropa que nos dejo - le dijo mientras pasaba la mano por el desordenado cabello castaño.
Tsuna asintió antes de levantarse y sentarse en la cama, tsuna estaba desnudo y su espada se encontraba cubierta por diversas marcas, por supuesto no era la única parte de su cuerpo con ellas, pero si donde se hallaban la mayor cantidad.
En ese estado se dirigió al baño que se encontraba en la habitación, unos minutos después salio limpio, con una toalla en las caderas y otra en el cuello, en cuanto salió hibari entro, sabían que no podían bañarse juntos, si lo hacían las cosas no terminarían solo con un baño.
Los trajes que usarían eran muy simples, pera al mismo tiempo se veían costosos y elegantes, el de hibari era un pantalón negro con chaqueta a juego, la camisa era del color de su llama, purpura, y la corbata negra como el resto del traje.
El suyo era un pantalón corto a medio muslo, de color negro al igual que la chaqueta, la camisa de color de su llama, naranja, y también unas pantimedias del mismo color solo que mas claros, con una corbata negra, era un típico traje omega, que se ajustaba al cuerpo en los lugares correctos resaltando su figura.
Hibari salio, y ambos se vistieron rápidamente, después de todo no es buena idea hacer enojar a reborn, ya que es muy capas de castigarlos por retrasarse, y los castigos del hitman son la prueba de su sadismo.
Ambos salieron ya vestidos del cuarto, en la cabina principal se encontraban ya todos listos, los trajes eran muy parecidos tanto alfas como omegas, las únicas diferencias eran el color de las camisas, las cuales eran del color de las llamas, y por supuesto el de chrome que usaba una falda lisa, que llegaba arriba de las rodillas.
- reborn porque nos tenemos que vestir así - preguntó confundido tsuna.
- dame-tsuna es obvio que el futuro jefe de la mafia vongola debe vestirse apropiadamente en todo momento, mientras estés en Italia solo usaras ropa formal - dijo con una sonrisa maliciosa.
- pero reborn!- exclamo tsuna, a el no le gustaba ese tipo de ropa que solo parecía ser de lujo.
- silencio dame-tsuna, lo aras y punto - dijo reborn, dando por finalizada la conversación - todos sientense estamos por aterriza -
Con esas palabras en tono de orden, dejando en claro que no era una sugerencia, todos se dirigieron a sus a cientos, preparándose para el aterrizaje.
- bienvenido décimo! - gritaron un grupo de personas en cuanto entraron al área de abordaje, ellos hicieron una profunda reverencia antes de tomar las maletas de todos y guiarlos a unas limusinas, estas eran ambas de color negras y tenían el emblema vongola.
Pero antes de que pudieran subirse, fueron atacados por dos personas, o mejor dicho, la piña, y el pelirrojo del grupo lo fueron, un rubio tenia abrazado fuertemente a enma, mientras restregaba sus mejillas juntas y decía lo mucho que lo extrañaba, por su parte enma se encontraba totalmente sonrojado y trataba (inútilmente) de separarse del alfa rubio.
Mukuro era alzado por un peliblanco con extraños ojos violetas, este le daba besos por todo el rostro, y apresar de que mukuro tuviera los brazos cruzados y el ceño fruncido (como si estuviera enojado) tenia un tenue rubor por todo su rostro, incluso sus orejas estaban rojas.
- dame-dino acaso tendré que re-entrenarte para que te comportes como un verdadero jefe - dijo reborn mientras pateaba a sino forzando a soltar al pelirrojo - y tu también byakuran no me digas que se te esta pegando lo dame de mi alumno -
- reborn! No seas cruel hace mucho que no veo a mi lindo pelirrojo - dijo mientras se paraba y volvía a abrazar a enma.
- arcobaleno te recuerdo que fue por orden tuya que mi muku-chan tubo que ir a Japón - le dijo mientras abrazaba a mukuro posesiva mente de la cintura.
- calle se de una ves, y presenten apropiadamente - dijo en pesando a molestarse.
- cierto! Lo siento por mi comportamiento - dijo dino con una sonrisa - soy dino caballone décimo líder de la familia caballone es un placer conocerlos -
- yo soy byakuran gesso líder de la familia gesso es un gusto conocerte tsunayoshi-kun - dijo con una gran sonrisa y estrechando la mano de tsuna.
- es un gusto soy tsuna - dijo con una gran sonrisa.
- hm hibari kyoya - dijo pegando su cuerpo al de tsuna.
Luego de las presentaciones todos se metieron en las limusinas, con dirección a la mención vongola.
Al llegar tsuna estaba muy sorprendido, el lugar era enorme como un castillo, era de colores suaves, había estatuas y flores por toso el gran jardín, parecía un bosque de lo gran do que era.
- bienvenido décimo - dijo un hombre al abrir la puerta, tenia el cabello largo de color negro, sus ojos eran rojos y era obviamente un alfa - soy Sebastian, el mayordomo de la mención, estoy a su servicios - dijo con una reverencia, y una sonrisa que fue devuelta por tsuna - el noveno lo espera en el comedor por favor pasen -
Todos siguieron al joven por unos cuantos pasillos asta llegar a un gran puerta, y esta al ser abierta mostró a un gran grupo de personas todos sentados en la mesa.
En un extremo se encontraban un grupo de hombres mayores (que eran la novena generación vongola) ellos estaban sentados tranquilamente tomanto el te e ignorando el ruido de sus acompañantes, los otros que se encontraban en la habitación eran en su mayoría jóvenes, los cuales parecían discutir a gritos, amenazandose entre ellos, con toda clase de armas.
Tsuna no podía creer lo que veía, solo podía pensar en que esta batalla parecía un dejavu.
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Los siento por tardar tanto y por el cap tan malo, tube problemas con la aplicación de wappat, tubo que borrarla y volver a instalarla.
Y por culpa de eso perdí el cap que tenia escrito (que era mejor que este ) incluso perdí algunos cap y resúmenes que tenia de otras historias que planeaba subir, crean me estoy súper deprimida por eso.
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