🌳Capítulo 2.🌳
(Editado)

Ya habían pasado tres días desde que llegué al pueblo, era sabado y no tenía ganas de salir, estaba enferma, me dolían los huesos y tenía los labios morados y agrietados; si, el cambio de clima realmente me había sacudido con sus repercusiones.

"Por no tomar vitaminas" eso dijo mamá.

La casa tiene un solar inmenso en el jardín, muy acogedor, allí es donde me la paso la mayor parte del tiempo, sentada en el mobiliario de exterior que compró mamá, como ahora.

Aun no hay WiFi así que no tenía nada mejor que hacer que envidiar a la gente con datos moviles y oír a Brooke quejarse de sus trabajos de la universidad.

-Creo que deberías salir a dar una vuelta - opinó mi hermana levantando la vista de su laptop, llevaba horas con la cabeza metida en ese aparato, y no estaba ni cerca de acabar, pero, las ojeras bajo sus ojos me daban a entender que ya estaba acostumbrada a esa rutina.

-En dos días empezarás a estudiar y dudo que después de eso tengas mucho tiempo libre, solo mírame a mi, una completa esclava del estudio.

-Prefiero quedarme aquí, acompañándote - le respondí de con una sonrisa falsa - además, estoy enferma - fingí un estornudo y ella negó con la cabeza.

-Si yo tuviera tu tiempo libre no estaría recluida en casa. Aprovecha que hoy no está lloviendo, sal, se libre.

Después de insistir un rato, al fin me convenció, después de almorzar, me alisté y me tomé una pastilla para el malestar, mamá no estaba, así que la llame y ella accedió fácilmente en dejarme sacar algo de dinero de su bolso para comprar algunos cuadernos y cosas para el instituto con la condición de que debía volver antes del anochecer.

Salí con uno de los abrigos de Brooke y usando las señales de las calles me las arregle para llegar a la plaza central, por fin había salido de casa, así que lo mejor era aprovechar para conocer el pueblo.

De camino divisé a lo lejos el llamado "Bosque de la colina", la zona más frondosa del pueblo, una gran colina que divinamente podría ser otro pueblo, según Brooke, es un bosque muy espeso y de apariencia aterradora.

Llevaba mi cámara conmigo, así que aproveché el ambiente "terrorífico" para tomar unas cuantas fotos.

Finalmente encontre una papelería y compré todo lo que necesitaba, como faltaba mucho para que oscureciera, decidí dar una vuelta por el centro sin dirijirme a ningún lugar en especifico, solo iba tienda por tienda mirando y antojandome de todo tipo de bobadas.

Eran casí las cinco menos un cuarto cuando empecé a sentir gotas de lluvia cayendo del cielo, el tamaño de las gotas aumenta más rápido de lo que yo corría, así que me apresure en buscar un lugar donde refugiarme.

No se como pero llegue a una cafetería llamada "Martin's Coffee", de ambiente rústico sin llegar a lo ordinario y con un toque vintage, me sente en una de las mesas cerca a la puerta y al lado de una ventana, la cafetería estaba muy llena y solo había una chica joven atendiendo.

No tenía prisa así que me acomode en la silla dispuesta a esperar.

Mientras esperaba me dedique a mirar las fotos de la cámara, pasando fotos me encontré con unas de hace aproximadamente dos meses, mi mamá y yo aparecemos en una, estamos abrazadas riendo, en la siguiente foto me encuentro con Brent (mi amigo de Virginia) y Sam, de la mano, estaba segura de que ese par terminarían juntos, a Brent siempre le gusto ella... Pero, la vida da muchas vueltas.

No pude evitar que una punzada de amargura se instalara en mi corazón, no es fácil superar a las personas.

Pase la foto y me encontré con una de Marco y yo, en la foto nos estamos besando, él me estaba tomando por la cintura y yo tengo las manos en su pecho... automáticamente recuerdo lo que me dijo la última vez que nos vimos "te quiero, te quiero mucho, pero no es suficiente... ahora te vas y yo no voy a andar con esas estupideses de relaciones a distancia, sabes como soy, sabes que no puedo, y más importante, sabes que no puedo hacerte más daño del que ya te hice".

-Idiota - dije sin querer en voz alta.

