capítulo 5 "Tu protección"
Afuera de la casa de Toriel, Frisk había salido a recolectar algunos caramelos, pues dentro de poco saldría de las ruinas y quería tener algunas raciones preparadas antes de partir, pero ante todo quería ver si Ganz estaría ahí, hace unos meses que no ha vuelto a aparecer.
Antes de irse guardo su partida por si algo le pasaba. Contento fue corriendo pasando por el gran árbol que estaba en frente de la casa sin prestar mucha atención quien estaba apoyado sobre este.
- Para ser un niño es... demasiado torpe -
La chica arrastró al esqueleto por el suelo, puesto que casi no tenia demasiadas fuerzas después de haberlo arrastrado por mucho tiempo. Su visión poco a poco se tornaba borrosa, con cada paso que daba sentía que se desplomaría en cualquier momento, llegando a su destino, tocó la puerta lo mas fuerte que pudo y recostó a Ganz en el suelo para alejarse hasta la entrada esperando que al menos Toriel llegara y así pudiera descansar con la mente mas tranquila.
Escuchó unos pasos acercándose como también la voz de la reina algo molesta moviendo la perilla
- Mi niño no golpees la puerta así puedes... -
Cuando se abrió la puerta, Toriel quedó impactada de ver quien estaba frente ella, su expresión molesta cambio rápidamente a preocupación y horror.
- Ganz.. ¡Ganz! - Zarandeo al esqueleto -¡Responde! ¡¿Quien te hizo esto?!
Viendo que no reaccionaba, comenzó a llorar desesperada, su amigo se encontraba muy lastimado. Con mucha delicadeza, lo levanto del suelo para llevarlo adentro dejando a la chica más tranquila sabiendo que estaría en buenas manos.
- Que bueno que llegue justo a tiempo... - suspiro aliviada sentada en el suelo - ahora debo... Descansar... un... momento
_____________________________
En la habitación donde descansaba el esqueleto, Toriel le atendía las heridas a Ganz. No había visto esas heridas antes, por lo menos no desde hace mucho tiempo y no imaginaba quien o que le atacó. Pasaron al menos dos días, las heridas de Ganz comenzaron a curarse poco a poco, mas sin embargo, aun no había podido despertar.
El pequeño Frisk se había quedado a su lado en todo ese tiempo si despertaba insistiendo a la mujer cabra quedarse todo el tiempo en la habitación.
- Hm... - abrió los ojos - ¿Donde... Estoy?
Acostumbrándose a la luz de la habitación, reconoció al instante de quien era la casa y comenzó a entrar en pánico, todo el cuerpo le dolía y uno de sus ojos estaba vendado al igual que los sucesos que pasaron para tener tales heridas.
- Oye... - Frisk le toco el hombro - No te asustes, nada te va a pasar aquí - intento animarlo -
Lo mínimo que podía hacer era sonreír le un poco para tranquilizar al niño sin ser forzosa.
- Lo siento niño -
El niño sonrió en su contestación aliviado por su amigo que no le pasó nada
La puerta de la habitación se abrió, entrando Toriel con una bandeja de comida. El olor era muy irresistible que le dio ganas de comer.
- Despertaste Ganz... Que alivio -
- Hola Toriel... -
Toriel coloco la bandeja en frente de Ganz para que comiera y recuperara fuerzas
- Mi niño la comida esta lista, ve a comer, Ganz aún necesita descansar
Frisk obedece y sale del cuarto no sin antes despedirse de Ganz con la mano sabiendo que al esqueleto no le gustaban mucho las muestras de afecto.
Estando ya solos, Ganz quería aprovechar para preguntarle algo a Toriel, más sin embargo, está se le adelanto.
- Gracias a Dios que estas bien, estabas muy grave cuando te encontré en la entrada de mi casa -
- ¿Qué? -
Ganz se extraño ante esa declaración, que el recordaba, se había desmayado en algún pasillo de las ruinas, no había forma de que llegara en ésas condiciones.
- No me explico como es que llegaste hasta mi casa aun con esas condiciones -
- Oye Tori... -
- ¿Si Ganz?, ¿Necesitas alguna otra cosa? -
- ¡No! No... Cuando me encontraste no... Viste a otra alguien a parte de mi -
Toriel negó con la cabeza
- De hecho... - se mostró pensativa - Escuche unos golpes muy fuertes tocando la puerta, no supe quien fue porque ya se fue cuando abrí la puerta.