No hay excusa para lo que me hizo.

Un recuerdo tan feo en una foto tan linda, la observo por última vez y luego la elimino.

-¡¿Cómo es posible? eh! ¿Cómo quieres que te perdone, Nat? - un grito me sacó de mis pensamientos sobresaltandome, voltee y al otro lado de la ventana vi a dos perdonas, un chico y a una chica pelirroja.

-¡Eres terco, nunca me crees! Ya te dije lo que hacía - gritó la chica de vuelta - Yo no tuve la culpa y si sigues así, vamos a echar por la borda todo lo que hemos construido juntos - para este punto, todos lo ojos en la cafetería ya estaban puestos en ellos.

El chico se río con notorio sarcasmo y cuando estába a punto de responder, la mesera se interpuso entre los dos.

Les dijo algo en voz baja y la chica se fue hecha fuego mientras que el chico entró de mala gana a la cafetería mientras casi todos lo seguían con la mirada.

Después de unos minutos el chico salió de la cocina con un delantal y se planto frente a una de las mesas de la cafetería, a tomar ordenes supuse.

-Bienvenida - dijo él con cara de pocos amigos cuando ya le tocaba tomar mi orden - ¿Qué desea ordenar? - preguntó entregándome la carta.

-Hola - salude con una sonrisa, pero, él solo siguió mirándome con expresión fría.

Fingí darle una mirada al menú, aunque en realidad ya se lo que iba a ordenar

_Quiero un café americano, una donna de chocolate y una tostada sin canela, gracias.

El chico anotó en su pequeña libreta, se veía en su expresión que tenía rabia contenida, por alguna razón sentí pena por él - enseguida - dijo tomando la carta y caminando hacia otras mesas.

Había pasado cerca de ndiez minutos cuando la otra mesera me entregó mi pedido, note que en su delantal estaba bordado su nombre: Cherly

-Un café americano, una dona y una tostada - dijo repasando el pedido y poniendo todo en la mesa.

-Gracias.

-Con gusto - respondió caminando de vuelta a la cocina.

Que diferencia, ella si es agradable.

Empiece mordiendo un pedazo de la tostada y tomandome el café, dejando la dona para lo último.

Sentía que me pica la nariz un poco, el resfriado no se puede evitar para siempre.

-¡Estoy harto de tus estupideces! - gritó de golpe un chico entrando a la cafetería hecho furia - ¿Qué es lo que andas insinuando? Creí que habíamos dejado las cosas claras la otra vez.

¡¿Otro?¿Es enserio?!

-¿Qué haces aquí? - preguntó el chico que tomó mi pedido caminado en su dirección.

-Tu de verdad no la mereces - dijo el chico que acababa de llegar mirándolo de arriba abajo - no entiendo por qué esta contigo.

-O solo estas ardido porque sabes que nunca le interesante - él chico nuevl le lanzó un puñetazo sin darle tiempo de pensar, sorprendiendonos a todos los presentes por completo.

¿Qué carajos está pasando aquí?

Mis ojos estaban llorosos, pero no de pena por ellos, no señores, no entendía el porque y además empezaba a sentir picor en la boca...

Vi a Cheryl, la mesera, correr dirección a los chicos, intentando separarlos sin mucho éxito.

Me levanté sin pensarlo dos veces a intentar ayudarle, dado que todas las demás personas en la cafetería se habían quedado estáticas disfrutando del show.

Sentía como mi garganta se cerranda lentamente y mis vías respiratorias se hinchaban, me costaba cada vez más respirar y la lengua se me adormecío casi por completo y...

Mierda, alergia.

¿Pedí la tostada sin canela?

Estaba cerca de los chicos de la pelea, así que como pude, me las arregle para tomar la camisa de uno de ellos; después de varios intentos logré llamar su atención, sentía que estaba a punto de desmayarme, cada vez había menos oxígeno en mi cuerpo.

-¿Qué demonios? - la gente empezó a notarme mientras el chico intentabaa descifrar lo que me esta pasando.

-Ayúdame, canela, alergia - fue lo único logré articular con el poco oxígeno que me queda.

Y depronto, todo se oscureció...

***

●Espero que les este gustando...

No olviden comentar, sugerir y por supuesto votar. ♡