Ganz se decepciono un poco por su respuesta.
- Es mejor que me retire, mi niño debe de estar esperando por mi, debes estar en cama durante un mes -
Retirándose de la habitación, Ganz rió un poco divertido por la actitud de su amiga, no por nada Frisk le decía "mamá Toriel".
De buen humor degustó su comida con mas tranquilidad sintiendo por primera vez... La protección que en algún momento habría querido cuando era un niño. Que fue corrompido sin nadie que lo salvara de aquella oscuridad quitándole las ganas de vivir, ahogándolo en sus penas y miedos sin siquiera poder gritarlos. Tan solo pensarlo, le daba un mal sabor en la boca.
Terminando de comer, se levanto de la cama con sumo esfuerzo, a su lado había un bastón de madera sirviéndole como apoyo para caminar hacia el espejo. Miro con atención su cuerpo lastimado ahora cubierto con vendas, no era la primera vez que salia herido por la guardia real pero ahora podía jurar que esta vez pudo haberse convertido en polvo.
- E- esta herida... - balbuceo mirando su ojo -
La parte mas dañada de su cuerpo era su ojo, estaba muy agrietada para ser un golpe normal. Solo significaba una cosa... No volvería a usar magia en un buen tiempo.
- Te dije que era riesgoso que salieras con tu magia inestable, eres un estúpido -
- No empieces Mel -
- Tu ya sabías que Papyrus siempre patrullaba esa hora -
- ... -
- Admitelo, ¡El nunca te escuchara! Lo dejo muy en claro cuando se vieron, apenas y pudiste escapar de sus ataques ¡Por poco y mueres!
- ¿Crees que no lo se? -
- Entonces por que -
- ... -
- No me digas que... ¿Querías las píldoras de determinación? -
- ... Si -
- Eso... Era un plan suicida Ganz, el laboratorio de Alphys esta muy protegido -
- No lo entiendes Mel, debo... Volverlas a tomar - lo último lo dijo con repulsión -
Mel no dejaba de mirarlo con desaprobación, claro que lo entendía, técnicamente eran la misma persona y las tomaba para aumentar sus poderes al máximo, lo que no entendía era el... ¿Por qué ahora?, si el esqueleto a podido sobrevivir sin esas pastillas durante mucho tiempo.
- Como... Si tu... Dejaste de tomarlas -
- De hecho... - saco un pequeño frasco - tenía guardado una pequeña cantidad guardada, cuando... Deje de tomarlas me di cuenta que mi alma tenia cierta dependencia con esas píldoras -
- Y eso sería... - callo Mel al darse cuenta - Oh no
- Si dejo de tomarlas... Moriré de la peor manera posible -
- ... Cuanto te queda -
- Tres años cuando mucho -
- ¿Y porque la prisa? - pregunta curioso -
- sonríe de lado - Es un secreto
- ¡ja! Que misterioso, oye tienes algo en la chaqueta -
- ¿Ah? -
Era cierto no lo había notado antes, viendo que había adentro de su bolsillo había otra carta un pequeño bote de medicina
- (Creo saber de quien sera) -
A menudo en los más oscuros cielos es donde vemos las estrellas más brillantes.
Atte: La dama enmascarada
Inconscientemente sonrió, una parte de el quería darle las gracias en como se había tratado de acercar a el brindando su protección y ayudarlo desde las sombras como su pequeña guardiana, pero sobre todo...
Salvarlo de si mismo...
Se estaba muriendo tanto por dentro como por fuera, sin embargo, lo que mas le angustiaba ahora venía siendo el camino que tomaría el pequeño está vez, ya hubo muchas rutas neutrales, algunas eran genocidas, mas no quería recordar una de sus tantas pesadillas. El sueño le estaba ganando que ya no podía pensar con claridad y se fue a dormir, no sin antes tomar un poco de aquella medicina sabor a canela.
No sabía el porque pero... Por una vez en mucho tiempo se sentía seguro, seguro de que tendría una oportunidad de acercarse a Papyrus, de abrazarlo y no soltarlo jamás estando a su lado como en los viejos tiempos.
- Papyrus... Lo siento tanto -
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro